"Esta ma?ana me han llamado para decir: 'Jes¨²s Mari, hijo puta"
Mari Carmen Hern¨¢ndez, la viuda del concejal del PP de Durango Jes¨²s Mar¨ªa Pedrosa, asesinado el pasado domingo por ETA, revel¨® ayer en la Cadena SER que tras el crimen ha seguido recibiendo en su domicilio llamadas telef¨®nicas insultantes de personas del entorno etarra. La primera se produjo el mismo domingo, apenas diez minutos despu¨¦s de que su esposo cayera abatido de un disparo por la espalda; la ¨²ltima, ayer mismo, poco antes de ser entrevistada por I?aki Gabilondo en el programa Hoy por hoy. ?ste fue el di¨¢logo que mantuvieron.I?aki Gabilondo. ?C¨®mo est¨¢ usted, Mari Carmen?
Mari Carmen Hern¨¢ndez. Bueno..., bien.
I. G. ?Y las hijas?
M. C. H. Est¨¢n bien tambi¨¦n.
I. G. Le hemos visto sostenerse con much¨ªsima dignidad. ?Qu¨¦ le sostiene a usted, Mari Carmen?
M. C. H. Mis hijas, me sostienen mis hijas, y bueno, pues la fe que tengo. Estoy enormemente arraigada a mi fe y eso es lo que m¨¢s me sujeta.
I. G. ?Y su pueblo?
M. C. H. Tambi¨¦n. Tengo mucho apoyo, tengo muchas personas que me quieren, que nos quieren, que nos arropan y eso se agradece much¨ªsimo. Eso te ayuda mucho.
I. G. Supongo que al abrir los ojos por la ma?ana se tendr¨¢ usted que pellizcar para ver que no est¨¢ so?ando.
M. C. H. S¨ª, es una cosa que no se puede explicar, una sensaci¨®n muy triste, y todav¨ªa parece como una pesadilla. Todav¨ªa no vemos la realidad como es.
I. G. Y preparando la boda de la hija, ?no?, la pill¨® el atentado.
M. C. H. S¨ª, se casa el 22 del mes que viene, y su padre iba a ser el padrino. Y, bueno, la boda se har¨¢, desde luego, porque est¨¢ hecho, pero, vamos..., que va a ser muy triste.
I. G. ?Qu¨¦ sentimientos tiene usted en este momento, Mari Carmen?
M. C. H. De tristeza, la verdad, tristeza, una profunda tristeza, y angustia. Y no s¨¦, todav¨ªa no he empezado a salir a la calle y me da un poco de miedo salir por la reacci¨®n de la gente y as¨ª.
I. G. ?Est¨¢ usted pudiendo dormir, Mari Carmen?
M. C. H. Pues s¨ª, porque estoy llena de pastillas. S¨ª estoy durmiendo, a ratos, pero mayormente, s¨ª.
I. G. ?Qu¨¦ est¨¢ pasando en nuestro pueblo, Mari Carmen?
M. C. H. No s¨¦. Hemos llegado a un extremo que no le veo yo una f¨¢cil soluci¨®n; hace falta un poco de tira y afloja por ambas partes, y no s¨¦.
I. G. ?Es verdad que Jes¨²s Mari y usted estaban temiendo que cualquier d¨ªa pudiera ocurrir esto?
M. C. H. La verdad es que viv¨ªamos con miedo, porque amenazas s¨ª que hab¨ªa tenido: de "t¨² ser¨¢s el pr¨®ximo", "est¨¢s en la diana"; un d¨ªa s¨ª y otro tambi¨¦n. Nos hab¨ªan venido a casa m¨¢s de una vez, nos han dejado cartas abajo, de todo.
I. G. Es intolerable, intolerable. No hab¨ªan pensado en ning¨²n momento en dejar Durango, ?no?
M. C. H. No, no. Es que mis hijas no quer¨ªan marcharse, yo tampoco, ni ¨¦l. (...) Hab¨ªa dejado el guardaespaldas porque ¨¦l dec¨ªa, aunque viv¨ªa con el miedo, y mucho, no transmit¨ªa tampoco... Pensaba que a ¨¦l no le iba a tocar, porque es que era tan cari?oso con todo tipo de gente que, no s¨¦, se llevaba bien con cualquier persona. ?l pensaba que enemigos tan fuertes no pod¨ªa tener, que eran cosas de gente m¨¢s joven. No s¨¦, c¨®mo explicarte.
I. G. ?Ten¨ªan intenci¨®n de ir este verano a alg¨²n sitio? ?Qu¨¦ planes ten¨ªan ustedes?
M. C. H. Pues s¨ª, ¨ªbamos a hacer un viaje hasta Par¨ªs, que ten¨ªa mucha ilusi¨®n de ir yo, porque no he estado, y desde siempre me ha hecho ilusi¨®n. Alguna cosa as¨ª, peque?a.
I. G. ?Es cierto que diez minutos despu¨¦s del atentado llamaron por tel¨¦fono a casa diciendo que era ETA?
M. C. H. Bueno, en realidad mi hija cogi¨® el tel¨¦fono, y no s¨¦, eso de ETA no s¨¦ quien lo sac¨®, porque nadie dijo que era de ETA. S¨®lo dieron una llamada diciendo que "ya est¨¢s muerto", "al pared¨®n" o alguna cosa de estas. Y bueno, de esas hemos tenido ya [varias]. Hoy tambi¨¦n han llamado a la ma?ana, y ayer a la tarde.
I. G. ?Esta ma?ana la han llamado?
M. C. H. Tambi¨¦n me han llamado, s¨ª.
I. G. ?Y qu¨¦ han dicho?
M. C. H. Me han dicho: "Jes¨²s Mari, hijo puta". Eso es lo que han dicho hoy, y han colgado. Y ayer, pues dijeron: "Ya est¨¢s muerto".
I. G. El que esta ma?ana ha llamado y le ha dicho eso de "Jes¨²s Mari, hijo puta" ?era un hombre o una mujer?
M. C. H. Era un hombre. Ahora, claro, la voz es distorsionada, porque no s¨¦ si hablan con un pa?uelo o alguna cosa que distorsiona la voz. Era hombre, un chico joven parec¨ªa; ayer tambi¨¦n parec¨ªa un chico joven. Y la primera vez que cogi¨® el tel¨¦fono mi hija [el pasado domingo, tras el asesinato], pues no te puedo decir.
I. G. Estos tambi¨¦n ser¨¢n de ETA, sean o no directamente de ETA.
M. C. H. No s¨¦.
I. G. ?Qu¨¦ enfermedad mental hay que tener para poder hacer eso?
M. C. H. Me produce mucha tristeza, porque es una persona que ya no est¨¢, y que sigan machacando... Eso s¨ª me duele mucho.
I. G. Jes¨²s Mari le dijo a Carlos Herrera en una ocasi¨®n que ir¨ªa al cielo o al infierno, pero desde Durango.
M. C. H. S¨ª, es verdad. No, nunca lo hubiera hecho [marcharse].
I. G. Usted no ha pensado en irse, ?no?
M. C. H. No, no
I. G. Y ahora menos.
M. C. H. No, qu¨¦ va. Ahora estamos m¨¢s fuertes que antes. No, no. Adem¨¢s, es que no entiendo: personas que no hacen da?o a nadie, que van haciendo su vida normal por la calle... En realidad, yo tengo relaci¨®n con cualquier tipo de gente, me llevo bien con cualquier tipo de ideolog¨ªa que tengan las personas. Yo lo que valoro es la persona y las personas que me quieren y est¨¢n conmigo, y pienso que de m¨ª dicen lo mismo, porque me ha llamado mucha gente, y no creo que sea la ideolog¨ªa. Yo no tengo pol¨ªtica. Yo apoyaba a mi marido, pero yo no tengo ninguna ideolog¨ªa as¨ª.
I. G. Mari Carmen, ?es usted de Durango?
M. C. H. Nacida en Durango, no; lo que pasa es que desde muy peque?ita vivo aqu¨ª.
I. G. S¨®lo quer¨ªa pedirle una cosa. El otro d¨ªa nos dijo el ministro [del Interior] que pod¨ªa ser que los asesinos de Jes¨²s Mari fueran lo que se llaman comandos legales, es decir, gente que despu¨¦s de la barbaridad han vuelto a su trabajo normal. A lo mejor resulta que hasta nos est¨¢ oyendo. ?Qu¨¦ les dir¨ªa usted?
M. C. H. No tengo palabras; la verdad, no tengo palabras, porque son actos que... En fin, eso de quitar la vida... Lo m¨¢s grande que tenemos es la vida, y no s¨¦, cualquier cosa se puede disculpar, pero el derecho a la vida es de uno mismo, s¨®lo Dios te la puede quitar.
I. G. Mari Carmen, le env¨ªo un abrazo y un beso muy grande y le deseo mucho valor y mucha suerte.
M. C. H. Muchas gracias.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.