La Vital encarga a un bufete la recuperaci¨®n del aparcamiento que Gordo obtuvo gratis hasta 2024

Caja Vital ha encargado a un despacho de abogados de Vitoria que anule (primero por la v¨ªa extrajudicial y acudiendo a los tribunales si fuera necesario) el acuerdo de cesi¨®n gratuita por 35 a?os al empresario Jos¨¦ Antonio Gordo de la segunda planta del aparcamiento Dendaraba (50 plazas). Gordo, que ha creado en la caja una espesa red de influencias que ha usado para favorecer sus negocios particulares, obtuvo en 1991 la explotaci¨®n del segundo s¨®tano del c¨¦ntrico estacionamiento a cambio de una servidumbre de paso ya establecida a favor de la Vital en las escrituras.

La orden de rescatar las 50 plazas cedidas hasta el a?o 2024 a una empresa de Jos¨¦ Antonio Gordo (Parking-Denda SA) es la primera reacci¨®n oficial de la Caja Vital a la auditor¨ªa interna encargada el pasado a?o por su entonces presidente, Juan Mar¨ªa Urdangar¨ªn, sobre las relaciones comerciales del empresario con la entidad. La investigaci¨®n sac¨® a la luz varias operaciones dudosas protagonizadas por el presidente de la Cooperativa Vitoriana de la Vivienda (Covivi) y algunos de sus socios, en que se vieron perjudicados los intereses de la caja.A fines del pasado abril, la comisi¨®n ejecutiva de la Vital, que preside ahora el independiente Pascual Jover, acord¨® encargar a un despacho de abogados externo la anulaci¨®n de aquel acuerdo de cesi¨®n, por estimar que fue conseguido de mala fe. Al bufete se le ha dado la instrucci¨®n de que intente primero un acuerdo extrajudicial con Parking-Denda, pero que, de no obtener resultados por esta v¨ªa, denuncie el acuerdo ante los tribunales, seg¨²n ha podido saber este peri¨®dico.

El caso m¨¢s evidente

La direcci¨®n de la Vital ha valorado que el caso de la segunda planta del aparcamiento del centro comercial Dendaraba, pese a ser el m¨¢s antiguo de los episodios presuntamente irregulares descubiertos en la auditor¨ªa interna, es, sin embargo, donde m¨¢s clara queda una maniobra de Gordo para sacar provecho particular a costa de la entidad. El empresario, que ya era propietario de la primera planta (125 plazas) del aparcamiento, consigui¨® en julio de 1991 que la caja le cediera gratuitamente la explotaci¨®n del segundo s¨®tano (50 plazas) por 35 a?os, a cambio del derecho de paso de veh¨ªculos al almac¨¦n de su oficina principal de la calle Independencia, al que se accede desde el s¨®tano primero.

El contrato de cesi¨®n gratuita fue aprobado en 1991 por la comisi¨®n ejecutiva de la caja con el informe favorable del entonces subdirector general de Inmuebles, Luis Valle, que manten¨ªa una estrecha relaci¨®n con el presidente de Covivi. La investigaci¨®n interna ordenada el pasado verano por Urdangar¨ªn a ra¨ªz de otros episodios protagonizados por Gordo descubri¨® que en las escrituras del inmueble, formalizadas el 13 de diciembre de 1988, ya se establec¨ªa esa servidumbre de paso a favor de la entidad (entonces, la Caja Provincial de ?lava), sin ninguna contraprestaci¨®n. Ello implicaba que el empresario se hab¨ªa hecho impropiamente con los beneficios de la explotaci¨®n comercial de las 50 plazas del aparcamiento hasta 2024.

La investigaci¨®n interna sac¨® a la luz otras operaciones dudosas de Gordo y algunos de sus socios en empresas inmobiliarias, que igualmente resultaron gravosas y perjudiciales para la Vital. Entre ellas figura la enajenaci¨®n de la antigua sede institucional de la caja, un inmueble de cuatro plantas en el n¨²mero 30 de la calle San Prudencio, que, despu¨¦s de una tortuosa transmisi¨®n, ha terminado recientemenete en manos de una empresa de Gordo y su socio Javier S¨¢enz de Valluerca. La entidad consigui¨® por el edificio alrededor de 650 millones de pesetas reales (lo vendi¨® en 1996 por 800 millones, pero con pago aplazado a 18 meses), cuando, dos a?os antes, S¨¢enz de Valluerca, en su condici¨®n de agente de la propiedad inmobiliaria (API), hab¨ªa tasado su valor en 1.394 millones.

Inicialmente, el inmueble fue adquirido por la caja de pensiones Juan de Urrutia de Iberdrola, con la que Gordo y S¨¢ez de Valluerca hab¨ªan hecho negocios anteriormente. Pero en el momento de hacer el pago, la caja de pensiones vendi¨® el 40% del edificio a sus socios por 235 millones que financiaron con un cr¨¦dito de la propia Vital. Para entonces, 1998, la Juan de Urrutia ya hab¨ªa negociado el arrendamiento de la sede de San Prudencio, 30 al Ayuntamiento de Vitoria por 20 a?os, a raz¨®n de 56 millones los tres primeros y 10 millones adicionales, m¨¢s el IPC, a partir de 2000. Los ingresos por el alquiler en esas dos d¨¦cadas superar¨¢n los 1.500 millones.