Juan Mars¨¦ asegura que escribe novelas por "un vago placer est¨¦tico y ansia de belleza"
"Lo que me impulsa a escribir es un vago placer est¨¦tico y cierta ansia de belleza que no sabr¨ªa definir. Lo digo con toda la humildad, porque no s¨¦ muy bien qu¨¦ es la belleza". Juan Mars¨¦ (Barcelona, 1933) present¨® ayer en Madrid su ¨²ltima novela, Rabos de lagartija (publicada por Aret¨¦ y tambi¨¦n por C¨ªrculo de Lectores), escrita durante los ¨²ltimos cuatro a?os. La novela se publica siete a?os despu¨¦s de El embrujo de Shangai."Si es una novela triste, yo no tengo la culpa", afirm¨® Mars¨¦ sobre un relato que ha situado en su territorio de la infancia, el barrio del Guinard¨®, en plena posguerra. "Mi recuerdo de aquellos a?os es as¨ª, para m¨ª fueron muy duros". "David es un chaval de unos 14 a?os, un fantasioso, muy embustero y muy imaginativo, por lo que el libro queda empa?ado por el furor de la mentira. La verdad y la mentira, lo real y lo fantasioso, siempre me han interesado". Mars¨¦ a?adi¨®: "El humor de la verosimilitud de ese mundo fantasioso. No hago una cr¨®nica fidedigna y pormenorizada de la realidad. La cr¨®nica s¨®lo me ayuda a escribir la historia que quiero escribir, en la que siempre juegan un papel fundamental los sentimientos". "S¨¦", a?adi¨® el escritor, "que es un riesgo caer en el sentimentalismo, siempre me acusan de eso, pero no me importa. Si la historia es tierna y triste es porque es as¨ª y nada m¨¢s".
Mars¨¦ record¨® ayer una frase de la novela en la que el fantasma del padre le dice a su hijo que si quiere que le crean que no acumule "hechos veraces". "Esta frase es como el curso para navegantes para los lectores de esta novela, es uno de los principios que me ha guiado en este libro", explica el autor de ?ltimas tardes con Teresa, para quien esta nueva novela suya -al contrario que otras- tiene dif¨ªcil adaptaci¨®n al cine. "Creo que las voces de esta novela son poco cinematogr¨¢ficas", a?adi¨® el autor antes de afirmar que, como en otras novelas, ha procurado evitar "la prosa sonajero, ese tintineo del lenguaje"..
Viejos amigos
Rabos de lagartija ("el t¨ªtulo me pareci¨® sugestivo y poco pretencioso, el movimiento del rabo reci¨¦n cortado de una lagartija es una imagen que me recuerda mucho a aquella ¨¦poca") fue presentada ayer junto a Cr¨®nica de la mucha muerte, de Javier Fern¨¢ndez de Castro. Ambos libros forman parte de la colecci¨®n Aret¨¦, formada por las editoriales Plaza y Jan¨¦s, Debate y Lumen.
"Nos conocimos a trav¨¦s de Carlos Barral y desde entonces somos amigos", comentaron ayer los dos escritores. "Aparte de nuestra amistad, no tenemos mucho m¨¢s en com¨²n, en el terreno literario cada uno va por su lado", a?adi¨® Mars¨¦.
Fern¨¢ndez de Castro (Aranda de Duero, 1942) narra en su nueva novela la experiencia de un adolescente hijo de un poderoso industrial gr¨¢fico de Barcelona que llega a una finca cineg¨¦tica. "He intentado contarme a m¨ª mismo por qu¨¦ no entend¨ªa nada cuando era joven, por qu¨¦ no paraba de meterme en l¨ªos", afirm¨® el escritor, que muestra en su novela "una realidad lo m¨¢s disparatada posible".
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