"La mejor opini¨®n que hoy puede dar Felipe Gonz¨¢lez es el silencio"
Fue uno de los padres de la Constituci¨®n y testigo directo de la historia. Hoy, Gregorio Peces-Barba reitera el papel decisivo de Adolfo Su¨¢rez en la elaboraci¨®n del texto fundamental y asegura que Felipe Gonz¨¢lez se equivoca y no ha sido riguroso con la verdad. El rector de la Carlos III indica que Su¨¢rez no comparte las cr¨ªticas lanzadas contra Gonz¨¢lez por su hijo.El rector de la Universidad CarlosIII, Gregorio Peces-Barba, uno de los padres de la Constituci¨®n, zanja en esta entrevista la pol¨¦mica sobre la intervenci¨®n de Adolfo Su¨¢rez en el texto fundamental, y afirma que ¨¦ste jug¨® un papel decisivo al igual que Alfonso Guerra.Pregunta. Con sus declaraciones sobre el papel de Su¨¢rez en la Constituci¨®n, Gonz¨¢lez parece haber logrado sacarle a usted de sus casillas, cosa que es dif¨ªcil.
Respuesta. Felipe Gonz¨¢lez es una persona a la que quiero y admiro mucho, y, precisamente por eso, no me ha gustado que en un tema en el que no era necesario hablar, y donde yo creo que ¨¦l tiene ideas vagas ha producido una enorme convulsi¨®n. Me ha parecido que la mejor forma de ayudar (aunque seguramente ¨¦l no lo creer¨¢ as¨ª) a Felipe es, aun reconociendo sus indudables m¨¦ritos, decirle con claridad que en sus afirmaciones sobre el papel de Su¨¢rez en la Constituci¨®n se ha equivocado rotundamente. Porque no se puede decir que el presidente Su¨¢rez no ha estado a favor de la Constituci¨®n.
P. En cualquier caso resulta sorprendente que haya sentido usted esa perentoria necesidad de dejar las cosas en su sitio.
R.Tengo que reconocer que a m¨ª, efectivamente, me sorprendieron much¨ªsimo las declaraciones de Felipe Gonz¨¢lez. Pero, por otra parte, entiendo que a ¨¦l le duela que a estas alturas se est¨¦ intentando despreciar el papel de los socialistas en la construcci¨®n de la Constituci¨®n, que fue absolutamente clave. Felipe est¨¢ dolido no con Su¨¢rez, sino por las apropiaciones posteriores que de la transici¨®n est¨¢n haciendo otros. ?sa es la ¨²nica explicaci¨®n que a Felipe Gonz¨¢lez le ha hecho decir una cosa que yo creo que est¨¢ fuera de lugar, y que replantea inadecuadamente el tema.
P.Pero a su juicio, Felipe, ?miente o se equivoca cuando afirma que Su¨¢rez no quer¨ªa hacer una Constituci¨®n?
R. ?Yo creo que Felipe Gonz¨¢lez no miente! ?l est¨¢ convencido de lo que dice. Pero dice una cosa muy sint¨¦tica, sin matizar. Y a veces las verdades sin matices son peor que las mentiras. Lo que ocurri¨® realmente fue que, as¨ª como nosotros los socialistas, y otros grupos no s¨®lo nosotros, desde antes de las primeras elecciones del 15 de junio decimos que hay que hacer una Constituci¨®n, obviamente Su¨¢rez no lo pod¨ªa decir. Y no lo pod¨ªa decir porque acababa de aprobar una ley que era la que nos abr¨ªa el paso a la democracia, pero que era tambi¨¦n la ¨²ltima ley fundamental del r¨¦gimen franquista. Estaba sobreentendido que se iba a hacer una Constituci¨®n, pero Su¨¢rez no lo pod¨ªa decir. Inmediatamente despu¨¦s de constituirse las C¨¢maras, ¨¦l propone una comisi¨®n t¨¦cnica para hacer una Constituci¨®n. Entonces nosotros, los socialistas, decimos que no y Su¨¢rez acepta inmediatamente que toda la Constituci¨®n se haga en sede parlamentaria. Pero la misma propuesta de la comisi¨®n t¨¦cnica, previa al debate parlamentario, es un signo claro de que Su¨¢rez quer¨ªa la Constituci¨®n. Por todo eso, que fue as¨ª y no de otra manera, es por lo que creo que Felipe Gonz¨¢lez se equivoca.
P. Lo curioso es que hay mucha gente que en privado afirma que las cosas sucedieron como las cuenta Felipe. Me pregunto si no estaremos todos metidos en un pacto hip¨®crita de no agresi¨®n a Su¨¢rez al que, por otra parte, le debemos sin duda algo m¨¢s que una Constituci¨®n.
R. Hay mucha gente que habla sin tener conocimiento riguroso de las cosas. Pero, en cualquier caso, no estoy de acuerdo con su afirmaci¨®n de que a Su¨¢rez le debemos algo m¨¢s importante que la Constituci¨®n. Yo desde luego no he divinizado a Su¨¢rez, ni tampoco he atacado a Gonz¨¢lez, al que tambi¨¦n se le persigue a veces de manera persistente e injusta, pero... En fin, creo que hoy Su¨¢rez necesita sobre todo reconocimiento y afecto; necesita que las personas que le conocen le apoyen y le hagan sentir su cercan¨ªa. Los excesos han venido, y comprensiblemente, de la respuesta que le ha dado a Felipe Gonz¨¢lez el hijo de Su¨¢rez, que a mi modo de ver ha sido excesiva.
P. Excesiva y preocupante. Porque calificar a Gonz¨¢lez de "corrupto" y "traidor"... En fin, ?usted no cree que los hijos acaban repitiendo lo que oyen en casa?
R. No lo creo; no creo en absoluto que las cosas que ha dicho el hijo de Adolfo Su¨¢rez son las que ha o¨ªdo en su casa. Eso a m¨ª me consta de forma directa. Yo habl¨¦ personalmente con Adolfo Su¨¢rez despu¨¦s de todo esto, y ¨¦l trat¨® con un respeto exquisito a Felipe, lament¨¢ndose precisamente de esas expresiones de su hijo que no entend¨ªa. Por eso creo que lo que ha dicho el hijo de Su¨¢rez representa una lamentable expresi¨®n de un ambiente que se utiliz¨® en su momento contra Felipe Gonz¨¢lez para acabar con el Gobierno socialista. En cualquier caso si hay que hacerle alg¨²n reproche a Felipe Gonz¨¢lez es que haya provocado todo esto con sus declaraciones, porque ha dado lugar a que vuelvan a salir a flote cosas que desear¨ªamos todos olvidar.
P. Y ahora que ha pasado la borrasca... No s¨¦ si usted, que ha sido siempre una persona ponderada, estar¨ªa dispuesto a aceptar que Su¨¢rez fue llevado por las circunstancias, y tambi¨¦n por su generosidad pol¨ªtica, a una realidad constitucional con la que no se atrev¨ªa ni a so?ar.
R. Es verdad que al principio, cuando est¨¢bamos all¨ª sentados, algunos de los componentes de UCD dec¨ªan "hombre, hagamos una Constituci¨®n m¨¢s corta, remit¨¢monos a los textos internacionales en materia de derechos humanos". Lo que demostraban era que los de UCD ten¨ªan m¨¢s preocupaci¨®n, porque ten¨ªan m¨¢s informaci¨®n sobre los peligros que entra?aba el avanzar demasiado deprisa en esa materia. Es cierto que UCD lleg¨® a proponer no hacer una Constituci¨®n, sino hacer tres leyes org¨¢nicas, como en la III Rep¨²blica Francesa. Pero deducir de esa idea, que se discuti¨® y se rechaz¨® (por cierto, con el apoyo a la tesis de la izquierda por parte de Fraga), la conclusi¨®n de que no se quer¨ªa una Constituci¨®n...
P.No creo que sea dif¨ªcil de comprender que las circunstancias ayudaron a Adolfo Su¨¢rez a hacer algo que no estaba en su proyecto inicial.
R. No. Yo creo que tampoco uno tiene siempre los proyectos tan terminados. ?l sab¨ªa que ten¨ªa que hacerse. Por ejemplo, ya en la segunda fase de la elaboraci¨®n del texto constitucional desde UCD se hab¨ªa dibujado un escenario de una Constituci¨®n con un n¨²cleo central, que era UCD-AP, con el apoyo posterior de todos los dem¨¢s. Aquello se transform¨® porque los socialistas lo impulsamos, pero tambi¨¦n porque Su¨¢rez se dio cuenta de que eso iba por mal camino, de nuevo hacia una Constituci¨®n de media Espa?a contra la otra media. Y entonces Adolfo Su¨¢rez, con nuestro impulso, con el hecho de que yo mismo me saliera de la ponencia constitucional, acept¨® el cambio, y el cambio fue que de un pacto UCD-AP se pas¨® a uno de UCD-PSOE. Hab¨ªa las tensiones l¨®gicas sobre cuestiones concretas, pero le puedo asegurar que la intenci¨®n de todos era la misma: que hubiera una Constituci¨®n v¨¢lida para todos.
P. Tambi¨¦n usted ha contribuido estos d¨ªas a releer la historia, dibuj¨¢ndonos a un Felipe Gonz¨¢lez que no estaba en los entresijos de la Constituci¨®n. ?Ha pensado por un momento que Guerra iba por libre, que no contaba con la imprescindible complicidad de Gonz¨¢lez?
R. Toda la estructura de la Constituci¨®n la hice yo con Alfonso Guerra y un grupo de compa?eros. Yo solamente vi a Felipe el d¨ªa que me sal¨ª de la ponencia constitucional y se limit¨® a decirme: "Habla con Alfonso". Digamos que yo no sent¨ª nunca su presencia ni, por otro lado, era imprescindible. Ahora... ?Imag¨ªnese que yo le dijera ahora que Felipe Gonz¨¢lez no ten¨ªa inter¨¦s en aprobar la Constituci¨®n! Eso hubiera sido una cosa est¨²pida y sin sentido.
P. ?Sabe? Cuando estos d¨ªas le escuchaba a usted se?alando los errores de Felipe Gonz¨¢lez me preguntaba: y estos dos ?por qu¨¦ diablos nunca se entendieron bien?
R. Bueno yo creo que a ¨¦l no le gusta mi talante jur¨ªdico, siempre me lo ha reprochado, me dec¨ªa: "Es que t¨² eres un juridicista". Yo soy una persona que no he dependido nunca de la pol¨ªtica, que siempre he mantenido mi criterio, digo siempre lo que pienso. Y cuando fui presidente del Congreso yo tuve muchas tensiones con el Grupo Parlamentario Socialista. Pero la verdad es que luego Felipe Gonz¨¢lez fue decisivo para que yo fuera portavoz del grupo parlamentario y tambi¨¦n fue decisivo para que fuera rector de esta universidad. Ha habido otros momentos de distanciamiento, pero siempre le he sido leal, precisamente porque entiendo que decir las cosas, como uno cree que son, es una forma de lealtad.
P. Pues no le oculto que yo he pensado si no estar¨ªa usted tambi¨¦n sumergido en un personal ajuste de cuentas con Felipe.
R. Conscientemente, desde luego, le puedo asegurar que no hay nada de eso por mi parte. ?Al contrario! Yo deseo, y adem¨¢s creo que ser¨¢ as¨ª, aunque yo ya no lo ver¨¦ ni ¨¦l tampoco, que Felipe Gonz¨¢lez ocupe en la historia el puesto que se merece, que es muy importante en la historia de Espa?a.
P.No s¨¦ si pese a sus diferencias comparte en alguna medida el diagn¨®stico hecho por Gonz¨¢lez sobre los males que aquejan al PSOE.
R. Tengo mi particular diagn¨®stico, que parte del convencimiento de que el partido est¨¢ muy debilitado por la p¨¦rdida de la unidad de direcci¨®n y por la fragmentaci¨®n territorial que ha permitido que la imagen del PSOE, como defensor de la Constituci¨®n, se haya difuminado en muchas ocasiones. Y, bueno, hay una crisis de organizaci¨®n que hay que resolver. Y por eso es absurdo decir que no hay que mirarse al ombligo ahora, porque si queremos dar respuestas a los ciudadanos primero tenemos que resolver el tema interno. No soy pesimista.
P. Felipe no parece compartir su optimismo. Aunque est¨¢ convencido de que podr¨ªa ganar de nuevo al PP.
R. Eso que ha dicho Gonz¨¢lez son esas frases que es mejor no decirlas. Yo tengo la impresi¨®n de que Felipe est¨¢ muy dolido con las gentes de este pa¨ªs, que se considera maltratado. Por eso tiene esas intervenciones que creo que no son necesarias. Muchas veces lo mejor es el silencio, porque el silencio tambi¨¦n es una opini¨®n. Yo creo que la mejor opini¨®n que hoy puede dar Felipe Gonz¨¢lez es el silencio.
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