L'Horta: ?Hay que cambiar de escala!
En la vida, la escala es importante. Si observamos cualquier fen¨®meno desde muy cerca, perdemos perspectiva general, pero si lo miramos desde muy lejos, no nos damos cuenta de los procesos concretos que en ¨¦l ocurren. Lo que est¨¢ pasando en la comarca de L'Horta es una cosa parecida. Todos los fen¨®menos que en ella suceden, desde el tratamiento de los residuos hasta la conservaci¨®n de la huerta, deber¨ªan observarse a la escala adecuada. Y adelanto que de todas las posibles, la municipal, que es la dominante, es la menos feliz. O desde hoy mismo se trabaja con una perspectiva, como m¨ªnimo, metropolitana, o los procesos productivos y espaciales que ocurren en nuestra comarca, no s¨®lo no podr¨¢n ser dome?ados, sino que comenzar¨¢n a crear disfunciones graves en su funcionamiento diario y alterar de forma definitiva nuestro territorio. Adelantemos un dato. A L'Horta le quedan unas 5.000 hect¨¢reas de huerta estricta y hay, operativas o en proyecto, m¨¢s de 4.000 hect¨¢reas para usos industriales.Volviendo a la escala. Pongamos un sencillo ejemplo. Seg¨²n datos del Consell Metropolit¨¤ de L'Horta, la comarca ten¨ªa, a principios de 1999, 2.600 hect¨¢reas dedicadas a pol¨ªgonos industriales, sin sumar las ¨¢reas industriales externas, las clasificadas como urbanas con tolerancia industrial y otras en proyecto. De ellas, casi el 40 % estaban vac¨ªas. Cambiemos de escala: el municipio de Massalfassar declaraba tener 54 hect¨¢reas dedicadas a usos industriales y se hallaba al l¨ªmite de su capacidad de acogida: apenas ten¨ªa un 4 % de ese suelo libre para nuevas industrias. Cosa parecida o incluso peor le pasa al vecino t¨¦rmino de Albuixec. Una sencilla soluci¨®n podr¨ªa ser ampliar sus pol¨ªgonos industriales a costa de espacios cercanos (?huerta, tal vez?). Pero tambi¨¦n podr¨ªamos observar la situaci¨®n de otra manera. Los municipios que le rodean, Massamagrell, Museros y Albalat dels Sorells, tienen entre un 40 y un 46 % de su suelo industrial libre y otros, que aunque no limitan, s¨ª est¨¢n muy cerca, como Foios o la Pobla de Farnals disponen de entre el 52 y el 62 % de sus hect¨¢reas industriales sin ocupar. ?Falta suelo industrial? Desde la escala municipal de Massanassa y Albuixec, sin duda. Desde la perspectiva de L'Horta Nord o desde la visi¨®n metropolitana, en absoluto. La conclusi¨®n es obvia: no es necesario que cada municipio tenga su pol¨ªgono (y su zona de adosados o unifamiliares), a no ser que su presencia se explique por otros motivos: la recaudaci¨®n fiscal. Y si esto es as¨ª, podremos concluir que la ordenaci¨®n territorial de la comarca de L'Horta se realiza, en buena parte, a golpe de martillo de las necesidades fiscales de los ayuntamientos.
Cerrar los ojos a procesos de escala global, puede ser reconfortante, pero inoperante. El ¨¢rea metropolitana de Valencia es hoy la cuarta aglomeraci¨®n industrial de Espa?a, la primera del Pa¨ªs Valenciano, tiene un puerto m¨¢s din¨¢mico que el de Barcelona, es un nudo de comunicaciones de primer orden y en ella viven m¨¢s de mill¨®n y medio de habitantes en unos 50 municipios. Ello deber¨ªa ser suficiente para: 1) Adoptar una estrategia global en la conservaci¨®n de la huerta, abandonando la idea de la defensa de una trinchera tras otra, en las que somos vencidos por la desigualdad de las fuerzas enfrentadas y que nos puede llevar a una capitulaci¨®n honrosa pero sin condiciones, y 2) Adoptar, y esto va por quien tiene potestad para ello, una estrategia global en la ordenaci¨®n de los procesos territoriales y econ¨®micos que en la comarca ocurren, aunque s¨®lo sea por propio inter¨¦s para evitar disfunciones en la gesti¨®n territorial diaria.
Josep Vicent Boira es profesor de Geograf¨ªa de la Universidad de Valencia.
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