Clinton se enfrenta a los dem¨®cratas por la defensa del acuerdo con Pek¨ªn
El presidente cancela su discurso televisado para no irritar a los congresistas de su partido
Bill Clinton cancel¨® ayer el discurso televisado que pensaba dirigir esta noche a sus compatriotas, para explicarles las ventajas de comerciar con China. El motivo de la anulaci¨®n fue no irritar a sus correligionarios dem¨®cratas en el Congreso de Estados Unidos, opuestos en sus dos terceras partes a la normalizaci¨®n de relaciones comerciales con el gigante asi¨¢tico. Richard Gephardt, l¨ªder dem¨®crata en la C¨¢mara de Representantes y adversario de la apertura a China, hizo saber a Clinton que muchos correligionarios del presidente considerar¨ªan el discurso un acto hostil.
En la recta final de su presidencia, Clinton no quiere que a la Ley de Normalizaci¨®n Permanente de las Relaciones Comerciales (PNTR) con China le pase lo que al Tratado de Prohibici¨®n de Pruebas Nucleares o la petici¨®n de v¨ªa r¨¢pida (fast track) en las negociaciones comerciales con Am¨¦rica Latina, dos iniciativas suyas que fueron rechazadas en el Capitolio. Por eso pensaba esta noche poner toda la carne en el asador y dirigirse a sus compatriotas a trav¨¦s de la televisi¨®n. Hubiera sido el primer uso de ese instrumento por Clinton para un asunto de pol¨ªtica econ¨®mica desde que en 1995 expuso sus planes para reducir el d¨¦ficit presupuestario.Pero Gephardt hizo saber el viernes que si el presidente convocaba a las cadenas de televisi¨®n para hacer propaganda a favor de la apertura a China, ¨¦l se ver¨ªa obligado a hacer lo mismo para denostar esa pol¨ªtica. Ante la perspectiva de un conflicto fratricida entre dem¨®cratas en vivo y en directo, Clinton opt¨® ayer por desconvocar a CNN, NBC y Fox, las cadenas que se aprestaban a conectar en directo con la Casa Blanca.
Enfrentamiento
No es infrecuente en Estados Unidos que el jefe del Ejecutivo se enfrente con los legisladores de su propio partido. La democracia norteamericana est¨¢ construida sobre la base de la completa independencia e incluso el pulso permanente entre los dos extremos de la avenida washingtoniana de Pennsylvania: la Casa Blanca y el Capitolio. Pero pocos casos han provocado en los ¨²ltimos a?os alianzas y enfrentamientos tan extra?os como el de las relaciones comerciales con China, uno de los temas de mayor alcance estrat¨¦gico de la pol¨ªtica exterior del imperio estadounidense. Sin que sirva de precedente, el presidente dem¨®crata Clinton y el candidato republicano a su sucesi¨®n, George Bush, coinciden en considerar imperativo que Estados Unidos establezca plenas relaciones comerciales con China. En ese bando militan las grandes empresas y la mayor¨ªa republicana del Congreso.
En el contrario, el que se opone a comerciar con China, figuran congresistas dem¨®cratas, los sindicatos y grupos ecologistas y de derechos humanos, que no olvidan los sucesos de Tiananmen.
Cuando dentro de unos meses se haga balance de la presidencia de Clinton, la promoci¨®n del libre comercio ser¨¢ citada como la ¨²nica constante de su pol¨ªtica internacional. El pr¨®ximo mi¨¦rcoles, esa causa pasar¨¢ en la C¨¢mara de Representantes su prueba suprema. Tras haber sido aprobada por los comit¨¦s econ¨®micos del Senado y la C¨¢mara de Representantes, la ley que establece la normalidad comercial con China ser¨¢ sometida a votaci¨®n en el pleno del ¨²ltimo organismo. Ayer segu¨ªa sin existir una mayor¨ªa a su favor.
Apoyo republicano
En la primera gran apuesta de pol¨ªtica internacional de su campa?a presidencial, el candidato republicano George Bush se alinea a favor de Clinton. La normalizaci¨®n de relaciones con China, dijo Bush el mi¨¦rcoles en una f¨¢brica de Boeing, "es el fruto de una pol¨ªtica bipartidista de tres presidentes", los republicanos Ronald Reagan y George Bush (padre del actual candidato), y el dem¨®crata Clinton. El comercio, a?adi¨® Bush, es "una estrategia de promoci¨®n de la libertad". Siempre atentos a los intereses de las grandes empresas, la mayor¨ªa de los congresistas republicanos votar¨¢n el mi¨¦rcoles a favor de la ley. Parad¨®jicamente, el hombre que lidera esta convergencia de criterios entre los conservadores y Clinton es el tejano Tom DeLay, uno de los mayores activistas del impeachment del presidente por el caso Lewinsky.
Por el contrario, la principal oposici¨®n a Clinton procede de su propio partido. Decenas de congresistas dem¨®cratas han anunciado que se opondr¨¢n a la ley de normalizaci¨®n comercial permanenete con China, como David Bonior, que afirma que China es "un pa¨ªs del que Stalin se sentir¨ªa orgulloso". Otros dem¨®cratas, como el afroamericano Gregory Meeks, se declaran indecisos. Haci¨¦ndose eco del sentir de la central sindical AFL-CIO, pr¨®xima al Partido Dem¨®crata, Meeks dice que "los bajos salarios y las condiciones esclavistas de trabajo que rigen en China pueden costar decenas de miles de empleos en Estados Unidos".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.