Olvidado por el canciller, Kohl fue visitado por Clinton
Un nombre fue ignorado ayer en la plaza de la Catedral de Aquisgr¨¢n: el del ex canciller federal alem¨¢n Helmut Kohl. Tras los esc¨¢ndalos financieros del invierno, los dirigentes alemanes no consideran ya necesario mencionarle cuando se refieren a la unificaci¨®n y a la ca¨ªda del muro de Berl¨ªn, y el canciller Schr?der no lo mencion¨® siquiera, como hac¨ªa en el pasado siempre que pasaba revista a los hist¨®ricos acontecimientos que permitieron la unificaci¨®n de Alemania y el fin de la guerra fr¨ªa. Clinton, sin embargo, no olvid¨® a su amigo Kohl. Por la tarde, a su vuelta a Berl¨ªn, el presidente se reuni¨® de forma privada con el viejo canciller. Kohl hab¨ªa sido el anfitri¨®n de Clinton en su anterior viaje a Alemania (1998) y se hab¨ªa mostrado muy solidario con el presidente durante el caso Lewinsky.
Clinton tambi¨¦n se ha reunido de forma privada con la actual presidenta de la Uni¨®n Cristiana Democr¨¢tica (CDU), Angela Merkel, que en una entrevista con el diario Die Welt afirma que los alemanes tienen tendencia a ser demasiado optimistas respecto a las potenciales amenazas, y se?al¨® que, a diferencia del Gobierno, la CDU est¨¢ dispuesta a examinar sin prejuicios los planes de EEUU para construir un escudo antimisiles.
"Sana distancia"
Clinton exhort¨® ayer a los europeos a mantener una "sana distancia" respecto a las diferencias que existen entre EEUU y Europa. El primer presidente de EEUU que recibe el Premio Carlomagno confes¨®, sin embargo, que en sus "d¨ªas malos" tambi¨¦n ¨¦l tiende a fijarse en esas diferencias. El presidente mencion¨® dos ejemplos concretos de falta de una adecuada percepci¨®n entre la poblaci¨®n de los dos continentes. En EEUU, dijo, existe la idea de que Europa no siempre contribuye de forma justa a las responsabilidades mutuas. Sin embargo, explic¨®, los europeos aportan m¨¢s del 80% de las tropas pacificadoras de Kosovo y los fondos para la reconstrucci¨®n econ¨®mica all¨ª. Y pocos estadounidenses saben, seg¨²n Clinton, que los europeos pagaron m¨¢s del 60% de la ayuda a Centroam¨¦rica tras el hurac¨¢n Mitch.
Europa, por su parte, contempla en ocasiones como avasallador el poder¨ªo militar, econ¨®mico y cultural de EEUU. "Tal vez nuestro papel en la campa?a a¨¦rea de la OTAN en Kosovo increment¨® estos temores", concedi¨® Clinton. "Si, despu¨¦s de Kosovo, los pa¨ªses europeos fortalecen su propia capacidad de actuar con mayor autoridad y responsabilidad en ¨¦pocas de crisis, mientras mantenemos nuestra vinculaci¨®n transatl¨¢ntica, creo que eso est¨¢ muy bien. No hay contradicci¨®n entre una Europa fuerte y una relaci¨®n transatl¨¢ntica fuerte", se?al¨®. Los antagonismos acabaron en s¨ªntesis transatl¨¢ntica en una jornada como la de ayer. Clinton utiliz¨® la ret¨®rica para subrayar lo que une y relegar lo que separa. "Europa", dijo, "no es s¨®lo un lugar, es una idea. Am¨¦rica es tambi¨¦n parte de Europa, unida por los v¨ªnculos familiares, de historia y por sus valores".
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