El valor de su dinero
Un alpinista polaco se despe?a a 8.500 metros
Un inesperado empeoramiento del tiempo, con fr¨ªo intenso, vientos de 60 kil¨®metros por hora y fuertes nevadas, oblig¨® ayer a las expediciones espa?olas a desistir de su intento de hacer cumbre en el Everest sin ayuda de ox¨ªgeno artificial. Entre el lunes y el mi¨¦rcoles se producir¨¢n los intentos definitivos, antes de que llegue el monz¨®n. Un alpinista polaco se despe?¨® ayer a 8.500 metros.
El que una gu¨ªa de vinos destaque con las puntuaciones m¨¢ximas a un Vi?a Pis¨®n, un Vega Sicilia, un Pingus o un Baron de Chirel es una obviedad aplastante, algo inexcusable de reconocer si s¨®lo se mira la calidad. Otra pel¨ªcula es el precio. Por eso esta peque?a (s¨®lo en tama?o) gu¨ªa Las mejores compras de vino del 2000 resulta muy pr¨¢ctica y sirve para defender el valor del dinero.La gu¨ªa describe 170 vinos cuyo valor se corresponde con su precio. Se han excluido de ella los caldos con precio superior a 5.000 pesetas.
En cada p¨¢gina figura la etiqueta del vino junto a los datos de la botella y su denominaci¨®n, si la tiene, as¨ª como una descripci¨®n del caldo y un ejemplo de maridajes adecuados. Se califica a cada vino sobre una puntuaci¨®n m¨¢xima de 10 y se da un precio orientativo. Puede haber bastantes oscilaciones seg¨²n el establecimiento en que se compre. Se da tambi¨¦n informaci¨®n sobre la temperatura de consumo y el tiempo de conservaci¨®n.
La gu¨ªa se completa con un listado de 50 vinos atractivos, de notable calidad y con precio inferior a 1.500 pesetas. Finalmente, se relacionan los establecimientos m¨¢s interesantes especializados en vino en toda Espa?a y se ofrecen tres ¨ªndices (por orden alfab¨¦tico, por precio y por calificaci¨®n) que resultan muy pr¨¢cticos, ya que facilitan mucho la b¨²squeda de un vino concreto.
Las mejores compras de vino del 2000. Editorial Paladar (Gourmets) & Oceano 2000.
Precio: 1.690 pesetas.
El fuerte viento impide el pen¨²ltimo ataque a la cima de las expediciones espa?olas
D¨ªa de cima. 22 tiendas amontonadas en el campo 3, a 8.300 metros; 17 alpinistas espa?oles repartidos en su interior. Todo un r¨¦cord. Madrugada, tiempo de ponerse en marcha. Sin ox¨ªgeno artificial y el cielo semidespejado. La v¨ªspera, 17 personas han pisado la cima ayudados por equipos de ox¨ªgeno. Ahora, 11 vascos y navarros, tres catalanes, un abulense, una valenciana y un asturiano quieren hacer lo propio. Sin ox¨ªgeno es otra monta?a, una cima mucho m¨¢s lejana de lo que la vista parece indicar. Salen escalonadamente. Regresan en desbandada. Sin ¨¦xito. O s¨ª: no faltar¨¢ ninguno de ellos en el recuento. La historia es tan cruel como sencilla, resumible en la apreciaci¨®n del alav¨¦s Juan Vallejo: "Nos hemos dado la vuelta con la cima a tiro, a 8.600 metros. Esto es as¨ª, hac¨ªa tanto fr¨ªo que est¨¢bamos qued¨¢ndonos como estacas".El 80 % de los accidentes mortales ocurren despu¨¦s de obtener la foto en la cumbre. I?aki Ochoa de Olza hubiera asegurado que no era un d¨ªa para matarse, pero a la hora se?alada, el navarro de Retena Odisea descansaba en el campo 3, agotado tras una subida rel¨¢mpago desde el campo base avanzado. Para ¨¦l tampoco habr¨ªa cima esta vez.
Con los radiotransmisores ardiendo, la confusi¨®n se abre paso r¨¢pidamente en el campo base: faltan apellidos en el recuento, no aparec¨ªan los vascos de Euskaltel, ni Aquerreta, ni los de la expedici¨®n IPIX o los del grupo andorrano. Se cruzaban noticias contradictorias, crec¨ªa la tensi¨®n.En alguna parte, adem¨¢s, hab¨ªa un cad¨¢ver. Poco antes de las 10 de la ma?ana, alguien asegura haber entrevisto en el campo 3 a Aquerreta, Vidal y Real. No s¨®lo est¨¢n en buenas condiciones, sino que han forzado al l¨ªmite y han logrado superar el segundo escal¨®n, un muro vertical de 30 metros localizado a 8.700 metros de altura. Desde ah¨ª, la cumbre se le echa a uno encima de tan cerca que est¨¢. Desde ah¨ª, se han hecho cruces, han reunido todas sus neuronas sanas y han decidido vivir. Se han girado, han acertado.
De madrugada, el equipo de Al filo de lo imposible establecido en el campo base para ofrecer en directo la llegada a la cima vive segundos de pavor. Acababan de perder el contacto con Oiarzabal y en ese preciso instante alguien anuncia desde los 8.500 metros que acaba de presenciar un accidente. Un alpinista ha resbalado ante las narices de Alberto Zerain antes de frenarse, milagrosamente, metros abajo. Zerain habr¨ªa tratado de ayudarle, habr¨ªa llegado a ver sus heridas, pero no habr¨ªa podido impedir que se deslizara una vez m¨¢s hacia el vac¨ªo.
Todo parece indicar que el fallecido es un alpinista polaco que escalaba en compa?¨ªa de un compatriota del que nada se sabe hasta la fecha. Nadie es capaz de recordar ahora su nombre, quiza porque todos le conoc¨ªamos por su fortaleza y su apodo: Fifteen (quince). En realidad, su apodo obedec¨ªa a una gracia propia: su tienda lindaba con la de Oiarzabal, al que se dirig¨ªa como Mister fifteen, alguien que despu¨¦s de hollar los 14 ochomiles del planeta todav¨ªa tiene moral para repetir en uno de ellos.
El alpinista polaco falta al recuento y a uno le choca que no hayan desaparecido con ¨¦l ni su tienda, ni sus bidones de material, elementos que ahora aparecen inertes, carentes de sentido.
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