Valiente y con car¨¢cter
Llegar a los cuartos de final en Roland Garros no es algo habitual cuando se procede de la fase previa y se disputa por primera vez un torneo del Grand Slam. Sin embargo, eso es lo que ha hecho en Par¨ªs Marta Marrero, una canaria de 17 a?os que se ha convertido en la revelaci¨®n del torneo y que ha elevado de forma notable el list¨®n de sus propias expectativas. Un vistazo a la historia permite situar su haza?a en su justa dimensi¨®n. Arantxa S¨¢nchez lleg¨® a los cuartos de final con 15 a?os y fue campeona con 17. Y Conchita Mart¨ªnez pas¨® la previa y se coloc¨® en octavos de final con 16 en 1988.Sin embargo, lo que m¨¢s ha sorprendido de Marrero es su mentalidad positiva y su car¨¢cter. Lo demostr¨® ya en su segundo partido frente a la belga Dominique Van Roost (20? mundial), con la que salv¨® una desventaja de 6-0 y 4-1, y otra vez ante la francesa Anne-Gaelle Sidot, a la que levant¨® un 5-1 y gan¨® en dos mangas en la pista central y con todo el p¨²blico en contra. "Fue incre¨ªble", reconoci¨® la canaria. "Claro que he so?ado con ganar alguna vez en Roland Garros, pero creo que eso me queda todav¨ªa muy lejos".
Saltar de la etapa j¨²nior a la profesional le est¨¢ resultando muy f¨¢cil. S¨®lo ha disputado cuatro torneos del circuito femenino, pero su clasificaci¨®n ha ascendido de forma espectacular. Ahora ocupa el puesto 107? mundial, y cuando salga de Par¨ªs se habr¨¢ metido de lleno entre las 100 primeras. "A m¨ª no me sorprende", explica Miquel Margets, capit¨¢n del equipo espa?ol de Copa Federaci¨®n. "Es una jugadora complet¨ªsima, que domina todos los aspectos del juego y tiene una mentalidad positiva, fuerte, impropia de su edad".
Eso no es nuevo en ella. Su madre, Ana Mar¨ªa, confiesa que desde su m¨¢s tierna infancia se le detect¨® este car¨¢cter. En eso ha salido a su padre. "Siempre ha sido valiente y ha tenido un car¨¢cter fuerte", exclama Ana Mar¨ªa. "Cuando las cosas le vienen duras es cuando m¨¢s se fortalece. Los problemas apenas se le notan, los lleva por dentro. Es alegre, divertida, abierta y, sobre todo, sencilla".
Marta Marrero se dedic¨® al tenis m¨¢s por inercia que por propia decisi¨®n. Su padre es empresario hotelero y construy¨® una pista de hierba sint¨¦tica en casa. Era un jugador aficionado que, como tantos otros, intent¨® que todos sus hijos aprendieran a jugar. Fracas¨® con su hija mayor, Ana. Y lo consigui¨® con Demetrio y Elena. Sin embargo, fue la menor la que m¨¢s inter¨¦s demostr¨®. "Era un pisco de ni?a. Muy alta (ahora mide 1,70) y muy delgada", sonr¨ªe Ana Mar¨ªa. "Ten¨ªa 6 o 7 a?os y la raqueta se le ca¨ªa de la mano. Pero no la quer¨ªa soltar, y ya destacaba su rev¨¦s a dos manos, para m¨ª su mejor golpe".
Tuvo un profesor en casa. Y comenz¨® pronto a disputar y a ganar torneos regionales. "Desde el principio, su padre, Demetrio, le dijo muy claro que si quer¨ªa dedicarse al tenis lo hiciera, pero al ciento por ciento. Igual que en los estudios (primero de bachiller). Esta disciplina creo que le ha ido bien". En pocos a?os, Marta, ya dirigida t¨¦cnicamente por el ex jugador canario Fernando Garc¨ªa Lle¨®, se convirti¨® en una de las jugadoras de m¨¢s futuro del tenis espa?ol: gan¨® los campeonatos de Espa?a en todas las categor¨ªas. Y despu¨¦s remat¨® su trayectoria ganando el t¨ªtulo de la Orange Bowl a los 16 a?os.
"Mi etapa j¨²nior ha quedado olvidada", reconoce la jugadora, que desde hace unos meses entrena con el holand¨¦s Ralf Kok. "Mi mentalidad ha cambiado. Estas victorias en Par¨ªs me demuestran que estoy preparada para estar en el circuito profesional. No s¨¦ hasta d¨®nde voy a llegar, pero s¨¦ que ninguna jugadora me va a arrasar en la pista". Marrero, que confiesa admirar el juego de Mary Pierce y que le gusta escuchar a Vivaldi para tranquilizarse, ve el futuro con optimismo. Y Margets asegura: "En cuesti¨®n de dos o tres a?os puede estar entre las mejores del mundo. Pero no hay que presionarla. Dejemos que trabaje con calma".
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