Las cuentas del se?or Maz¨®n
?No faltaba m¨¢s! El se?or Maz¨®n continua ilumin¨¢ndonos con sus cuentas. O, mejor, con sus cuentos. De hecho, si todas sus interpretaciones son igual de acertadas que las realizadas sobre la liquidaci¨®n presupuestaria del ejercicio 1999 de RTVV, habr¨¢ que convenir que el se?or Maz¨®n m¨¢s bien oficia de cuentista que de contable. Una muy loable vocaci¨®n period¨ªstico-literaria arrastra al consejero socialista a opinar, no sin ligereza, sobre cualquier cosa que pueda guardar relaci¨®n con nuestra televisi¨®n auton¨®mica. El cuentacuentos ver¨ªa realizadas sus esperanzas de no ser porque la sociedad valenciana es ya una sociedad adulta, am¨¦n de alfabetizada. En este sentido, la cantinela de que los gestores de RTVV son unos despilfarradores manirrotos forma parte ya de un vinilo rayado que no convence a nadie.?Sabr¨¢ el se?or profesor que para sumar dos magnitudes, ¨¦stas deben ser del mismo g¨¦nero? ?O esto no se explica en la FP? Sinceramente y sin acritud: no creo que le beneficie ni a ¨¦l, ni a su partido, ni a la televisi¨®n valenciana, que insista en ese c¨®ctel de ignorancia y atrevimiento en que, el se?or Maz¨®n ha convertido sus apocal¨ªpticas denuncias de deuda y quiebra. Los discursos tremendistas no debieran ser propios de profesores serios como el se?or Maz¨®n. Compon¨¦rselas para poder afirmar que RTVV perdi¨®, el pasado ejercicio, 18.587 millones de pesetas, cuando la cifra real supera ligeramente la sexta parte de ese montante, es pura demagogia s¨®lo explicable en quien no tiene argumentos pol¨ªticos y, adem¨¢s y para su desgracia, desconoce las reglas m¨¢s elementales de contabilidad empresarial. Si, como el se?or Maz¨®n hace, no contamos como ingresos las aportaciones econ¨®micas de la Generalitat, nos encontraremos ante el absurdo de que todas las administraciones p¨²blicas son absolutamente deficitarias, hasta el punto de que su deficit pr¨¢cticamente iguala a su presupuesto. Las aportaciones de dinero p¨²blico son "ingresos", se?or Maz¨®n, y no las puede usted contabilizar como "p¨¦rdidas". El se?or Maz¨®n desconoce estas cuestiones elementales o, lo que es peor, act¨²a bajo los efectos de una estre?ida mala fe patente y vergonzosa.
En estos momentos, RTVV, a diferencia, por ejemplo, de TV3, no tiene ning¨²n d¨¦ficit ni endeudamiento privado, lo cual la sit¨²a en un lugar de privilegio en el sector. Adem¨¢s, el se?or Maz¨®n tendr¨ªa que valorar que los costes empresariales siempre van en consonancia con los objetivos. ?Qu¨¦ clase de televisi¨®n quiere usted? ?Una televisi¨®n, por ejemplo, sin los derechos de emisi¨®n del Valencia, CF? Desde luego, se?or Maz¨®n, ser¨ªa m¨¢s barata. Pero pregunte usted a sus votantes si es ¨¦sa la televisi¨®n que desean. RTVV debe cubrir el espacio de una televisi¨®n de masas sin perder su car¨¢cter de servicio p¨²blico. Es un dif¨ªcil equilibrio s¨ª, pero desde luego no se alcanza basculando hacia ofertas elitistas. El se?or Maz¨®n, m¨¢s all¨¢ de cuentos y cuentas, debiera aclararse sobre esta cuesti¨®n.
La mayor¨ªa de los consejeros de RTVV estamos ya acostumbrados a sus historietas -roman?os, decimos en valenciano-. Cuando carece de argumentos, inventa cuentos, no como un simple charlat¨¢n de feria, pero con tan poca fortuna que deja sus limitaciones demasiado a la vista. Utilizar la televisi¨®n p¨²blica valenciana como arma arrojadiza en la arena pol¨ªtica, es una estrategia civilmente insana que, al alejarse del tratamiento responsable del sector p¨²blico de la comunicaci¨®n, evidencia el escaso apego de quien lo hace a la sociedad en la que vive. Lo m¨¢s grave es que el se?or Maz¨®n sabe que miente. Sabe que la liquidaci¨®n presupuestaria de RTVV ha mejorado notablemente la situaci¨®n con respecto al a?o anterior, a pesar del aumento de actividad y de los ¨¦xitos de audiencia en un panorama de competencia empresarial cada vez m¨¢s duro. Sabe que una empresa en expansi¨®n, como es RTVV, que aspira a ser un grupo multimedia de referencia en el siglo XXI, tiene la necesidad de invertir permanentemente en innovaci¨®n e infraestructura de manera que pueda seguir cumpliendo su papel de motor del sector audiovisual de la Comunidad Valenciana.
En este sentido, sorprende que alguien, a quien se le supone cierto conocimiento de RTVV y una formaci¨®n profesional rigurosa, mezcle desvergonzadamente unos datos con otros intentando confundir a la opini¨®n p¨²blica. Mezclar y confundir gastos, aportaciones de capital y modelo de financiaci¨®n, por ejemplo, demuestra falta de profesionalidad o mala fe. Porque, adem¨¢s, debe saber, por otra parte, que RTVV no puede ni debe tener objetivos estricta ni fundamentalmente comerciales o econ¨®micos, sino que debe primar la voluntad de realizar una televisi¨®n y radio de calidad orientadas al cumplimiento de un servicio p¨²blico. Y esto, como es obvio, no se puede lograr sin el apoyo financiero de la Generalitat Valenciana. Pero es que, adem¨¢s, los gastos de RTVV son moderados respecto de otros operadores p¨²blicos o privados, tal como se desprende, por ejemplo, del anuario GECA de la televisi¨®n, informe profesional y objetivo que el consejero televisivo Maz¨®n parece desconocer.
Las aportaciones financieras de la Generalitat Valenciana a RTVV son imprescindibles, pero no s¨®lo ahora: lo han sido siempre desde su misma creaci¨®n en 1986 y del inicio de sus emisiones en octubre del 89. A¨²n m¨¢s, realizar una televisi¨®n y radio de servicio p¨²blico, atendiendo a los criterios de la Ley de Creaci¨®n de RTVV, precisar¨¢ cada d¨ªa de mayor financiaci¨®n p¨²blica, precisamente por la desventaja que nuestra televisi¨®n encuentra en el mercado respecto de las televisiones estrictamente comerciales. A ello cabe a?adir que RTVV dispone de dos canales nuevos desde 1997 (Punt 2 y CCV), adem¨¢s de la red propia de transporte y difusi¨®n de la se?al, y que RTVV invierte m¨¢s que nunca en inmovilizado para mejorar la calidad de las emisiones. Todo esto sin tener en cuenta que algunas inversiones, como el f¨²tbol en abierto o las nuevas tecnolog¨ªas y aplicaciones, tambi¨¦n se llevan a cabo gracias al celo profesional de los trabajadores de RTVV y con una limitaci¨®n m¨¢s que notable en inversiones y recursos. Tampoco es serio ocultar, se?or Maz¨®n, que RTVV, a d¨ªa de hoy, no tiene ning¨²n tipo de endeudamiento privado, lo que le confiere una especial fortaleza en el panorama audiovisual espa?ol. Revise, pues, usted sus cuentas y no nos cuente m¨¢s cuentos, se?or profesor.
Antonio Lis es vicepresidente de la Diputaci¨®n de Valencia.
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