Un viol¨ªn poco afinado
Tal como est¨¢n las cosas en la plaza de La Maestranza, cualquiera discute la oreja concedida a El Fandi. Nadie le puede negar que es un novillero valiente, batallador, decidido y alegre, que se la juega y busca el triunfo con verdadera ansiedad. Incluso, pone banderillas con torer¨ªa y realiza con espectacularidad y limpieza la "suerte del viol¨ªn". Pero la m¨²sica del toreo se oye poco.Quede claro, sin embargo, que es un novillero de m¨¦rito porque no es habitual encontrar j¨®venes con la desmedida ilusi¨®n de este Fandi. No tiene m¨¢s que un problema: que torea mejor de rodillas que de pie.
Antes de que saliera su primer novillo, se ech¨® el capote al hombro, cruz¨® con parsimonia el ruedo y se plant¨® de rodillas ante la puerta de toriles. All¨ª aguant¨® una larga cambiada, cuatro largas afaroladas y una media belmontina, todas ellas r¨¢pidas, pero ciertamente emocionantes. Despu¨¦s, ya de pie, quit¨® por gaoneras y el asunto ya no tuvo tanta salsa. Subi¨® la tensi¨®n en las banderillas, que cerr¨® con la suerte del viol¨ªn, y cuando lleg¨® la hora de la verdad, muleta en mano, qued¨® claro por qu¨¦ al toreo fundamental le llaman as¨ª y es tan dif¨ªcil hacerlo. La faena ya no fue alegre, ni emocionante, aunque s¨ª se tir¨® como un le¨®n detr¨¢s de la espada y lo premiaron con la vuelta al ruedo.
Torrealta / El Fandi, Pe?a, Montoya Novillos de Torrealta, bien presentados, excepto el 2?, blandos y nobles; 2? y 3?, mansos
David Fandila El Fandi: estocada trasera (vuelta al ruedo); estocada ca¨ªda y perpendicular (oreja). Enrique Pe?a: media tendida y cinco descabellos (silencio); pinchazo y media tendida (silencio). Juan Miguel Montoya: tres pinchazos, media perpendicular -aviso-, cinco descabellos y segundo aviso(silencio); pinchazo y media (silencio). Plaza de la Real Maestranza. 14 de mayo. Novillada de abono. Algo m¨¢s de media entrada.
En el segundo se repiti¨® la pel¨ªcula, aunque la larga cambiada la dio en el tercio. Volvi¨® a lucirse en banderillas y se puso de rodillas para iniciar la faena de muletas. Incre¨ªble, pero cierto: los mejores derechazos, largos y templados, los dibuj¨® en tan inc¨®moda postura. Pero se levant¨® y se acab¨® el toreo. El toro era noble y de embestida larga, y el novillero s¨®lo acert¨® con alg¨²n muletazo aislado. Sus compa?eros de terna parecen estar a a?os luz de la ilusi¨®n demostrada por El Fandi. Pe?a est¨¢ poco experimentado, aunque tiene buenas maneras. Su toreo result¨® acelerado y mec¨¢nico. Hizo un esfuerzo en el quinto y traz¨® alg¨²n natural estimable.
Montoya pas¨® in¨¦dito a causo del aplomo de su lote y de su corta ambici¨®n.
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