La llamada de la cumbre
Se cruzan en las cuerdas fijas con ingleses, rusos, suizos, sherpas o japoneses que regresan encantados desde la cima del Everest, aliviados y contentos de poder respirar sin ayuda del ox¨ªgeno artificial. En los ¨²ltimos dias, cerca de 40 alpinistas han accedido a la cima desde la cara norte, todos enchufados a la preciosa botella que minimiza los esfuerzos y le calienta a uno el cuerpo. Ning¨²n espa?ol entre ellos; ¨¦stos han decidido mayoritariamente prescindir de artificios y, en consecuencia, su tr¨¢nsito por la monta?a es otro bien distinto.Anteayer mismo, la mayor¨ªa estuvo en un tris de renunciar. Media vuelta y a casa, es decir a esperar que mejore la climatolog¨ªa descansando en el campo base avanzado. De hecho, Inaki Ochoa de Olza, Carlos Pauner y Koldo Aldaz (de la expedicion Retena Odisea) desandaron lo andado: "Demasiado riesgos que asumir con la nevada que ca¨ªa y el viento que soplaba en el campo 2", explica el primero. Los tres anunciaban una ¨²ltima intentona a partir del lunes. Pero a I?aki Ochoa de Olza le hirvi¨® la sangre y ayer mismo volvi¨® a salir desde el campo base avanzado hacia el campo 3 (25 kil¨®mtros de vuelta) con la intenci¨®n de emprender el camino de la cima en la madrugada de hoy.
Antonio Aquerreta y Mikel Zabalza, del mismo grupo, se lanzaron ayer, en cambio, hacia el campo 3, acompa?ados por Miguel ?ngel Vidal, de la expedicion IPIX. Los tres se fiaron de su instinto y vieron posibilidad de mejoria all¨ª donde el resto s¨®lo percib¨ªa fr¨ªo y malas vibraciones. A 8.100 metros, Zabalza se giro camino del campo 2, impedido por una faringitis, lo mismo que el catal¨¢n Jordi Corominas. Tampoco la valenciana Rosa Real pudo alcanzar el campo 3. Hacia abajo y vuelta a empezar. Otro giro de tuerca para los nervios y la motivacion. Es decir, la t¨®nica general en el otro Everest, el que no admite m¨¢scaras fisicas o figuradas.
Juanito Oiarzabal lleg¨® a plantear seriamente su retirada y la de sus seis compa?eros, Irvine y Mallory incluidos; desde el campo base le aseguraron que el ¨²ltimo parte meteorol¨®gico recibido anunciaba una mejor¨ªa del tiempo para el final de la tarde. As¨ª que aguant¨® y acert¨®.
Existe una suerte de psicosis relacionada con la prediccion meteorol¨®gica. Tan pronto anuncian los suizos cinco d¨ªas de buen tiempo como Internet se descuelga presentando una borrasca furibunda. Carlos Soria asegura desde el sur de la monta?a que el monz¨®n y sus lluvias se adelantan o los neozelandeses se repliegan convencidos de que el viento les barrer¨¢ de la pared.
En realidad, todos los pron¨®sticos son, en parte, acertados. En un mismo d¨ªa puede lucir el sol, hacer calor, nublarse, nevar, despejarse, oscurecerse, enfriar... Imposible atenerse a un patr¨®n de conducta. Cada ma?ana uno se sorprende al mirar hacia el cielo y descubrir un panorama inesperado. Ello ha desquiciado a no pocas expediciones y ha trastocado la l¨®gica de los l¨ªderes de los grupos espa?oles. Algunos alpinistas se han consumido f¨ªsicamente aguardando el buen tiempo y a la hora de atacar la cima se han encontrado absolutamente vac¨ªos. Otros, en cambio, han abandonado el campo base avanzado, camino de la cima, con la moral pegada a las botas, an¨ªmicamente planos y poco dispuestos a sufrir m¨¢s miserias.
Son los efectos del campo base mas inh¨®spito y desagradable del Himalaya, un lugar que le carcome a uno cuerpo y esp¨ªritu de forma tan sutil como implacable. Ayer los espa?oles que todav¨ªa se aferran a la monta?a descansaron en el campo 3 y la pasada madrugada se despegaron de sus tiendas hacia la cima, acompa?ados por una legi¨®n de alpinistas que les adelantar¨¢ sin duda a tres litros de ox¨ªgeno por minuto. Pisar¨¢n el mismo suelo, pero accederan a monta?as "distintas".
En el campo 3 se reunieron ayer la expedici¨®n de Al filo de lo imposible encabezada por Juanito Oiarzabal, la de Euskaltel de Feij¨®o y Edurne Pasab¨¢n; Akerreta y Ochoa de Olza, de Retena Odisea, y el catal¨¢n Vidal de IPIX. Todos con la ansiedad de la cima metida en la cabeza, aprovechando el primer rayo de esperanza de una meteorolog¨ªa adversa. Un contratiempo, a estas alturas, pudiera ser definitivo.
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