Gobierno y oposici¨®n de Venezuela no logran acordar una nueva fecha para las elecciones

La primera reuni¨®n entre la plenipotenciaria y oficialista Comisi¨®n Legislativa (Parlamento interino de Venezuela) y la fragmentada oposici¨®n concluy¨® sin acuerdo sobre las condiciones de una nueva fecha electoral. Suspendidos, por imponderables t¨¦cnicos de trasfondo pol¨ªtico, los comicios del domingo, el partido del Gobierno, el Movimiento Quinta Rep¨²blica (MVR), se niega a destituir al Consejo Nacional Electoral (CNE), nombrado por la Comisi¨®n Legislativa. La oposici¨®n lo exige, atribuyendo a esos inspectores subordinaci¨®n pol¨ªtica e ineptitud.

El CNE desvi¨® ayer las culpas, citando incumplimientos de contrato por la empresa estadounidense Election Systems & Software. Las fuerzas antigubernamentales, con el candidato presidencial, Francisco Arias C¨¢rdenas, a la cabeza, afrontan el dilema de acudir a la confrontaci¨®n o negociar concesiones. A las primeras de cambio, abraz¨® la primera tesis el partido Acci¨®n Democr¨¢tica (AD), socialdem¨®crata, uno de los dos partidos tradicionales venezolanos, acusado por el presidente, Hugo Ch¨¢vez, de abanderar el desgobierno y la corrupci¨®n imperantes durante cuatro d¨¦cadas de bipartidismo. Las diferencias entre las posiciones oficiales y opositoras no son menores, y su superaci¨®n en la ronda de consultas prevista no ser¨¢ f¨¢cil. Arias reclama el arbitraje de terceros, la intervenci¨®n de instancias civiles ajenas al entorno gubernamental, pues niega la existencia de poderes del Estado independientes y sospecha de la imparcialidad de las instituciones judiciales y de las investigaciones acometidas por la Fiscal¨ªa General.

"Los miembros del CNE ya debieran estar presos", declar¨® el secretario general de Causa R., uno de los grupos que secundan las aspiraciones de Arias C¨¢rdenas, compa?ero del jefe de Gobierno, Hugo Ch¨¢vez, durante el golpe del 4 de febrero de 1992 contra el socialdem¨®crata Carlos Andr¨¦s P¨¦rez. Hoy es su m¨¢s enconado adversario. Los integrantes del CNE no han ido presos, ni han dimitido, y su permanencia es defendida por portavoces del MVR. Los cambios de ¨²ltima hora del partido oficial en la base de datos del sistema automatizado determinaron su suspensi¨®n, seg¨²n la oposici¨®n.

El CNE neg¨® haber aceptado modificaciones en las listas de candidatos fuera del plazo fijado por la firma ES&S, que comparti¨® con la espa?ola Indra la preparaci¨®n del proceso. "La destituci¨®n del consejo no es posible porque llevar¨ªa las elecciones hasta diciembre debido a que la destituci¨®n va primero al Tribunal Supremo y habr¨ªa que seguir otros diez procedimientos", justific¨® Omar Meza, dirigente del partido fundado por Ch¨¢vez. Otro de los partidos que integran la coalici¨®n gubernamental, el Movimiento al Socialismo (MAS), admiti¨®, a trav¨¦s de Leopoldo Puchi, que el CNE no es fiable y conviene su sustituci¨®n, al menos parcialmente.

El democristiano COPEI, socio de AD durante la hegemon¨ªa bipartidista, pidi¨® un informe sobre las fallas t¨¦cnicas antes de abordar una nueva convocatoria a urnas. AD y COPEI, estigmatizados todav¨ªa, pugnan por recuperar espacio pol¨ªtico presentando caras j¨®venes despu¨¦s de las sucesivas barridas electorales de Ch¨¢vez. Su gancho popular, sin embargo, es poco, y observa a Arias C¨¢rdenas como el candidato a apoyar en las presidenciales.

El factor tiempo

El equipo de campa?a de Arias, varios asesores del comandante disidente, ex gobernador del Estado petrolero de Zulia, celebran en privado la suspensi¨®n de las elecciones m¨¢s complejas de la historia nacional, con m¨¢s de 33.000 candidatos disputando 6.241 cargos, argumentando que el tiempo juega a su favor, que sube en los sondeos La empresa encuestadora Datan¨¢lisis anticip¨® d¨ªas atr¨¢s que el presidente Ch¨¢vez hubiera sido reelegido por otros seis a?os con el 54% de los votos contra el 37% de Arias C¨¢rdenas. La victoria de Ch¨¢vez y su partido, el MVR, no ser¨ªa arrolladora en la Asamblea Nacional, fundamental para el desarrollo legislativo de la prometida revoluci¨®n bolivariana. Buena parte de las gobernaciones, alcald¨ªas, juntas municipales y parroquiales quedar¨ªan en manos de la oposici¨®n, que probablemente negociar¨ªa un frente de oposici¨®n contra la mayor¨ªa oficial.

"Son elecciones cr¨ªticas, donde no hay lealtades de partidos y s¨ª una volatilidad donde quiz¨¢s el tiempo puede tener un tipo de influencia", sostiene el profesor universitario Ricardo Sucre. No parece probable, sin embargo, un esencial cambio de opini¨®n en el n¨²cleo duro chavista, en el electorado que, culpando de su pobreza a los desmanes del bipartidismo, permiti¨® a Ch¨¢vez ganar las cinco elecciones registrados en el pa¨ªs desde diciembre de 1998.