MEDICINA PREVENTIVA El consumo de alcohol provoca en Espa?a m¨¢s de 13.000 muertes anuales

El 46% de los homicidios y el 25% de los suicidios y las autolesiones que se registran en Espa?a est¨¢n causados por el alcohol, una de las sustancias que m¨¢s potencian la agresividad humana. Asimismo, la bebida es responsable del 40% de los accidentes de tr¨¢fico, con m¨¢s de dos mil muertos al a?o. Si a estas cifras se a?ade la mortalidad ocasionada por los tumores, cirrosis y otras enfermedades relacionadas con el consumo de alcohol et¨ªlico, resulta que cada a?o se producen en Espa?a m¨¢s de 13.000 muertes, lo que representa m¨¢s del 6% de la mortalidad total.

Todos estos y otros datos se recogen en el libro Gu¨ªa pr¨¢ctica de intervenci¨®n en el alcoholismo, coordinado por Gabriel Rubio, profesor de Psiquiatr¨ªa de la Universidad Aut¨®noma de Madrid y especialista del hospital Doce de Octubre, y Joaqu¨ªn Santo-Domingo, tambi¨¦n profesor de la Universidad Aut¨®noma y jefe de psiquiatr¨ªa del hospital La Paz.Este libro refleja asimismo que el alcohol et¨ªlico es responsable del 70% de las cirrosis y otras enfermedades del h¨ªgado (que generan cada a?o 4.824 fallecimientos), del 42% de las pancreatitis agudas, del 60% de las pancreatitis cr¨®nicas, del 75% de los c¨¢nceres de es¨®fago, del 50% de los tumores malignos de la cavidad oral y del 46% de los c¨¢nceres de laringe, as¨ª como el 100% de otros procesos (psicosis alcoh¨®lica, polineuropat¨ªa alcoh¨®lica, cardiomiopat¨ªa alcoh¨®lica). En su conjunto, las m¨¢s de 13.000 muertes atribuidas al alcohol et¨ªlico representan unos 224.000 a?os potenciales de vida perdidos.

El impacto del coste econ¨®mico del alcoholismo en Espa?a arroja cifras muy elevadas: 637.717 millones de pesetas al a?o, de los que 228.429 (36%) son gastos directos, y 409.228 (64%), indirectos. Seg¨²n los autores, el coste total es el equivalente al 16% del presupuesto de la sanidad p¨²blica y m¨¢s de seis veces el coste de un proceso tan com¨²n en la poblaci¨®n adulta como es la hipertensi¨®n arterial. Los mismos datos revelan que al a?o se producen unos 165.000 ingresos hospitalarios derivados de la ingesta de alcohol y estiman que cinco grandes hospitales dedicados exclusivamente a atender la patolog¨ªa del alcoholismo ser¨ªan insuficientes.

El problema del alcohol, seg¨²n se hace constar en este volumen, auspiciado por la Agencia Antidroga de la Comunidad de Madrid y el Colegio de M¨¦dicos de Madrid, afecta a m¨¢s de tres millones de espa?oles.

Un informe de la Oficina Regional Europea revela que entre 1960 y 1983 se produjo en Espa?a un aumento per c¨¢pita del 40,4% en el consumo de alcohol. Un estudio de 1994 del Ministerio de Sanidad revelaba que Espa?a era a principios de los noventa el tercer pa¨ªs del mundo consumidor de alcohol per c¨¢pita (despu¨¦s de Francia y Portugal). Sin embargo, datos de la World Drinks Trends de 1996 lo sit¨²an en quinto lugar, tras Luxemburgo, Francia, Portugal y Hungr¨ªa.

Otros estudios realizados en 1998 estiman que el consumo per c¨¢pita de esta bebida ha disminuido en Espa?a un 25% desde 1990 y que actualmente se ha estabilizado entre 9 y 10 litros por habitante y a?o.

Para Gabriel Rubio es evidente que desde los sesenta hasta la actualidad "se ha producido una disminuci¨®n importante en la proporci¨®n de abstemios y un aumento de los bebedores de riesgo en la poblaci¨®n espa?ola", de tal modo que del 34% de abstemios en los sesenta se ha pasado a un 22% y del 4%-12% de bebedores de riesgo se ha pasado al 17%.

Abuso y diversi¨®n

Rubio apunta que existe un consumo desmesurado de fin de semana entre los j¨®venes y una "buena parte de esta poblaci¨®n parece que no sabe divertirse sin perder el control ante esta droga social y legalmente aceptada". Seg¨²n Rubio, los j¨®venes "excesivamente t¨ªmidos, tendendes a conductas inhibitorias, y los llamados buscadores de sensaciones nuevas" son m¨¢s susceptibles a beber en exceso.

En palabras de Joaqu¨ªn Santo-Domingo, es dif¨ªcil conciliar los mensajes de los efectos cardioprotectores del vino y los de sus riesgos, sobre todo entre los j¨®venes. Tambi¨¦n considera que el consumo "moderado y seguro de alcohol es muy relativo, puesto que hay situaciones, como el embarazo, en las que no existe un umbral de seguridad", ni tampoco en la conducci¨®n de veh¨ªculos ni en trabajadores que manipulan maquinarias de riesgo o que se mueven en situaciones comprometidas (andamios, postes el¨¦ctricos, oficios de precisi¨®n).

Un estudio dirigido por este especialista en el hospital La Paz puso de manifiesto que el 10% de las embarazadas eran absteminas y que el 24% eran bebedoras de riesgo.

Diferentes encuestas recientes del Ministerio de Sanidad revelan que mientras el 75% de los espa?oles afirma no haberse embriagado nunca, el 12% confiesa que al menos una vez al a?o, y el 4%, una o m¨¢s veces a la semana. Del total de la poblaci¨®n espa?ola, bebedora y no bebedora, el 1,1% (291.000 personas) se embriaga a diario. El perfil de la persona que se emborracha, independientemente de la periodicidad, es el de un var¨®n de entre 19 y 28 a?os, bebedor diario o de una a dos veces por semana.

Cambios en los patrones de consumo

Seg¨²n queda reflejado en la Gu¨ªa pr¨¢ctica de intervenci¨®n en el alcoholismo, los patrones en el consumo de alcohol en Espa?a han registrado cambios importantes en la segunda mitad del sigloXX. Si desde los a?os cincuenta hasta los setenta la bebida alcoh¨®lica m¨¢s consumida era el vino, a partir de los ochenta la cerveza y los licores han empezado a ganar protagonismo.

Hasta 1985, las preferencias por el alcohol se repart¨ªan: 51% para el vino, 25% para los destilados y 24% para la cerveza. Las actuales muestran lo siguiente: 36,3% para la cerveza, 29,8% para el vino y 20,7% para los combinados. Estos ¨²ltimos centran el inter¨¦s de los bebedores, sobre todo los fines de semana, mientras que la cerveza y el vino se mantienen preferentemente de lunes a jueves. Aunque todav¨ªa sigue habiendo diferencias importantes por sexos (de dos a cuatro varones bebedores por cada mujer), las encuestas m¨¢s recientes revelan que cuanto m¨¢s joven es el segmento de poblaci¨®n estudiado, menores son las diferencias, puesto que las espa?olas empiezan a beber a edades cada vez m¨¢s tempranas, a semejanza de los hombres.

Un estudio desarrollado por la Comunidad de Madrid a mediados de los ochenta demostraba que el 22% de las mujeres entre 18 y 29 a?os consum¨ªa importantes cantidades de alcohol, porcentaje que se reduc¨ªa al 10 en la franja de edad de 30 a 39 a?os. Tambi¨¦n se observa que hay mucha m¨¢s poblaci¨®n femenina consumidora de alcohol en los n¨²cleos urbanos que en los rurales.