Mary Pierce encandila, pero Hingis es su pr¨®xima rival
Para Mary Pierce algo ha cambiado en su vida. Tras las agresiones y los malos tratos que le dispens¨® su padre, Pierce parece haber encontrado definitivamente un hogar en Par¨ªs. Silbada en m¨²ltiples ocasiones, el p¨²blico franc¨¦s la ha acogido esta vez como hija propia, hasta el punto de que ayer el diario deportivo franc¨¦s L'Equipe ped¨ªa que no hubiera extralimitaciones en el partido de semifinales que hoy enfrentar¨¢ a Pierce y a Martina Hingis. La ganadora de este encuentro jugar¨¢ contra Arantxa o Conchita en la final femenina del s¨¢bado."Creo que he crecido", se confiesa estos d¨ªas Pierce, de 25 a?os. "He cambiado y mucho. Ahora entiendo mejor a la gente". Campeona del Open de Australia en 1995, y finalista en Roland Garros en 1994, donde perdi¨® contra Arantxa, Pierce est¨¢ despertando pasiones en Par¨ªs. Pero su pr¨®xima rival ser¨¢ Hingis, y ante ella s¨®lo ha ganado cinco veces en 15 enfrentamientos. Desde 1998 no la ha vencido, y en los ¨²ltimos siete partidos ni siquiera ha conseguido ara?arle una manga.
Es verdad que Pierce es otra. En marzo cambi¨® de entrenador y decidi¨® quedarse con su hermano David como t¨¦cnico. Pero m¨¢s que eso, lo que parece haber aportado calma a su vida es la nueva relaci¨®n que ha establecido con el jugador de b¨¦isbol de los Cleveland Indians, Roberto Alomar. "Estar junto a ¨¦l y su familia ha vuelto a despertar en m¨ª aspectos religiosos que ten¨ªa olvidados. Siempre he sido creyente y cat¨®lica, pero ahora m¨¢s".
Tambi¨¦n Hingis ha resuelto algunos de los problemas que la llevaron el a?o pasado a un claro enfrentamiento con su madre, Melanie, y a tomarse unas vacaciones sola con su novio, el de entonces, en una playa mediterr¨¢nea. Se la nota m¨¢s reflexiva, hasta el punto de valorar a algunas de sus rivales, cosa en la que no se hab¨ªa prodigado anteriormente. "Creo que hay que dar valor a lo que hacen jugadoras como Arantxa, Seles o a lo que hizo Steffi Graf, que han ganado tantas veces en Par¨ªs. Aqu¨ª s¨®lo ganar¨¢ la que lo quiera con todas las fuerzas, tal como ellas lo hicieron. Y eso es lo que yo pretendo". Roland Garros es el ¨²nico Grand Slam que falta en su palmar¨¦s.
El ¨²ltimo recuerdo parisino de Hingis no es especialmente bueno. La imagen de ni?a mimada que dej¨® el a?o pasado cuando se neg¨® a recibir su trofeo de finalista si no era en compa?¨ªa de su madre, tras perder ante Steffi Graf en la final, puede pagarla ahora. Entonces el p¨²blico le recrimin¨® su actitud y ella sali¨® llorando de la pista. "Aquello est¨¢ olvidado. Creo que el p¨²blico tambi¨¦n me quiere", asegura Hingis. Pero hoy este aspecto le ser¨¢ claramente desfavorable. Necesitar¨¢ todo su potencial ten¨ªstico y toda su fuerza mental para superar a Pierce y a los 15.000 aficionados que llenar¨¢n las gradas.
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