La escritora Nuria Barrios convierte a los animales en s¨ªmbolos de las emociones
Nuria Barrios (Madrid, 1962) eligi¨® a un pato salvaje como hilo conductor de los cuentos de su primer libro, Amores patol¨®gicos. En su segunda obra ha necesitado todo un bestiario para narrar historias en las que se muestra c¨®mo los seres humanos se relacionan con sus emociones. En cada relato de El zoo sentimental (Alfaguara), un animal simboliza la parte m¨¢s oculta de los sentimientos, "peque?as bombas que pueden estallar en cualquier momento", dice Barrios.
Cig¨¹e?as, moscas, perros, chicharras, golondrinas o h¨¢msters, entre otros animales aparentemente inofensivos, desfilan en cada uno de los nueve relatos que componen El zoo sentimental. "He pasado de los peces abisales, los sentimientos amorfos que surgen cuando uno no se resigna a aceptar el fin de la pasi¨®n en Amores patol¨®gicos, al otro extremo", explica Barrios, quien ayer promocion¨® su obra en Bilbao en coincidencia con la Feria del Libro. "Son relatos en los que en situaciones anodinas, de estabilidad emocional, se vislumbran grietas por las que los sentimientos dormidos pueden despertar. Y hacerte perder el equilibrio". Con los animales elegidos -insignificantes en la mayor¨ªa de los casos-, la autora refleja "la parte salvaje que uno trata de ocultar, unas peque?as bombas que en cualquier momento pueden estallar". Los animales sirven como s¨ªmbolos de las emociones, sobre las que el ser humano puede perder el control en cualquier momento. "El miedo irracional a los animales responde al terror hacia la Naturaleza, a la biolog¨ªa que llevamos en nosotros y tenemos descuidada", afirma la autora.
Son animales vulgares, tan poco extraordinarios como un canario o un caracol, convertidos en seres inquietantes. "Los animales tienen una cara que provoca inquietud", dice la escritora al explicar porque los convirti¨® en s¨ªmbolos. "Un canario en una jaula o las gaviotas volando parecen id¨ªlicos, pero cuando Hitchcock hace Los p¨¢jaros y atacan a los ni?os, a nadie le extra?a. Es como si el peligro estuviera latente".
Son relatos inmersos en una atm¨®sfera asfixiante, en los que el calor est¨¢ casi siempre presente. "El calor acent¨²a el contraste entre el aparente control de los sentimientos y el verdadero descontrol en el que se encuentran los personajes", a?ade Barrios.
La f¨®rmula del bestiario surgi¨® de forma inconsciente. Con unos cuantos relatos ya terminados, la escritora descubri¨® que los animales que conviven con los urbanitas aparec¨ªan una y otra vez, igual que se repet¨ªan las escenas b¨ªblicas. "Decid¨ª entonces que se convirtiera en el nexo de todos los relatos del libro", recuerda.
Tras la aparici¨®n de El zoo sentimental, Barrios ha presentado Balearia, un libro de viajes por las islas Baleares en que ha descubierto la realidad oculta por los clich¨¦s del turismo convencional. Un cap¨ªtulo, por ejemplo, se dedica a la presencia gitana en Ibiza.
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