Una literatura sin escritores M. V?ZQUEZ MONTALB?N
Los profesores de Universidad se quejan de que los alumnos que les llegan del bachillerato padecen amnesia hist¨®rica y para orientarles los saberes hay que desmontar algunas inexactitudes de espacio y tiempo. Por ejemplo suelen desconocer la capital de Hungr¨ªa o de Turqu¨ªa e incluso a veces dudan de la ubicaci¨®n exacta de Extremadura ?No ser¨¢ Extremadura una abstracci¨®n? Los te¨®ricos de la cultura lamentan que ya no se lea como antes, desde el supuesto de que hubo una edad de oro en la que colgaban los libros de los ¨¢rboles y los paseantes los cog¨ªan como frutas del bien y del mal, le¨ªan hasta entrada la noche y en invierno viajaban hacia el sur. Es mentira. Hasta hace pocas d¨¦cadas la mayor¨ªa social era analfabeta y desconoc¨ªa el libro. Durante mi ense?anza general b¨¢sica y bachillerato no se nos estimul¨® jam¨¢s oficialmente a leer libro alguno que no fueran los de texto y seg¨²n los puntos de partida socioculturales le¨ªamos lo que le¨ªamos seg¨²n pautas heredadas o ambientales, nunca escolares.Los planes de educaci¨®n de la democracia introdujeron el comentario de textos, lo que implicaba leer textos, no s¨®lo aprehender memor¨ªsticamente la lista de reyes godos de la Literatura, sino comprobarlos mediante sus obras, y han le¨ªdo m¨¢s los escolares espa?oles y catalanes en estos ¨²ltimos 25 a?os que los escolares precedentes durante un siglo. Que hayan le¨ªdo forzados es otra cosa, soliviantados porque leer libros de literatura probablemente no sirva para nada y en cambio les distrae de la dedicaci¨®n a ciencias m¨¢s exactas, l¨²gubre o presuntamente lucrativas, y les impide ver los No-Do del pujolismo. Pero han le¨ªdo y en algunos de estos escolares se han desarrollado milagrosos h¨¢bitos de lectura competitivos con la tendencia a la pasividad dial¨¦ctica del receptor de mensajes exclusivamente audiovisuales.
Al cerebro ¨¢grafo al que se le ocurri¨® que desaparecieran la Historia de la Literatura y la interpretaci¨®n de textos concretos, s¨®lo se le pueden suponer galones de estratega cultural tan gal¨¢ctico que no es de este mundo o un estado de majader¨ªa transitoria agravado en lo que concierne a la cultura literaria catalana y a la mism¨ªsima reivindicaci¨®n nacional catalana, sin perder de vista que pueda tratarse de un infiltrado de los servicios secretos del nacionalaznarismo. Cuando la reivindicaci¨®n nacional catalana descansa muy fundamentalmente en la lengua como se?a de identidad, acu?ar una lengua sin escritores es como inculcar el f¨²tbol sin futbolistas, con Van Gaal pero sin Figo. Y es que algo de Van Gaal han tenido los comisarios pol¨ªtico-culturales responsables de esta fechor¨ªa, rasgos f¨¢cilmente detectables en la apreciaci¨®n del cubicaje de la cabeza paralep¨ªpeda.
Los argumentos de que tal decisi¨®n fue tomada ante las quejas de los padres por el aprendizaje de cosas inservibles me llevan a la consideraci¨®n de que muchos padres necesitan clases urgentes de educaci¨®n permanente, o al menos que la autoridad cultural deje de comportarse seg¨²n la demanda del mercado y practique la pedagog¨ªa elemental de sembrar la duda de por qu¨¦ es m¨¢s ¨²til saber el nombre de los presidentes de la Generalitat o de los reyes godos del PP que el de los escritores que desde la contemporaneidad ejemplarizan literariamente el uso de la lengua. Memoria hist¨®rica para las dos o tres promociones renaixentistes que se suceden hasta la guerra civil, pero memoria corresponsable con los que en los ¨²ltimos 30 o 40 a?os han tratado de literaturizar la relaci¨®n dial¨¦ctica entre vida e historia. Memoria corresponsable para escritores tan inmediatos como desaparecidos, ll¨¢mense Ferrater, Capmany, Montserrat Roig, Jaume Fuster, Maria Merc¨¨ Mar?al, entre otros, que merecen ser patrimoniales y vivificados al margen del noticierismo de las presentaciones o del "?qu¨¦ nueva obra tiene usted entre manos?".
Si hago ¨¦nfasis en los escritores en lengua catalana es porque me parece m¨¢s flagrante el desconcierto entre lo que se dice y lo que se hace desde una Administraci¨®n catalanista. En cuanto a los escritores en lengua castellana que vivimos y trabajamos en Catalu?a, j¨®venes y bachilleres, leednos, por favor, digan lo que digan los padres y los polit¨®logos culturales de la Generalitat. Somos muy buenos literariamente y civilmente hacemos lo que podemos. Ninguno de nosotros es del Real Madrid, somos partidarios de la libertad sexual y nada se nos escapa en cuanto a modernidad. Navegamos por Internet, quien m¨¢s quien menos ha puesto una ONG en su vida y estamos contra la ONG globalmente hegem¨®nica: Empresarios sin Fronteras.
?Joven y j¨®vena! Pi¨¦rdete una inauguraci¨®n de Pujol retransmitida por TV-3 y lee poemas de Margarit o novelas de Mars¨¦. A t¨ªtulo de ejemplo.
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