El Gobierno catal¨¢n dedic¨® 1.724 millones de pesetas a campa?as de publicidad en 1999

El a?o 1999 fue electoral y eso se not¨® en el dinero que el Gobierno de Jordi Pujol dedic¨® a propaganda. Nada menos que 1.724 millones de pesetas en 11 campa?as de publicidad. Es decir, a un promedio de 4,7 millones de pesetas cada d¨ªa del a?o. Desde hace ya much¨ªsimos a?os, los partidos de la oposici¨®n consideran una inmoralidad el uso del Presupuesto de la Generalitat por parte de los gobiernos de CiU para hacer propaganda que en muchos casos puede calificarse de electoral. Los gobiernos han hecho siempre caso omiso de estas acusaciones. El diputado de ERC Joan Ridao present¨® ayer en el Parlament una proposici¨®n de ley para evitar estos abusos.

La diferencia entre lo que el Gobierno catal¨¢n destin¨® a publicidad en el a?o en que Pujol estuvo a punto de perder las elecciones y los a?os anteriores ilustra bien la pr¨¢ctica que denuncia la oposici¨®n. En 1997, destin¨® 483 millones de pesetas a campa?as de publicidad; en 1998 esta cifra descendi¨® a 311 millones, pero este gasto se dispar¨® y se multiplic¨® por m¨¢s de cuatro veces, hasta alcanzar 1.724 millones, cuando lleg¨® 1999 con las elecciones municipales y europeas en junio y las re?idas auton¨®micas del oto?o.La m¨¢s costosa de todas las campa?as de 1999 fue precisamente la desarrollada en verano con el sugerente lema Catalu?a, un pa¨ªs que crece, justo hasta que Pujol disolvi¨® el Parlament, en agosto. Ridao la calific¨® de "totalmente electoralista", destinada s¨®lo a "exaltar" la acci¨®n del Gobierno de la Generalitat.

El coste de esta campa?a de publicidad fue de los m¨¢s elevados entre las 11 que llev¨® a cabo el Gobierno catal¨¢n en 1999. Seg¨²n los datos aportados por el consejero de Presidencia, Joaquim Triad¨², s¨®lo le super¨® el de la campa?a sobre la recogida selectiva de envases, que cost¨® 443 millones de pesetas.

Propaganda electoral

Catalu?a, un pa¨ªs que crece no fue la ¨²nica campa?a de publicidad denominada institucional que en opini¨®n de Ridao merece m¨¢s apropiadamente la calificaci¨®n de propaganda electoral. Es el caso, explic¨®, de la campa?a Hacemos realidad. Campa?a de pasado y futuro. Puertas abiertas (108 millones); el de otra denominada Campa?a internacional (70 millones) y de la destinada a divulgar la existencia de un tel¨¦fono de atenci¨®n ciudadana (62 millones).

La informaci¨®n facilitada por Triad¨² indica que en el ejercicio de 1999 se destinaron tambi¨¦n 89 millones de pesetas a la campa?a titulada Catalu?a, aguas limpias; 48 millones a otra sobre prevenci¨®n de incendios; 135 millones a una campa?a antitab¨¢quica; 152 millones a otra sobre seguridad viaria y 53 millones al D¨ªa de la autorreflexi¨®n. Hubo tambi¨¦n una campa?a de propaganda pol¨ªtica destinada a divulgar la existencia de un d¨¦ficit fiscal en perjuicio de Catalu?a, a la que se destinaron 184 millones de pesetas. Ridao se?al¨® que en este caso ERC no tiene nada que objetar porque coincide con las posiciones de su partido. Tambi¨¦n rese?a que diversos patrocinadores aportaron 500 millones a estas campa?as.

Tras uno de los muchos debates en los que la oposici¨®n ha denunciado el uso del dinero p¨²blico para campa?as de propaganda al fin y al cabo partidista, el Parlament aprob¨® hace m¨¢s de un a?o una moci¨®n instando al Gobierno a presentarle un proyecto de ley para regular la publicidad institucional. Pero ha pasado m¨¢s de un a?o y el Gobierno no ha cumplido el mandato parlamentario. En vista de ello, ERC ha presentado una proposici¨®n de ley con este prop¨®sito.

El Departamento de presdencia neg¨® ayer las acusaciones de electoralismo y afirm¨® que el consejero Triad¨² mantiene en compromiso de regular la publicidad institucional por ley, para lo que est¨¢ llevando a cabo los correspondientes estudios previos.