El Foro de Malmoe admite el fracaso de las pol¨ªticas contra el deterioro ambiental
Francia propone que una entidad mundial controle la gesti¨®n del medio ambiente
M¨¢s de 100 pa¨ªses presentes en el Foro Mundial de Ministros de Medio Ambiente, en Malmoe (Suecia), han reconocido que, pese a los m¨²ltiples compromisos y declaraciones para frenar la degradaci¨®n del medio natural, ¨¦ste se deteriora de forma alarmante. "Se han hecho esfuerzos positivos, pero a todas luces insuficientes", reconoce la declaraci¨®n de Malmoe, suscrita por los pa¨ªses miembros del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). El Foro Mundial urge a tomar medidas eficaces y la declaraci¨®n subraya la "grave discrepancia" entre los compromisos adquiridos y la acci¨®n real.
La ministra francesa de Medio Ambiente, Dominique Voynet, lanz¨® ayer la idea de establecer una Organizaci¨®n Mundial del Medio Ambiente, bas¨¢ndose en el modelo de la Organizaci¨®n Mundial del Comercio (OMC). "El PNUMA no puede garantizar la coordinaci¨®n de todos los convenios existentes, y no cuenta con el presupuesto necesario", dijo Voynet, quien insisti¨® en que la nueva agencia, al tener presupuestos propios, crear¨ªa un sistema de "contribuciones fijas".La Declaraci¨®n de Malmoe ser¨¢ llevada a la Asamblea General de la ONU que se celebrar¨¢ el pr¨®ximo septiembre. "El a?o 2000 define un momento clave en los esfuerzos de la comunidad internacional para frenar la degradaci¨®n ambiental", dice el documento. "Hay una discrepancia alarmante entre los compromisos y la acci¨®n. Los objetivos y prioridades consensuados por la comunidad internacional sobre el desarrollo sostenible, como la adopci¨®n de estrategias nacionales y el aumento de las ayudas a los pa¨ªses en desarrollo, deben ir mucho m¨¢s lejos que hasta ahora".
El texto afirma que "las ra¨ªces de la destrucci¨®n ambiental yacen en problemas como la pobreza, una distribuci¨®n desigual del bienestar y la carga de la deuda externa de los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo".
Los principales desaf¨ªos contra la naturaleza identificados en la reuni¨®n de R¨ªo de Janeiro (Brasil) en 1992 se han globalizado y agudizado por los h¨¢bitos consumistas insostenibles de Occidente. La presi¨®n demogr¨¢fica (la Tierra tendr¨¢ 3.000 millones m¨¢s de habitantes dentro de 50 a?os) y el desarrollo de megaciudades, el tremendo riesgo de cambio clim¨¢tico, la crisis de agua dulce (el nivel fre¨¢tico de la meseta china, donde se produce el 40% de las cosechas del pa¨ªs, desciende 1,6 metros anuales) y sus consecuencias para la seguridad alimentaria, la insostenible explotaci¨®n de los recursos biol¨®gicos, la sequ¨ªa y la desertificaci¨®n, la deforestaci¨®n incontrolada, el aumento de la gravedad de los desastres naturales, las amenazas a la salud humana y el medio ambiente por la contaminaci¨®n de productos qu¨ªmicos peligrosos son las cuestiones m¨¢s urgentes.
Henri Parmentier, de Greenpeace, est¨¢ persuadido de que los EE UU, Canad¨¢ y Australia son los responsables del escaso avance de las pol¨ªticas ambientales, por su negativa a ratificar varios convenios internacionales y por su rechazo del "principio de cautela". "No justifican la adopci¨®n de medidas cautelares a menos que se demuestre que hay un riesgo seguro. As¨ª no se progresa", dice.
Para el ministro sueco de Medio Ambiente, Kjell Larsson, y al propio director del PNUMA, Klaus Topfer, la declaraci¨®n supone un paso, aunque sea leve, en el camino para implicar a los gobiernos, al sector privado y a la sociedad civil en los problemas que acechan a los recursos naturales. Reconoce que, pese a las diferencias existentes entre los pa¨ªses que integran la Uni¨®n Europea, ¨¦stos han adoptado decisiones y compromisos m¨¢s avanzados que en Estados Unidos, como la directiva sobre el reciclado de coches usados que responde a la idea de considerar cualquier producto como elemento integrado en el ciclo de vida natural, desde que se extraen las materias primas para fabricarlo hasta que se devuelven a la naturaleza sus desechos sin alterarla.
En Malmoe, la espartana sencillez sueca se ha impuesto al r¨ªgido protocolo que habitualmente rige estos encuentros internacionales. En vez de las vistosas azafatas de costumbre, j¨®venes voluntarios con camisolas verdes se han encargado de la intendencia. La ubicaci¨®n de los delegados en las salas se ha hecho por sorteo y s¨®lo se han concedido a sus intervenciones de dos a tres minutos, con lo que apenas ha habido ocasi¨®n de proclamas ret¨®ricas.
La reuni¨®n de Malmoe no figuraba en el calendario. Ha sido una iniciativa del ministro sueco y del director general del PNUMA, pero el m¨¦todo ha complacido tanto que se ha acordado aplicarlo a las pr¨®ximas convocatorias.
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