Roig dispara las expectativas de una afici¨®n agradecida
Todo estaba preparado. Las tracas, la m¨²sica, los c¨¢nticos. Hubo fiesta en los proleg¨®menos, durante y, sobre todo, despu¨¦s del partido. Esta vez no hab¨ªa que improvisar. Se ve¨ªa venir desde hace algunas jornadas, a diferencia de hace dos a?os. Entonces, los aficionados de una poblaci¨®n muy devota achacaron el logro a un milagro de San Pascual, patr¨®n del pueblo. La creencia no ha desaparecido pero, en cuesti¨®n de f¨²tbol, los simpatizantes del Villarreal se han vuelto pragm¨¢ticos y no dan tanto porcentaje divino a la consecuci¨®n del ascenso. La afici¨®n ha madurado y, por consiguiente, se ha vuelto exigente. Un gran presupuesto, un buen equipo, no cab¨ªa otra cosa que el ascenso, a pesar del margen de dificultad de la empresa. Cuando al principio de campa?a las cosas no ven¨ªan rodadas, los aficionados pusieron en cuesti¨®n el proyecto de Fernando Roig. Y, el Madrigal, se resent¨ªa con medias entradas. Con la llegada de los buenos resultados en el ¨²ltimo tramo de la Liga, lleg¨® la alegr¨ªa a la parroquia amarilla. Y tambi¨¦n las caravanas de aficionados para ver y alentar a su Villarreal lejos del Madrigal. Todo muy acorde con el car¨¢cter maniqueista valenciano. El todo o nada.
El hijo ¨¦xito tiene muchos padres. Y el ascenso del Villarreal no pod¨ªa ser menos. Pero uno por encima de todos: Fernando Roig, m¨¢ximo mandatario del club castellonense. La paciencia, el trabajo, la insistencia y no perder nunca la fe han resultado vitales para recoger los frutos sembrados. Los resultados no acompa?aban en el arranque de la actual temporada y, escarmentado por lo sucedido la campa?a anterior, en la que aguant¨® m¨¢s de la cuenta el t¨¦cnico Jos¨¦ Antonio Irulegui tras un inicio nefasto, despach¨® a las primeras de cambio -transcurr¨ªan tan s¨®lo seis jornadas de campeonato- a Joaqu¨ªn Caparr¨®s, apuesta personal del presidente que le sali¨® rana. Roig volvi¨® a confiar en el "bueno" de Paquito, hombre de la casa y que no pudo, meses atr¨¢s, evitar el descenso del club de La Plana. Con Paquito, los resultados y el juego siguieron sin acompa?ar cuando comenz¨® la campa?a 1999-2000. El Villarreal deambulaba por la mitad de la tabla, sobre todo, por los paup¨¦rrimos registros en el Madrigal. Y Roig no desesper¨®. Muy al contrario. Puso todos los medios para conseguir mejorar la situaci¨®n. Primero con la llegada del mes de diciembre y la apertura del mercado para la contrataci¨®n de futbolistas. El Villarreal se hizo con la cesi¨®n del valencianista Dennis Serban y, sobre todo, con la contrataci¨®n del laureado capit¨¢n del Boca Juniors argentino, Diego Cagna, y, a ¨²ltima hora, la incorporaci¨®n del defesa central Berruet. Roig tampoco permiti¨® la marcha del goleador Mois¨¦s, supuestamente pretendido por el f¨²tbol ingl¨¦s e impidi¨® que el rumano Craioveanu marchara cedido al Celta.
Capeando el presente y pensando en el futuro. Realizando fichajes de jugadores con cach¨¦, caso del internacional argentino Rodolfo Arruabarrena, adquirido por 750 millones de pesetas, y que en seis meses ha multiplicado por dos su cotizaci¨®n. Y, sin parar el crecimiento de la ciudad deportiva, base de los ¨¦xitos de cualquier club que se preste. El primer paso para un Villarreal grande est¨¢ dado. La temporada venidera volver¨¢ a codearse con los grandes. Fernando Roig, empresario ambicioso, tiene puestas las miras m¨¢s altas: consolidar al equipo en la m¨¢xima categor¨ªa y, en un futuro no muy lejano, sumergir al submarino amarillo en competiciones europeas.
"Gracias presidente por devolvernos la ilusi¨®n". Esta pancarta desplegada ayer en el Madrigal refleja el aprecio de la hinchada amarilla por el empresario valenciano, hermano del ex presidente del Valencia Francisco Roig.
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