No, no tienen derecho

El anuncio de una determinada marca de autom¨®viles nos muestra las caras compungidas de una familia que se pregunta si no tiene derecho a conducir fuera del asfalto y a hacerlo por "cualquier terreno". Est¨¢ claro que se trata de promocionar los autom¨®viles capaces de meterse por cualquier sitio, incluidos aquellos que no est¨¢n precisamen-te indicados para la conducci¨®n de veh¨ªculos mec¨¢nicos. Es decir, pistas forestales, ca?adas ganaderas, senderos de paseo, cuestas o pendientes, pasos de corrientes de agua con o sin badenes, etc¨¦tera. Hay que decir que no tienen derecho. Si se quiere llegar a lugares en donde no hay asfalto debe hacerse a pie o en bicicleta, nunca en un veh¨ªculo de motor. La naturaleza s¨ª que tiene esos derechos a los que alude el anuncio. Tiene el supremo derecho de la existencia de su propia idio-sincrasia, de su propia textura y de su propia configuraci¨®n. Las pistas, las ca?adas, los senderos y las pendientes naturales no est¨¢n hechas para los veh¨ªculos motorizados, excepto en aquellos casos en los que sea absolutamente imprescindible, como en los incendios, las inundaciones, los socorros y las cat¨¢strofes que exijan la presencia de veh¨ªculos preparados para ello.

Rotundamente, no tienen derecho. El mayor respeto del modo de ser que se supone civilizado en quien adquiere un veh¨ªculo de esa naturaleza debe tenerse a su propia consideraci¨®n de integrante de una naturaleza que debe ser respetada. Lo s veh¨ªculos deben detenerse donde se termina el asfalto. Lo dem¨¢s es vulnerar el derecho de los espacios naturales a permanecer como est¨¢n.-