La fiscal¨ªa de Indonesia ordena el arresto domiciliario de Suharto por corrupci¨®n
El fiscal general del Estado, Marzuki Darusman, orden¨® ayer el arresto domiciliario del ex presidente de Indonesia, el general Suharto, por la supuesta apropiaci¨®n de varios millones de d¨®lares destinados a organizaciones de caridad que el dictador controlaba. El fiscal orden¨® la medida cautelar para interrogar "cuando sea necesario" a Suharto, que hasta el momento ha eludido todas sus comparecencias ante la justicia alegando problemas de salud. Las investigaciones concluir¨¢n en agosto, fecha en que el general podr¨ªa ser acusado de corrupci¨®n.
El portavoz de la fiscal¨ªa, Yushar Yahya, explic¨® ayer que el arresto domiciliario tiene como objetivo "concluir las investigaciones seg¨²n lo planeado y siempre teniendo en cuenta el estado de salud de Suharto", de 78 a?os de edad. El ex presidente fue hospitalizado el a?o pasado tras sufrir un leve ataque de apoplej¨ªa, y desde esas fechas sus abogados han utilizado sus problemas de salud para aplazar en repetidas ocasiones sus comparecencias ante los fiscales. No obstante, Marzuki Darusman declar¨® la semana pasada que, "al contrario de lo que dicen sus abogados, es muy posible interrogar a Suharto".El fiscal general explic¨® hace una semana a Efe que su departamento pretend¨ªa trasladar al ex dictador a una residencia oficial donde estar¨ªa "bajo supervisi¨®n" de las autoridades, as¨ª como protegido de las manifestaciones estudiantiles. Casi a diario, y de forma violenta, los estudiantes se concentran frente a su domicilio para exigir su comparencia ante la justicia no s¨®lo por corrupci¨®n, sino tambi¨¦n por la violaci¨®n de los derechos humanos a lo largo de 32 a?os de una cruel y ruinosa dictadura que ha precipitado al pa¨ªs en una profunda crisis econ¨®mica.
La lucha contra la corrupci¨®n constituye uno de los m¨¢s importantes desaf¨ªos del nuevo presidente indonesio, Abdurraman Wahid, que, al contrario de lo que se pensaba, no ha dado muestras de combatir una plaga casi end¨¦mica en las altas esferas del poder. La reciente destituci¨®n del ministro para las Inversiones y Empresas P¨²blicas, Laksamana Sukardi, uno de los m¨¢s firmes impulsores de la lucha contra la corrupci¨®n, ha abierto serias dudas sobre la voluntad pol¨ªtica y la capacidad de maniobra del presidente para hacer frente a la red de intereses y privilegios de la familia Suharto.
Sukardi, destituido bajo algunas insinuaciones sobre supuesta corrupci¨®n, se empe?¨® en exigir a la todopoderosa Texmaco, un grupo empresarial fundado en 1970 y dedicado a todo tipo de actividades (industria textil, siderurgia, automoci¨®n, banca o empresas financieras), una serie de cr¨¦ditos por valor de 1.000 millones de d¨®lares (unos 180.000 millones de pesetas) que deber¨ªa reponer y no hizo. El presidente de la compa?¨ªa, Marimutu Sinivasan, un indonesio de procedencia india tamil y amigo de Suharto, consigui¨® convencer al presidente Wahid por medios no muy claros (en medios pol¨ªticos y diplom¨¢ticos se rumorea que fue debidamente compensado por sus servicios) para destituir al ministro que precisamente hab¨ªa iniciado la reclamada lucha frente a las tramas mafiosas.
El propio Sukardi y el actual ministro de Econom¨ªa, Hacienda e Industria, Kwik Kian Gie, reconoc¨ªan recientemente que exist¨ªan otros 12 casos similares al de Texmaco, entre ellos, el del grupo Humpuss, propiedad de Tommy Suharto, y Tirtaras, de un hermano del general Prabowo, yerno del ex dictador.
El profesor de Econom¨ªa Pol¨ªtica de la Universidad de Chicago y uno de los m¨¢s conocidos analistas sobre la situaci¨®n indonesia, Jeffrey Winters, calificaba de "injusticia" la destituci¨®n de Sukardi. A su juicio, el ex ministro de Inversiones P¨²blicas "es un hombre con un impecable r¨¦cord de honestidad" que ha recibido un "tratamiento mucho menos respetuoso que el general Wiranto, envuelto en cr¨ªmenes contra la humanidad en Timor Oriental". "Su pecado", dec¨ªa Winters en el Jakarta Post, "ha sido intentar impedir la corrupci¨®n, no entrar en el juego del dinero sucio y facilitar cr¨¦ditos de forma apropiada". "El caso Texmaco", dice el analista, "ha hecho de Sukardi un h¨¦roe popular".
Sistema familiar
Otro de los m¨¢s respetados observadores econ¨®micos sobre la situaci¨®n indonesia, Steven Radelet, profesor de Harvard y responsable del Instituto Internacional para el Desarrollo, explica que "la estructura indonesia no pudo combatir la expansi¨®n del sistema financiero de la familia Suharto a principios de los noventa y poco ha podido hacer cuando las relaciones de Suharto con el FMI se deterioraron irreparablemente a principios de 1998". La situaci¨®n es tan grave que el director general de ¨¢reas costeras, playas y peque?as islas, Rohmin Dahuri, de acuerdo con el Ministerio de Explotaci¨®n Mar¨ªtima, anunci¨® recientemente la oferta para alquilar a inversores de todo tipo, por contratos que puedan llegar a los 35 a?os, el uso de las m¨¢s de 10.000 islas deshabitadas del archipi¨¦lago.
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