Una ONG escolariza a 160 ni?os gitanos de un barrio chabolista en dos a?os
El MPDL se ocupa de su asistencia a clase y les proporciona una comida completa al d¨ªa
El Vacie es un n¨²cleo chabolista sevillano en el que viven unas 700 personas, la mayor¨ªa gitanas, de las que 160 son ni?os en edad escolar. La ONG Movimiento por la Paz, el Desarme y la Libertad (MPDL) desarrolla un programa de escolarizaci¨®n con estos ni?os desde hace dos a?os. Con un presupuesto de 16 millones de pesetas, los llevan y recogen del colegio, controlan su asistencia a clase, les ayudan con las tareas escolares y est¨¢n en contacto con sus padres. Adem¨¢s, les garantizan una comida completa al d¨ªa en un comedor p¨²blico, un rato que utilizan para ense?arles normas de higiene y comportamiento.
En el extrarradio de las ciudades andaluzas hay muchas barriadas como El Vacie, en las que viven ni?os pobres, gitanos, analfabetos y con un futuro tan desesperanzador como el presente que viven junto a sus padres. El programa que desarrolla el MPDL desde hace dos a?os con estos 160 chicos intenta mejorar su situaci¨®n. Sus voluntarios empezaron por matricular a los ni?os en colegios de la zona. Ahora cuentan con un presupuesto de 16 millones de pesetas financiado por la Junta de Andaluc¨ªa para pagar autobuses y material escolar. La Diputaci¨®n de Sevilla pone el comedor.Los resultados de estos dos ¨²ltimos cursos son ilusionantes. "De 15 ni?os que acud¨ªan habitualmente a clase, hemos pasado a tener 156 matriculados, de los que 95 van al colegio con regularidad", dice Raul P¨¦rez, uno de los pedagogos que puso en marcha el proyecto.
El MPDL lucha en El Vacie contra un problema demasiado habitual en la comunidad gitana. Un estudio de la Federaci¨®n de Asociaciones Roman¨ªes de Andaluc¨ªa (FARA) hecho en el curso 1997-98 en 169 colegios, sobre 58.586 alumnos, refleja que el absentismo escolar afecta al 26,6% de los alumnos gitanos. De cada 100 ni?os que faltan a clase en esos centros, 62 son gitanos.
El fen¨®meno obedece a varias razones: la dejadez de los padres; ni?os que hacen novillos; falta de presupuesto familiar para material escolar o deportivo o los continuos cambios de domicilio de estas familias.
Y si dif¨ªcil es llevarlos al colegio en esas condiciones, a¨²n lo es m¨¢s conseguir que los compa?eros los acepten y que ellos se sientan integrados en clase. El racismo es patente, incluso entre ellos mismos. Es habitual que los gitanos espa?oles den de lado a los que llegan desde Portugal.
Juani Gonz¨¢lez es la profesora de apoyo de los 44 ni?os de El Vacie matriculados en el colegio Blas Infante. Su trabajo es cubrir el d¨¦ficit de conocimientos que traen los chavales, muchos de los cuales van al colegio por primera vez. Juani cuenta que "a algunos de ellos no les hablan en clase los dem¨¢s alumnos. Incluso algunos profesores han puesto problemas para tratarlos".
Juani trata de explicarlo: "Todav¨ªa queda mucho trabajo por hacer. Estos ni?os vienen aqu¨ª con una forma de vida muy diferente a la nuestra. Sin nociones de higiene o de comportamiento. No entienden el concepto de tiempo, por ejemplo". La profesora cree que la falta de conocimiento que hay de la cultura gitana dificulta mucho la integraci¨®n de los alumnos y el trabajo de los educadores.
El pedagogo del colegio Blas Infante, Jos¨¦ Manuel Guti¨¦rrez, cree que los que m¨¢s posibilidades tienen de aprovechar su educaci¨®n son los m¨¢s peque?os, de tres y cuatro a?os, que empiezan en igualdad de condiciones a los dem¨¢s, pero que los mayores, que se escolarizan por primera vez con nueve y diez a?os, tienen muy pocas opciones de ¨¦xito. "Pese a todo, que vengan a clase y que aprendan algo, por poco que sea, produce muchas satisfacciones".
"Este curso, el segundo del proyecto, la relaci¨®n entre alumnos y profesores ha mejorado mucho. Incluso hemos conocido a algunas familias de los ni?os. Se avanza, poco a poco y con pasos atr¨¢s, pero se avanza", afirma Reyes Bejarano, la jefa de estudios.
Voluntarios y profesores saben que no ver¨¢n los resultados de su trabajo hasta que, dentro de unos cursos, los ni?os de tres a?os que inician ahora la educaci¨®n infantil salgan del colegio camino del instituto.
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