Una tercera v¨ªa para la ciudad: el modelo humanista

El arquitecto brit¨¢nico Richard Rogers, palad¨ªn de Tony Blair a la hora de transformar Londres de una ciudad rancia y clasista en una metr¨®polis humanizada, en su libro Ciudades para un planeta peque?o, con pr¨®logo de Pasqual Maragall, recoge sus ideas sobre el futuro de las urbes. El modelo humanista que Rogers desarrolla es un macromundo ciudadano. El arquitecto elabora una propuesta abstracta, aplicable y, por lo tanto, modificable y flexible. La ciudad ideal de Rogers deber¨¢ ser, por igual, compacta y polic¨¦ntrica (protectora del campo e integradora de comunidades), diversa en actividades y est¨ªmulos, capaz de mantener un equilibrio entre paisaje y urbanismo, creativa y experimental y, muy singularmente, Richard Rogers propone una ciudad justa en la que los ciudadanos participen en la toma de decisiones. El arquitecto brit¨¢nico quiere conseguir una humanidad c¨ªvicamente urbanizada.En este contexto, la movilidad en las ciudades tambi¨¦n reclama una tercera v¨ªa que propicie el equilibrio y la flexibilidad que demanda Rogers para el urbanismo. Las crecientes dificultades en la movilidad urbana constituyen una prioridad de las pol¨ªticas de tr¨¢fico, transporte y de medio ambiente en las ciudades de la Uni¨®n Europea. Lograr una forma de movilidad sostenible es una condici¨®n previa para la mejora ambiental. Hoy, los niveles de saturaci¨®n que se han alcanzado como consecuencia de la motorizaci¨®n dificultan el funcionamiento eficaz de muchas ciudades, reduciendo la accesibilidad y causando da?os en el medio ambiente que a largo plazo ser¨¢n irreversibles.

Sevilla cuenta en la actualidad, y por primera vez en su historia reciente, con un instrumento que fundamenta su actuaci¨®n en esa ventana abierta hacia una ciudad humanista y c¨ªvicamente urbanizada: el Plan Integral de Ordenaci¨®n Vial (PIOV). En ¨¦l se concibe la movilidad como un elemento de participaci¨®n c¨ªvica en la vertebraci¨®n din¨¢mica de la ciudad. No existen opciones cerradas, sino que se atiene a un dise?o flexible que busca un equilibrio entre accesibilidad y demanda de desplazamientos y un medio ambiente sostenible que favorezca escenarios urbanos c¨®modos y amables para el ciudadano, cualesquiera que sea su forma de desplazamiento (peat¨®n, ciclista, automovilista, usuario del transporte p¨²blico).

La complejidad que han adquirido los problemas generados por las urbes modernas propicia que las soluciones globales sean cada vez m¨¢s raras, y, consecuentemente, la ciudad humanista debe ser un proceso consensuado donde los ciudadanos aporten su visi¨®n, ideal o contingente, del espacio urbano. En este sentido, el PIOV se nutre del Pacto C¨ªvico por la Movilidad en virtud del cual se canalizan las aportaciones ciudadanas a los dise?os de circulaci¨®n.

Por otra parte, la futura ?rea Metropolitana de Sevilla propicia un documento de estas caracter¨ªsticas. La pr¨®xima conurbaci¨®n hispalense debe construirse con documentos proclives a la consolidaci¨®n de modelos din¨¢micos y flexibles y, sobre todo, con un alto grado de consenso en sus l¨ªneas generales. Por todo ello, el PIOV apela, en definitiva, a una tercera v¨ªa, en materia de tr¨¢fico y transportes, que sea capaz de conjugar la demanda de desplazamientos con la sostenibilidad medioambiental para conseguir espacios urbanos humanistas y equilibrados.

Blas Ballesteros Sastre es delegado de Tr¨¢fico y Transportes del Ayuntamiento de Sevilla.