Un trabajo para madurar
La Fundaci¨®n S¨ªndrome de Down logra la incorporaci¨®n laboral de 31 discapacitados
Cuando iniciaron su marcha pretend¨ªan dar soluci¨®n a la pregunta de muchos padres de chavales discapacitados: "Bueno, se acab¨® la etapa escolar. Y ahora, ?qu¨¦?". La Fundaci¨®n S¨ªndrome de Down descubri¨® hace cinco a?os que la respuesta no era otra que "pues, ahora, a trabajar". Desde que empezaron a desarrollar esta idea, ya son 31 los j¨®venes que se han formado en el proyecto Stela para lograr despu¨¦s su incorporaci¨®n al mercado laboral.El aula donde Cristina, Ra¨²l y Javier reciben la formaci¨®n inicial est¨¢ repleta de carteles con mensajes de corte empresarial: "Es necesario planificar la tarea para trabajar de forma ordenada" o "una forma de buscar soluciones es pensar en todas las partes importantes del problema". Pero hoy el tema est¨¢ referido a las habilidades sociales, y consiste en plantear una situaci¨®n que se da m¨¢s de una vez en el puesto de trabajo: ?qu¨¦ hacer cuando uno pierde los nervios?
Cristina, de 22 a?os, responde: "Hay que hablar con la persona adecuada en su despacho". Javier, de 21, sugiere: "Ponerme tranquilo y formal". El tercero que est¨¢ en el grupo decide que eso no le pasar¨¢ a ¨¦l. "En esta fase pretendemos darles a los chicos una base que les sirva para cualquier puesto de trabajo", comenta Almudena Hoyos, la monitora.
Es algo que pasa por tratar asuntos de autonom¨ªa personal -"c¨®mo tienen que ir vestidos en funci¨®n de d¨®nde van"-, habilidades prelaborales -"conocer los perfiles profesionales donde suelen colocarse"- y de orientaci¨®n laboral -"c¨®mo elegir un trabajo o c¨®mo mandar un fax"-. Y luego est¨¢ el c¨¢lculo, el lenguaje y el conocimiento del medio, "pero todo muy basado en el entorno inmediato y muy pr¨¢ctico". Por ejemplo, c¨®mo manejar el dinero o conocer qu¨¦ l¨ªnea de metro hay que tomar para ir hasta un determinado punto de la ciudad.
Los chavales que han finalizado la formaci¨®n inicial, que suele durar un a?o, trabajan de auxiliares de oficina y ayudantes de tienda y almac¨¦n, en su mayor¨ªa. Al principio, eso s¨ª, acompa?ados de un preparador laboral que los supervisa. Pero la formaci¨®n no acaba con el trabajo: "Hemos creado aulas con materias que se imparten por la tarde y que ellos eligen": desde cuidado personal hasta inform¨¢tica. Aunque el proyecto estaba dise?ado en un principio para j¨®venes con s¨ªndrome de Down, ahora aceptan todo tipo de discapacidad.
Bego?a Escobar, la encargada del trabajo, conoce bien las bondades del empleo. "Los chavales desarrollan su autonom¨ªa y as¨ª consiguen, adem¨¢s, un c¨ªrculo m¨¢s amplio de relaciones sociales". En una palabra, "maduran y cambian el rol de chicos de cole por el de adultos".
A los tres que est¨¢n en la fase inicial les queda mucho camino por andar. A Cristina le va eso de poner faxes. Ra¨²l habla de currar en la tienda de su t¨ªo Jos¨¦. Javier calla: a¨²n no sabe muy bien qu¨¦ hacer.
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