Gerenabarrena incluye en la nueva direcci¨®n del PNV alav¨¦s s¨®lo a tres seguidores de su rival
El presidente reelegido achaca la derrota electoral al peso del voto de los inmigrantes
VIENE DE LA P?GINA 1 La asamblea alavesa dej¨® en evidencia las tensiones internas que vive el partido. Mientras Gerenabarrena le¨ªa el peri¨®dico en la recepci¨®n de la sede del partido, en una sala pr¨®xima los delegados se gritaban porque no entend¨ªan c¨®mo era posible que el resultado de la votaci¨®n para la presidencia discrepara de los mandatos que hab¨ªan ido otorgando las juntas municipales.
El PNV cuenta en ?lava con 49 juntas, de las que 39 eleg¨ªan a a un apoderado en la asamblea, seis, a dos apoderados, y las otras cuatro, a tres. El mayor o menor n¨²mero de delegados por junta depende de su n¨²mero de afiliados. Los seguidores de Allende sab¨ªan que, de los 63 votos posibles, cuatro delegados no iban a acudir y otros tres se iban a abstener por los empates en sus juntas. Es decir, hab¨ªa 56 votos en juego de los que cada candidato ten¨ªa garantizados 28, justo la mitad.
El empate t¨¦cnico lo resolvieron al final tres delegados por su cuenta, que se saltaron el mandato de su junta de votar a Allende y apoyaron a Gerenabarrena. Cuando el edil de Vitoria tom¨® la palabra en la asamblea pidi¨® una reflexi¨®n sobre lo ocurrido. Sus seguidores fueron m¨¢s duros al reivindicar casi una investigaci¨®n para resolver ese problema. Adem¨¢s aseguraron que en varias juntas municipales peque?as los afiliados ni siquiera hab¨ªan votado. Podr¨ªan ser los cuatro delegados que no acudieron a la asamblea.
"El escozor de algunos"
La tensi¨®n era evidente y, aunque nadie lo dijo en voz alta, en el ambiente flotaba el convencimiento de que la derrota de Allende respond¨ªa a una maniobra de despachos, sobre todo teniendo en cuenta que en la primera vuelta del proceso electoral Allende hab¨ªa batido al resto de sus adversarios. Pero a la hora de la verdad, volvi¨® a ganar Generabarrena, sobre quien militantes de su partido, cargos p¨²blicos e internos, descargan la responsabilidad de "hurtar" el debate pol¨ªtico en el seno de la formaci¨®n y de haber perdido las elecciones municipales y forales.
Es sintom¨¢tico que Gerenabarrena ni siquiera entr¨® un instante a la sala donde los delegados debatieron durante cinco horas su nombramiento y el del resto de la ejecutiva alavesa. Cuando los miembros del PNV comenzaron a abandonar la sede, pasadas las tres de la tarde, el nuevo presidente se meti¨® en una sala y ofreci¨® sus primeras declaraciones a los medios de comunicaci¨®n. Anunci¨® continuidad en su l¨ªnea de actuaci¨®n y se mostr¨® convencido de que "a pesar del escozor de algunos" no se va a producir una divisi¨®n en el partido.
Luego explic¨® a su manera la posible irregularidad de los delegados que cambiaron su voto: "Hay se?ores que vienen a la asamblea con un mandato de la junta y lo cumplen, y hay otros se?ores que vienen con el mismo mandato, pero a la hora de votar digamos que se confunden. Porque lo que hab¨ªan votado las juntas ya se sab¨ªa".
Luego se encarg¨® de responder a las cr¨ªticas de sus compa?eros de partido. Para rechazar tajantemente su responsabilidad en la p¨¦rdida del poder del partido en ?lava, Gerenabarrena se sum¨® a la l¨ªnea m¨¢s pol¨¦mica de su presidente, Xabier Arzalluz. "Tuvimos algunos fallos fuera de Vitoria, pero en la capital tuvimos un buen resultado porque tenemos que tener en cuenta que el PNV tiene muy poco peso entre los emigrantes. Los que han venido son potenciales clientes del PP y del PSE", dijo el reelegido presidente del ABB.
Finalmente rechaz¨® que su candidatura fuera del aparato. "No es del aparato para nada, mantenemos la l¨ªnea oficial, no somos cr¨ªticos, sino disciplinados". Sin embargo en la lista de los 15 nuevos miembros de la Ejecutiva alavesa s¨®lo figuran tres de los que integraban la lista de Allende: Jon Buesa, hermano del dirigente socialista Fernando Buesa, asesinado por ETA; la parlamentaria de Llodio Covadonga Solaguren y Jos¨¦ Miguel Ollora Garrido.
Egibar reconoce discrepancias
El portavoz del PNV, Joseba Egibar, reconoci¨® ayer la existencia de discrepancias en el partido y de cr¨ªticas a la actual direcci¨®n, e incluso a su persona, pero rest¨® importancia a las mismas al afirmar que, desde hace muchos a?os, en el PNV "se discuten las ideas, los pensamientos y los proyectos, y las personas son meros instrumentos y gestores de esas ideas", seg¨²n informa Genoveva Gastaminza. De este modo aludi¨® ayer Egibar en San Sebasti¨¢n a los reproches realizados hace d¨ªas por Xabier Arzalluz a algunos militantes por sus ataques al portavoz peneuvista.
Egibar reconoci¨® que las cr¨ªticas no le pillan por sorpresa y que sabe que "hay gente esperando que todo fracase en el actual contexto de ruptura de tregua". Pero insisti¨® que en un partido pol¨ªtico, que es por antonomasia "una agrupaci¨®n de voluntarios", tienen que prevalecer las ideas y los proyectos. "Dentro del partido habr¨¢ gente que discrepe, pero el partido tiene suficiente equilibrio como para saber qui¨¦n gestiona qu¨¦ y sobre qu¨¦ bases. Afortunadamente el nuestro es un partido que delibera y decide, despu¨¦s encarga la gesti¨®n y ah¨ª est¨¢ la habilidad de qui¨¦n tenga la encomienda de la misi¨®n".
Tambi¨¦n se refiri¨® a las cr¨ªticas internas el nuevo presidente del PNV en Guip¨²zcoa, Juan Mar¨ªa Juaristi: "El PNV es hoy d¨ªa objeto de deseo del resto de fuerzas pol¨ªticas que tratan de arrastrarle hacia sus propias tesis pero, en realidad, tiene bien perfilada su v¨ªa". A continuaci¨®n advirti¨® de que mientras su partido siga manteniendo la unidad que en estos momentos tiene, "seguir¨¢ siendo durante muchos a?os el eje de la pol¨ªtica de este pa¨ªs".
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