Necesidades
Las necesidades personales son muy traicioneras. Se puede uno pasar a vida coleccionando sellos sin saber que lo de verdad necesita son alfileres de colores o natillas con clara montada o un bons¨¢i. Pero adem¨¢s da igual, porque como necesitamos necesidades y nos las meten por los poros y ya no sabemos qu¨¦ hacer con ellas, lo mejor es aguantarlas estoicamente, sin caer en la tentaci¨®n de removerlas para no atizarlas, como a las ascuas del fuego. La excepci¨®n ser¨ªa un libro; un buen libro no te traiciona ni te confunde.Alguna que otra vez, ya sea por indisposici¨®n mental, hormonal o de cualquier ¨®rgano atravesado por la emoci¨®n, caemos en un estado de sensibilidad tan de m¨ªrame y no me toques que la menor omisi¨®n, olvido o desatenci¨®n ajena desencadena una hecatombe. Son momentos de necesidades de igual tama?o y radicalidad, o sea, desbocadas, como pudiera ser el ¨¦xito, la fama o el amor desinteresado, henchidor y estimulante de todo el mundo. Y como independientemente de la causa, el efecto es pura fantas¨ªa, el remedio debe ser otra ficci¨®n capaz de barrer el desaliento: ?qu¨¦ otra cosa sino un libro?
Tambi¨¦n existen momentos de felicidad, en los que no se necesita nada de nada, pero s¨ª debe uno pararse a pensar en lo que tenemos, para estirarlo y protegerlo lo m¨¢s posible. Bueno, pues tambi¨¦n para empezar a pensar no hay mejor recurso que el del repetido libro. En cualquier caso conviene seleccionar la historia en la que uno se va a meter, no es cuesti¨®n de coger lo primero que te den, como pasa con la televisi¨®n. Ha de ser literatura que nos interese y, a ser posible, que nos admire, con sentido del humor para que nos arranque la sonrisa, con alg¨²n tipo de realidad para que nos identifiquemos, con ingenio para que nos sorprenda, con sorpresas para que nos atrape el gusanillo y con ternura para que nos emocione.
?Qui¨¦n ha o¨ªdo hablar de un amor a¨¦reo, vertical, que apenas dura una d¨¦cima de segundo? No quiero dar m¨¢s pistas ni contar la pel¨ªcula. Ya s¨®lo queda decir a qu¨¦ libro sanalotodo me refiero. Lo escribi¨® Hip¨®lito G. Navarro y se llama Los tigres albinos. Es sorprendentemente bueno.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.