Delfines de ida y vuelta

Jos¨¦ Carlos Garc¨ªa, director del Laboratorio de Biolog¨ªa Marina (LBM) de la Universidad de Sevilla, plantea todos los a?os la misma pregunta a los alumnos que, por primera vez, asisten a su clase: "?Qu¨¦ se siente m¨¢s, la muerte de un pollito o la de un pez?". Y todos los a?os, por abrumadora mayor¨ªa, ganan los partidarios del pollito. Es m¨¢s f¨¢cil identificarse con un animal de sangre caliente, tacto agradable y al que podemos acercarnos sin dificultad. Por el contrario, los peces resultan fr¨ªos, viscosos, y su contemplaci¨®n est¨¢ asociada a las pescader¨ªas, en donde se muestran muertos y malolientes. Nuestra propia historia evolutiva nos sit¨²a m¨¢s cerca del pollito que del pez. "La reflexi¨®n que cabe hacerse a partir de esta pregunta", razona Garc¨ªa, "es que los humanos necesitamos hacer un esfuerzo para sentir cari?o hacia el mar y sus habitantes, porque se trata de un mundo oculto, que nos es ajeno".No es sencillo emocionar a una persona habl¨¢ndole de animales a los que nunca ha visto de cerca, o describi¨¦ndole lugares en los que nunca ha estado y, sin embargo, esta es una de las tareas en la que m¨¢s empe?o ponen los responsables del LBM. En sus trabajos de investigaci¨®n siempre hay un espacio dedicado a la sensibilizaci¨®n, a la educaci¨®n ambiental referida al medio marino.

Si las aves han sido hasta ahora las ¨²nicas protagonistas de la investigaci¨®n cient¨ªfica asociada a los movimientos migratorios en el ¨¢rea del Estrecho de Gibraltar, el LBM ha conseguido que, en este mismo cap¨ªtulo, se incluyan los cet¨¢ceos, de cuya abundancia y movimientos en esta zona poco se sabe. El programa Migres, una iniciativa de la Consejer¨ªa de Medio Ambiente ejecutada con fondos Interreg de la UE, dejar¨¢ la pr¨®xima primavera de atender ¨²nicamente a la avifauna, incorporando un apartado para mam¨ªferos marinos.

"En este caso", explica Garc¨ªa, "nos vamos a ocupar de un grupo de animales que, como los delfines, suelen ser de los que m¨¢s simpat¨ªa despiertan entre los ciudadanos, aunque no sepan mucho acerca de ellos". Los bi¨®logos tratar¨¢n, durante cuatro a?os, de precisar el n¨²mero de cet¨¢ceos que habitan o se mueven por zonas concretas del estrecho de Gibraltar, discriminando, con t¨¦cnicas de radiomarcaje, las poblaciones que podr¨ªan considerarse aut¨®ctonas de aquellas que utilizan este ¨¢rea como lugar de paso.

En el interior de la bah¨ªa de Algeciras es f¨¢cil observar ejemplares de delf¨ªn com¨²n, listado o mular, as¨ª como calderones comunes, por lo que se considera que existen poblaciones estables de estas especies en la zona. Pero, al mismo tiempo, se han registrado observaciones de otros cet¨¢ceos, como orcas, ballenas o zifios, sin que se haya analizado hasta ahora su frecuencia de paso, n¨²mero de individuos o ¨¦pocas del a?o en las que aparecen.

Especialmente valioso ser¨¢ el estudio del nivel de contaminaci¨®n que padecen estos animales que, en algunos casos, pueden actuar como bioindicadores de la calidad ambiental del medio en el que viven. "A veces", precisa Garc¨ªa, "es tan f¨¢cil como observar si un delf¨ªn tiene peque?os crust¨¢ceos adheridos a las aletas, lo cual indica que su velocidad no es suficiente como para librarse de estos par¨¢sitos, s¨ªntoma de que est¨¢ enfermo y, posiblemente, por efecto de la contaminaci¨®n".

Durante los veranos de 1990 y 1991 un n¨²mero importante de delfines listados murieron en distintos puntos del Mediterr¨¢neo por una epidemia v¨ªrica. La enfermedad penetr¨® en Espa?a, procedente del Atl¨¢ntico, a trav¨¦s del estrecho de Gibraltar, aunque apenas tuvo incidencia en las costas andaluzas. Seg¨²n algunos expertos, el virus podr¨ªa haber actuado como infecci¨®n superpuesta en animales previamente debilitados. An¨¢lisis toxicol¨®gicos de delfines muertos en las costas de levante revelaron elevados ¨ªndices de contaminaci¨®n por compuestos organoclorados y, en particular, los temidos PCB.

Otros factores que inciden en la supervivencia de estas especies tambi¨¦n se incluir¨¢n en la investigaci¨®n. As¨ª, se analizar¨¢n las rutas migratorias de los cet¨¢ceos y su posible coincidencia con las zonas de mayor tr¨¢fico mar¨ªtimo, en donde son frecuentes los choques con las h¨¦lices de los barcos o el impacto de los vertidos de petr¨®leo y residuos de diferente tipo.

Comentarios y sugerencias a prop¨®sito de Cr¨®nica en verde pueden remitirse al E-mail: sandoval@arrakis.es