Equilibrios territoriales

Es el argumento preferido de las ¨²ltimas jornadas. La apelaci¨®n m¨¢s a mano para reclamar compensaciones, denunciar discriminaciones o sustentar proyectos de futuro. As¨ª que, por ejemplo, hay que recurrir a los equilibrios territoriales para exigir mayor cuota de representatividad en el Gobierno de Manuel Chaves, verdadera raz¨®n de fondo del "resfriado", seg¨²n la particular terminolog¨ªa empleada por Gaspar Zarr¨ªas, que sufri¨® el PSOE la semana pasada.Sus consecuencias seguir¨¢n percibi¨¦ndose tambi¨¦n a lo largo de esta semana. La brecha ya est¨¢ abierta y por mucho que quieran enfriar unos y otros el acaloramiento sufrido, lo cierto es que continuar¨¢n los signos de la divisi¨®n y el enfrentamiento interno. As¨ª que o Chaves act¨²a con contundencia y autoridad, si es que puede y quiere, o tendremos nuevos espect¨¢culos denunciando fallos en el procedimiento, al parecer hasta ahora inexistentes, y reivindicando una sensibilidad especial para determinados territorios.

?Y menos mal que Chaves dijo que no iba a hacer un gobierno teniendo en cuenta las cuotas territoriales, que le parec¨ªan algo cateto...! Pues ah¨ª tiene cuotas para rato.

Igualmente, los equilibrios territoriales se esgrimen por parte de Isidoro Beneroso, presidente de El Monte, para llevar a buen puerto la fusi¨®n de esta entidad con Caja San Fernando, dejando as¨ª en la cuneta la pretensi¨®n inicial del Gobierno andaluz de posibilitar una macrofusi¨®n de las seis entidades andaluzas. Ya tiene todos los papeles preparados e, incluso, el visto bueno del Banco de Espa?a, seg¨²n dice.

Equilibrios territoriales, por tanto, con los que potenciar as¨ª Sevilla frente a la supuesta hegemon¨ªa que se persegu¨ªa de M¨¢laga, a trav¨¦s de Unicaja. De modo que, como se ve, los localismos siempre afloran, no s¨®lo ya en el forofismo propio de las aficiones futbol¨ªsticas, sino tambi¨¦n en las s¨®lidas mesas de serios consejos de administraci¨®n, como ocurre en el caso de El Monte, que hoy, precisamente, se re¨²ne para analizar la adaptaci¨®n de sus estatutos a la nueva ley de Cajas de Ahorros.

Chaves, con los sindicatos

En todo caso, a Chaves parece interesarle m¨¢s que todo que el patio est¨¦ lo suficientemente tranquilo, al menos hasta el mes de julio, una vez concluya su misi¨®n como presidente de la Comisi¨®n Pol¨ªtica del PSOE. Mientras tanto, ha de acometer ideas b¨¢sicas de esta legislatura, como la concertaci¨®n social. El jefe del Ejecutivo andaluz se re¨²ne con los secretarios generales de UGT y CC OO, Manuel Pastrana y Julio Ruiz, respectivamente, para abordar la renovaci¨®n del acuerdo de concertaci¨®n andaluz entre Junta y agentes sociales.

Se trata de reeditar un nuevo Pacto Andaluz por el Empleo, que, en principio, parece suscitar poco entusiasmo en el presidente de la CEA, Rafael ?lvarez Colunga. En esta ocasi¨®n, lo va a poner m¨¢s dif¨ªcil. Siente en su nuca el aliento del PP, de ah¨ª que el presidente de la patronal no facilite tanto las cosas a la Junta como en la anterior legislatura. Esta vez, la foto ser¨¢ m¨¢s cara, de ah¨ª las primeras reticencias y los condicionantes que ha lanzado sobre la jornada de 35 horas.

Asimismo, es de esperar que se produzcan novedades con los andalucistas. Pedro Pacheco se muestra ilusionado con que el movimiento cr¨ªtico que auspicia en el seno del PA, nucleado en torno a Mar Calder¨®n, vaya cobrando m¨¢s fuerza cada d¨ªa. Cree firmemente que puede llegar a ganar el pr¨®ximo congreso, no se sabe si bas¨¢ndose en un exceso de optimismo o m¨¢s bien en fiables c¨¢lculos sobre los apoyos que viene concitando este movimiento.

A la direcci¨®n actual del PA no se le ocurre otra cosa para contrarrestar la r¨¦plica interna que viene surgiendo que arrojar dudas sobre la financiaci¨®n de la corriente que lidera Calder¨®n. A ver si se aprovecha el viaje y nos enteramos todos tambi¨¦n de d¨®nde salieron los millones que se emplearon para la lujosa presentaci¨®n de Jos¨¦ N¨²?ez como candidato al Congreso. ?Por qu¨¦ ser¨¢ que siempre en las peleas entre andalucistas salen a relucir los dineros?

ANTONIO Y?LAMO