Hombre de recursos
Curiosa mezcla de bluesman, concertista flamenco y cantautor folk, a David Broza le bastan la guitarra y la voz para llenar un escenario y camelarse al respetable. Tras una dilatada carrera internacional, ha sido respaldado en Espa?a por figuras como Jorge Drexler, Alejo Estivel o Sabina, para realizar su primer ¨¢lbum en castellano, titulado Isla de Mujeres, pero este int¨¦rprete de origen jud¨ªo que canta y edita discos tambi¨¦n en ingl¨¦s y hebreo y que vivi¨® en nuestro pa¨ªs seis a?os en la d¨¦cada de los setenta, no tiene nada que envidiarles.Broza es un cantautor tan singular que comenz¨® su concierto sin cantar una nota, con un tema instrumental en el que demostr¨® de manera sencilla su control del blues y de algunos compases flamencos, como en un viaje personal desde el Mississipi al Guadalquivir. Luego prob¨®, con canciones como Raquel (gran ¨¦xito en una serie de televisi¨®n) o When a man holds a woman (un conocido y contagioso tema de su ¨¢lbum) que va sobrado de voz y que dosifica ¨¦sta como quiere, siempre al servicio del sentimiento y la comunicaci¨®n. Es hombre de recursos.
David Broza
Sala Quatre. Valencia, 5 de junio.
No falt¨® una versi¨®n de La mujer que yo quiero, de Serrat, cantada en su lengua materna, de la que lleg¨® a vender cientos de miles de copias en Israel, e incluso, acto seguido, hizo bailar al sector m¨¢s animado de la audiencia, tirando mano de la rumba, por instantes aromatizada con especias country.
As¨ª fue en su presentaci¨®n del lunes en Valencia, doce a?os despu¨¦s de la primera y hasta hace dos d¨ªas ¨²nica, visita a la ciudad, invitado entonces por la extinta Trobada de M¨²sica del Mediterr¨¤ni. Despu¨¦s de dos rumbas, la primera (Carmela) en castellano y la segunda en hebreo pero ambas bien sudadas, David Broza respir¨® hondo, despleg¨® una amplia sonrisa y exclam¨®: "Uf, ahora me siento mejor", como si antes se sintiera cortado por el ambiente. Pero consider¨® algo fuerte seguir en esa l¨ªnea para ser un lunes y retorn¨® al terreno del blues, de nuevo en hebreo, para concluir con una canci¨®n de carretera en castellano que no hubiera disgustado al mismo Ry Cooder o a Jackson Browne.
Se fue con una de sus primeras composiciones, un largo himno titulado Yihe Tov, que es un mensaje de esperanza para los pueblos ¨¢rabe e israel¨ª: "Aprenderemos a vivir juntos bajo los olivos, porque despu¨¦s de 100 a?os no hemos perdido la esperanza". Fue coreado, en lengua original, por los espectadores. No eran muchos, pero David Broza, solo ante el peligro, se los hab¨ªa metido en el bolsillo sin problemas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.