Falta de vitaminas

A lo mejor lo que le est¨¢ haciendo falta a la fiesta es un veterinario que, vestido de bata blanca y con el malet¨ªn lleno de f¨¢rmacos, vaya de ganader¨ªa en ganader¨ªa repartiendo vitaminas. Es posible que as¨ª la alarmante falta de fuerzas que se aprecia en los toros que est¨¢n saliendo en todas las plazas tuviera alg¨²n remedio. No s¨¦ si la puesta en pr¨¢ctica de esta propuesta es competencia del Ministerio de Sanidad o tal vez de alguna multinacional de potingues curativos. Sea quien sea, que alguien la ponga en marcha, por favor.Porque ha sido una pena que una corrida tan bien presentada y de juego tan noble y codicioso no haya permitido, por la debilidad de los toros, que los toreros hayan podido hacer un toreo de mayor vibraci¨®n.

Quien mejor ha sabido intentar el toreo de verdad, y m¨¢s de una vez lo ha conseguido, ha sido V¨ªctor Puerto, que ha tenido enfrente dos toros muy nobles, de embestida incansable y repetida, y que s¨®lo le han permitido hacerlo a r¨¢fagas. Pero ese toreo ha sido muy ortodoxo. Sus tandas con la derecha en ambos toros han tenido profundidad y ligaz¨®n, especialmente la segunda serie de redondos al quinto de la tarde. Fue una tanda con el comp¨¢s abierto, muy templada y muy sentida. No luci¨® tanto el torero madrile?o al torear al natural, porque su primer toro se acostaba y se quedaba corto por el pit¨®n izquierdo y hab¨ªa que tirar mucho de ¨¦l. Los pases que intent¨® con la zurda le salieron con menos recorrido y sin remate, pero no por culpa del torero, sino porque al toro se le hab¨ªa acabado ya el gas. Este mismo problema lo tuvo tambi¨¦n con su segundo oponente.

La faena a ese segundo suyo y quinto de la tarde le pudo haber deparado un trofeo orejil, de no haber sido porque, en vez de descabellar tras el primer pinchazo hondo, opt¨® por entrar de nuevo a matar, esta vez con muy mala fortuna.

V¨ªctor Puerto hizo, adem¨¢s, el mejor toreo de capote que se vio en la corrida. Fueron buenas sus ver¨®nicas al quinto, con el que se sali¨® jugando bien los brazos y ganando terreno. Entr¨® a los quites con variedad y traz¨® una excelente media ver¨®nica como remate a unas tafalleras en su segundo. Una buena tarde de V¨ªctor Puerto, merecedora de esa oreja que perdi¨® por la maldita espada.

En cambio, el dichoso Tato no parece tener remedio. El torero aragon¨¦s lleva camino de convertirse en un diestro malogrado y es una l¨¢stima que esto le pueda ocurrir, porque tanto de novillero como en sus primeros a?os de matador de toros era un torero de mejor fuste, sobre todo cuando toreaba al natural.

Hoy El Tato anda metido en el empe?o de ejecutar un toreo de muy mal gusto. Con el primero, que s¨®lo ten¨ªa el problema de su flojera, empez¨® con precauciones, despegado y con el pico de la muleta por delante. Iba el toro de maravilla y El Tato se colocaba lej¨ªsimos, medio tumbado y con la pierna de salida colocada para el destoreo. La misma t¨®nica tuvo su faena con el cuarto. Otra vez semiacostado, otra vez la pierna para el destoreo y otra vez la muleta en uve.

Hay algunos aduladores de los toreros que justifican esta postura de torear medio tumbado con el argumento de que, como se trata de toreros altos, tienen que doblarse para bajar la mano y poder llevar as¨ª a los toros. Pues miren ustedes, no. Manolete era un se?or alto y toreaba derecho como un huso. A Luis Miguel Domingu¨ªn le llamaban El Patas Largas por su estatura y domin¨® a los toros como nadie sin necesidad de tumbarse. A lo m¨¢s que se puede llegar es a romperse por la cintura, como hac¨ªa Paco Camino. Pero eso de tumbarse es horroroso. Med¨ªtenlo El Tato y sus muchos seguidores.

Mejor gusto para el toreo tiene Alberto Elvira, que tore¨® muy bien, erguido y vertical. Aprovech¨® la nobleza de sus dos toros para darles muletazos templados y bien ejecutados. La casta del tercero le desbord¨® un poquito, haci¨¦ndole pasar malos ratos. Con el sexto, tal vez el m¨¢s flojo de la corrida, Elvira volvi¨® a exhibir su buen gusto y su idea del toreo est¨¦tico. Se coloc¨® muy cerca y aprovech¨® la nobleza del animal con pases de no muy largo trazo, pero muy acoplados a la d¨¦bil embestida.