Mej¨ªa, proclamado ganador oficial de los comicios dominicanos

,La Rep¨²blica Dominicana proclam¨® ganador de las elecciones del domingo, con el 49,87% de los votos, y por tanto presidente electo, al socialdem¨®crata y opositor Hip¨®lito Mej¨ªa, superando una historia de fraudes y enfrentamientos civiles y procediendo en paz a la alternancia en el Ejecutivo. Mej¨ªa prometi¨® dedicar sus mayores esfuerzos a los cuatro sectores fundamentales: la educaci¨®n, la salud, la vivienda y el empleo. No parece muy original el compromiso del triunfador del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), porque no hay presidente o dictador latinoamericano que no lo haya enunciado antes.

El nuevo gobernante dominicano deber¨¢ precisar si, para conseguir esas metas y rescatar del atraso a los compatriotas m¨¢s pobres, proseguir¨¢ con la liberalizaci¨®n econ¨®mica y privatizaciones acometidas durante los cuatro a?os del Gobierno saliente, encabezado por el centrista Leonel Fern¨¢ndez, del Partido de la Liberalizaci¨®n Dominicana (PLD). Adem¨¢s de proteger la estabilidad macroecon¨®mica, y un crecimiento de ocho puntos, el ingeniero agr¨®nomo Mej¨ªa deber¨¢ adecuar los tipos de inter¨¦s a las necesidades del aparato productivo, y probablemente reorientar el gasto p¨²blico, cuya insistencia en los grandes proyectos, en detrimento de las peque?as obras de barriada, cost¨® muchos votos al candidato oficialista, Danilo Medina.

Las presidenciales dominicanas concluyeron sin que ninguno de los tres candidatos favoritos obtuviera el 50% m¨¢s uno de los votos. Aunque era preceptivo acudir a una segunda vuelta, la diferencia entre el primero y el segundo fue tan amplia, 700.000 votos en un electorado de cuatro millones de personas, que el caudillo conservador, tercer clasificado, Joaqu¨ªn Balaguer, respald¨® a Mej¨ªa y evit¨® as¨ª una segunda vuelta que se anticipaba a cara de perro. Medina renunci¨® a ella sabiendo que sin el apoyo del jefe del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) su derrota ser¨ªa m¨¢s abultada el 30 de junio.