La parada supo a poco

Los 20.000 barceloneses que asistieron al desfile de ayer en Barcelona parecen pocos comparados con los m¨¢s de 300.000 que, seg¨²n las cr¨®nicas de la ¨¦poca, contemplaron el de mayo de 1981. Ayer, sin embargo, no hab¨ªa entre el p¨²blico viandantes ocasionales ya que, al confinarse la parada militar en Montju?c, hubo que desplazarse expresamente para contemplarlo. Quiz¨¢ por ello muchos no ocultaban su decepci¨®n cuando la parada militar concluy¨® a los 50 minutos de haber comenzado, antes de la una de la tarde.La supresi¨®n del desfile a¨¦reo, por razones meteorol¨®gicas, elimin¨® adem¨¢s la parte m¨¢s vistosa de la parada militar. La existencia de un aparcamiento bajo la avenida de Rius i Taulet oblig¨® tambi¨¦n a prescindir de los carros de combate Leopard y de los blindados Pizarro, las joyas del Ej¨¦rcito de Tierra. Aunque desfilaron 1.800 soldados y m¨¢s de 90 veh¨ªculos, el diputado socialista Jos¨¦ Borrell ech¨® en falta a la Legi¨®n, con la que su hijo hizo la mili voluntario en Bosnia.

El ministro de Defensa, Federico Trillo-Figueroa, no ocultaba su satisfacci¨®n una vez concluido el desfile de ayer. "Barcelona se ha volcado con los ej¨¦rcitos y se ha impuesto el sentido com¨²n", dijo. Y a?adi¨®: "Ha sido una jornada de confraternizaci¨®n con las Fuerzas Armadas".Trillo record¨® que este es el ¨²ltimo desfile de este tipo "no porque lo diga yo, sino porque es lo que se previ¨® en la legislaci¨®n que regula la Fiesta Nacional y el D¨ªa de las Fuerzas Armadas".