Copperfield vuelve a triunfar
7.000 personas quedaron ayer extasiadas ante los trucos del mago estadounidense
Con n¨²meros nuevos respecto a la ¨²ltima vez, tan simp¨¢tico como siempre, dicharachero y con su punto de macarra guapet¨®n, David Copperfield volvi¨® a triunfar ayer en el Palacio de Deportes de Madrid ante unas 7.000 personas, que protestaron con palmas de tango un retraso de 25 minutos. Al parecer, la organizaci¨®n hab¨ªa vendido entradas para localidades que no existen, lo que oblig¨® a montar sobre la marcha tres o cuatro filas de sillas para los desubicados. Una vez resuelto el problema, el espect¨¢culo dio comienzo y el mago estadounidense despleg¨® todos sus encantos y las ilusiones que le han hecho famoso en el mundo entero.El p¨²blico madrile?o pag¨® entre 2.600 y 16.400 pesetas, lo que permiti¨® que hubiera un poco de todo: ni?os de cuatro a?os en adelante, parejas de jovencitos, caballeros encorbatados, familias con abuela y paraguas, padres en tripaitantos con hijos o hijas, tres amigas bastante petardas, el abogado Emilio Rodr¨ªguez Men¨¦ndez y el payaso Miliki, incluso alguna pareja de arrobados homosexuales.
A la entrada daban un cepillo de dientes luminoso, instrumento muy necesario en caso de ser uno de los tres elegidos por los grandes globos plateados para ser desaparecido por Copperfield. Finalmente, despu¨¦s de que Sara Montiel, Maribel Sanz y alguna otra famosuela se hiciera las fotos de rigor, con m¨²sica de Phil Collins, Copperfield apareci¨® de la nada dentro de un ascensor vac¨ªo. A continuaci¨®n cort¨® la cabeza de una de sus ayudantes; hizo bromas con el idioma; como la ¨²ltima vez, prometi¨® que desaparecer¨ªa alguien y lo reaparecer¨ªa en Hawai; se hizo peque?o "como Torrebruno" dentro de una caja ata¨²d; logr¨® copiar una pintada improvisada entre cuatro espectadores tomados al azar en un papel que estuvo metido dentro de un sobre cerrado; puso un tierno v¨ªdeo de su infancia junto a su abuelo, el culpable de su afici¨®n a la magia, y le dedic¨® el truco de cartomagia con los cuatro ases con unas maravillosas manos de pianista que ampliaba la pantalla de v¨ªdeo...
Fue como siempre, un exitazo, cerrado con la apoteosis del n¨²mero de la moto, en el que el mago y la m¨¢quina desaparecen del escenario para reaparecer en mitad del p¨²blico. Todo muy parecido y muy distinto a la vez a la actuaci¨®n del a?o pasado. Copperfield tendr¨¢ hoy y ma?ana cinco nuevas actuaciones en Madrid, que cerrar¨¢n su gira espa?ola. Adriana, de seis a?os, sal¨ªa con los ojos como platos repitiendo a diestro y siniestro: "Pero ?c¨®mo lo hace?". Es lo que tiene Copperfield, que los ni?os m¨¢s peque?os salen pregunt¨¢ndose lo mismo que se preguntan los mayores m¨¢s toreados.
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