Morcilla
Los neoliberales, tan calculadores para unas cosas, son muy cr¨¦dulos para otras. Econom¨ªa de mercado y milagro van del brazo con una naturalidad sorprendente. Los mismos medios que defienden a ultranza el precio libre de los productos de primera necesidad y de la mano de obra son los que m¨¢s p¨¢ginas dedican a las profec¨ªas de F¨¢tima. Creen que el mundo funciona de milagro. En cualquier caso, es evidente que funciona pese a ellos del mismo modo que el Papa vive pese a Ali Agca. Ahora nos acaban de decir que Estados Unidos proyect¨® en 1958 destrozar la Luna con un artilugio nuclear, para asustarnos. Tenemos Luna de milagro, pues. Pero junto a la Luna tenemos tambi¨¦n Hiroshima y Nagasaki, entre otras. La noticia de la Luna parece una profec¨ªa al rev¨¦s.El caso es que cada vez que se desdobla un papelito antiguo es para darnos una mala noticia. Gracias a los ¨²ltimos papelitos hemos sabido que estuvimos a punto de quedarnos sin Luna y sin Papa. Vaya por Dios. Yo, por eso, cuando limpio cajones no leo nada, por si me encuentro con alguna profec¨ªa que a¨²n no se ha cumplido, o que se ha cumplido por mi culpa. A un amigo m¨ªo le lleg¨® el d¨ªa de la boda un telegrama que guard¨® en el bolsillo del chaqu¨¦ o del frac, lo que quiera que se lleve en las bodas, y con la emoci¨®n del acontecimiento se olvid¨® de leerlo. Tres a?os despu¨¦s, volvi¨® a ponerse el traje para acudir al entierro de un director general y se top¨® con el telegrama antiguo, en el que su madre, que viv¨ªa en Estados Unidos, le anunciaba que se quitar¨ªa la vida si persist¨ªa en casarse. La mujer se mat¨® efectivamente a los tres d¨ªas de la boda, pero mi amigo no supo hasta mucho tiempo despu¨¦s que ¨¦l mismo hab¨ªa apretado el gatillo. Ahora est¨¢ divorciado.
Casi prefer¨ªa uno que el Vaticano no siguiera revelando secretos de F¨¢tima ni el Pent¨¢gono secretos de Estado. No hay nada bueno en ellos. Nunca lo ha habido. Los profetas son unos aguafiestas. Jam¨¢s han anunciado nada interesante. Cuando no cuentan el fin del mundo, cuentan el fin de la Luna, o el del Sumo Pont¨ªfice. En cuanto a los neoliberales, podemos vivir perfectamente sin ellos. Es m¨¢s, ellos nos matan. Que les den morcilla.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.