Inc¨®modos
Es la misma persona. El audaz ingeniero de las operaciones para diferir el gasto y centrifugar el endeudamiento de la Generalitat (sea mediante la emisi¨®n de obligaciones por parte de las universidades con las cuales sufragar la inversi¨®n en instalaciones o a trav¨¦s de convenios con los ayuntamientos, que asumen cr¨¦ditos para que supuestamente se construyan nuevos institutos) y ese personaje acorralado, que trata de justificar de forma dram¨¢tica una vulneraci¨®n flagrante de sus incompatibilidades como director del Instituto Valenciano de Finanzas, son un mismo sujeto. Jos¨¦ Manuel Uncio, el banquero del Consell, no puede sostener que ha creado una sociedad unipersonal destinada a tareas inmobiliarias y de consultor¨ªa con el objetivo de gestionar su patrimonio "ventajosamente" y aludir a la eventual necesidad de hacerse cargo de una herencia como justificaci¨®n. El sentido com¨²n m¨¢s elemental chirr¨ªa ante esas excusas. La verdad es que Uncio quiere marcharse. Tiene prisa por dejar su cargo. No es el ¨²nico. La nueva derecha de Zaplana est¨¢ llena de j¨®venes t¨¦cnicos cuya vocaci¨®n p¨²blica es fugaz. Sienten la llamada del mercado y no quieren perder su oportunidad. Frente a la vieja derecha, tan bien asentada en los ayuntamientos y las diputaciones provinciales, su feudo de siempre, de la mano de Luis D¨ªaz Alperi, Jos¨¦ Luis Gimeno, Rita Barber¨¢, Julio de Espa?a, Carlos Fabra o Fernando Giner (ese adalid de la involuci¨®n), el supuesto centrismo pol¨ªtico del presidente parece sumido en la incomodidad. Unos, los de la derecha tradicional, ven en el poder institucional un instrumento natural para defender e imponer intereses de grupo. Los otros est¨¢n inquietos, demasiado pendientes de rentabilizar, en el imaginario del ¨¦xito personal, su paso por la Administraci¨®n. Zaplana, quien, desde su permanente derroche de relaciones p¨²blicas, da crecientes muestras de sentirse inc¨®modo como gestor, no ha logrado conjuntar un equipo cuya percepci¨®n de la tarea p¨²blica responda a un proyecto pol¨ªtico coherente, con una concepci¨®n estrat¨¦gica del futuro. Ni a unos ni a otros les importa demasiado la sociedad.
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