Diputaciones derrochadoras

Tantas cuantas veces nos hemos cuestionado la funci¨®n de las diputaciones hemos llegado a la conclusi¨®n de que no son otra cosa que reservas laborales para que los pol¨ªticos practiquen el clientelismo. La de Alicante acaba de ser acusada de "enchufismo" por los sindicatos, una cr¨ªtica extensiva a otras. Adem¨¢s, gastan lo que no tienen. La de Valencia arrastra una deuda global cifrada en 62.693 millones, lo que supone un endeudamiento superior al legalmente permitido, al tiempo que delata una administraci¨®n m¨¢s que dudosa desde el punto de vista contable. A estas alturas todav¨ªa aparecen facturas por gastos imprevistos de 1998 y 1999, lo que autoriza a poner cara la pared a los autores de los presupuestos as¨ª como a los responsables de la gesti¨®n. D¨ªa ha de llegar en que se debata seriamente la viabilidad de estos entes anacr¨®nicos en un Estado de las Autonom¨ªas. Nos cuestan un ri?¨®n, gastan lo que no tienen, propenden a convertirse en taifatos independientes y, por ello, no contribuyen a la vertebraci¨®n del pa¨ªs. Fuera.