El Alav¨¦s entra en lista de espera

La tensi¨®n del final de temporada no tiene por qu¨¦ agarrotar los m¨²sculos ni impedir el espect¨¢culo. Lo demostraron ayer el Alav¨¦s y el Numancia, tan ansiosos de ganar como de hacerlo a trav¨¦s de un f¨²tbol convincente. Lo consiguieron, aunque el m¨¢s beneficiado fue el equipo soriano, que certific¨® su continuidad en Primera. El Alav¨¦s se complic¨® su sue?o de clasificarse para la Liga de Campeones. Pero tal y como transcurri¨® el partido, tiene razones para considerarlo como un mal menor. Estuvo al l¨ªmite de quedarse fuera definitivamente, porque a diez minutos del final perd¨ªa por 0-2.La tarde no tuvo desperdicio. Un Numancia valiente, con tres delanteros. Un Alav¨¦s empe?ado en acariciar el bal¨®n y encerrar a su rival. Mendizorroza al borde del lleno y con una temperatura en las gradas fuera de lo com¨²n. Goles y suspense, con diez ¨²ltimos minutos fren¨¦ticos, en que el Alav¨¦s marc¨® dos goles pero a punto estuvo de culminar la remontada.

La licencia que tuvieron todos los futbolistas para jugar se agradeci¨®. Andoni Goikoetxea, eso s¨ª, oblig¨® a su equipo a colocar la defensa casi en el centro del campo. El resto, mucha carrera y una cualidad que le ha distinguido toda la temporada: su habilidad para atacar en masa. Pocos equipos tienen tanto desparpajo. Man¨¦ orden¨® mucho toque. Lo dem¨¢s surgi¨® casi espont¨¢neamente. El Alav¨¦s frecuent¨® la banda izquierda porque Pablo, descansado, e Ibon Bego?a daban un semblante al equipo que no pod¨ªa ofrecer en el otro costado Ra¨²l Ga?¨¢n, titular por primera vez y sobrepasado por las circunstancias.

Fue el Numancia el m¨¢s listo y el que sac¨® provecho del sobresaliente generalizado. Barbu cogi¨® la espalda a Ga?¨¢n y entr¨® por el centro a toda velocidad. Su gol val¨ªa todo un a?o en Primera Divisi¨®n. El equipo de Goikoetxea se amold¨® mejor al partido. Adem¨¢s, con el tanteador de su lado y el simult¨¢neo tambi¨¦n (para entonces el Betis ya perd¨ªa por 0-2), interpret¨® su papel mejor que el Alav¨¦s. El Numancia manej¨® la segunda parte a su antojo. Apag¨® la intensidad, redujo espacios e incluso se busc¨® la vida para llegar al ¨¢rea albiazul en igualdad num¨¦rica. Fue as¨ª como lleg¨® el segundo gol, tambi¨¦n del rumano.

El Alav¨¦s estaba a falta del estoque. Lento, sin profundidad, empecinado en entrar por el centro superpoblado. Pero el partido dio la vuelta por arte de magia. El Numancia pas¨® del dibujo ultraofensivo al conservadurismo. Entraron en el campo Azkoitia (el h¨¦roe de la jornada anterior en el Bernab¨¦u) y el chaval Asier Salcedo, y el partido se puso patas arriba, como otras tantas veces en Mendizorroza este a?o.

Los dos suplentes intervinieron en el revolc¨®n, que se produjo en el lapso de cuatro minutos. Primero Pablo dio en la diana tras una pared con Salcedo, y despu¨¦s de tocar el bal¨®n en el larguero. Luego Azkoitia remat¨® un bal¨®n que parti¨® de las botas de Salcedo. El caso es que el Alav¨¦s, otra vez y despu¨¦s de varios meses, volvi¨® a ser el rey de los ¨²ltimos minutos con dos goles en los postres. Incluso tuvo dos oportunidades, ambas con Salcedo de protagonista, para completar una tarde tan vertiginosa. Pero era demasiado premio. El Alav¨¦s debe resignarse a llegar a la ¨²ltima jornada con opciones y, por ejemplo, confiar en las victorias del Valencia y del Madrid y que ¨¦ste sea campe¨®n de Europa. M¨¢s que f¨²tbol, es billar.