El futbolista imprescindible

"Me siento feliz de poder trabajar con un equipo que siempre encuentra la motivaci¨®n necesaria", afirm¨® el seleccionador checo, Jozef Chovanec, tras concluir de forma majestuosa (10 partidos, 10 victorias) la fase de clasificaci¨®n para la Eurocopa.La Rep¨²blica Checa (o antes Checoslovaquia) es, futbol¨ªsticamente, un nido de competidores. Uno de esos viveros que proponen productos de futuro que suelen mejorar cuando se airean en el extranjero. Pavel Nedved (27 a?os) es uno de los m¨¢s claros ejemplos, junto a su compa?ero Berger. El tercero (y la excepci¨®n) es Poborsky. Los tres nacieron en la Eurocopa de 1996, pero Nedved ha sido el m¨¢s duradero, acaso el m¨¢s s¨®lido, quiz¨¢ por disponer de mayor repertorio y manejar m¨¢s facetas del juego.

Lo m¨¢s previsible en Nedvev es la sorpresa, lo que le convierte en un futbolista imprescindible. Su actitud, su buen disparo, su capacidad de llegada y su talento han hecho de ¨¦l un futbolista supranacional. Italia, uno de los templos de la exigencia, lejos de acoquinarle (como a tantas figuras de mucho peso futbol¨ªstico y poco fuste psicol¨®gico), ha engrandecido sus virtudes. El Lazio, su actual equipo, le estimula m¨¢s que le intimida. Nedvev siempre est¨¢ all¨ª, en el momento oportuno, porque re¨²ne casi todas las condiciones que se reclaman de un centrocampista solvente. Si acaso, le falta m¨¢s contacto con el gol, aunque, a cambio, lo selecciona con mimo: Italia (en la Eurocopa de 1996) y el Mallorca (en la Copa de la UEFA de 1999) saben, entre otros, de su instinto resolutivo. Holanda, el lunes, tuvo que encomendarse al poste para evitar que le descosiera el traje. S¨®lo ese trozo de madera pudo con Nedved; el resto, lo vio circular con las revoluciones alteradas y la cabeza fr¨ªa.

El esp¨ªritu del f¨²tbol checo ha sobrevivido a los avatares pol¨ªticos. Checoslovaquia gan¨® la Eurocopa '76 con una mayor¨ªa de jugadores eslovacos, pero siete a?os despu¨¦s de la partici¨®n del pa¨ªs, es la Rep¨²blica Checa quien mantiene el prestigio y el esp¨ªritu de aquel equipo. Nedved abandera hoy la personalidad del f¨²tbol checo (fuerte, t¨¦cnico y r¨¢pido). Pero no es el ¨²nico: a Berger le bastaron 30 d¨ªas en el Liverpool para ser elegido futbolista del mes. Poborsky tropez¨® con Beckham en el Manchester, y despu¨¦s se hundi¨® en el Benfica, pero en su cat¨¢logo figura el mejor gol de la Eurocopa de 1996. Nedved se lesion¨® el tobillo ante Alemania, d¨ªas antes del comienzo del torneo. Fue un susto, pero hubiera jugado incluso lesionado, siguiendo la tradici¨®n de Planicka, el portero de Checoslovaquia en el Mundial de 1934, que jug¨® 45 minutos contra Brasil con el brazo roto en penitencia de un error ante Italia, en el Mundial anterior.