El mal uso de los antibi¨®ticos extiende por el mundo bacterias letales e intratables
La OMS advierte de que la resistencia a los f¨¢rmacos volver¨¢ incurables muchas dolencias
Los antibi¨®ticos se usan con negligencia en todo el mundo. En los pa¨ªses occidentales se abusa de ellos de forma absurda, y en el Tercer Mundo se utilizan en cantidades insuficientes. Curiosamente, el resultado de ambos fen¨®menos es el mismo: la aparici¨®n de bacterias letales y resistentes a estos f¨¢rmacos esenciales. La Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) public¨® ayer un estudio que demuestra la gravedad de este problema. Si no se toman medidas urgentes, seg¨²n la OMS, muchas enfermedades que hoy son tratables se volver¨¢n incurables en pocos a?os.
El 70% de las infecciones respiratorias son ya resistentes a los antibi¨®ticos m¨¢s comunes (los llamados "de primera l¨ªnea"). El 60% de las infecciones hospitalarias son ya multirresistentes, es decir, no responden a dos, tres o m¨¢s antibi¨®ticos. En Estonia, Letonia y muchas zonas de Rusia y China, m¨¢s del 10% de los enfermos de tuberculosis est¨¢n infectados por cepas bacterianas resistentes a los dos medicamentos antituberculosos m¨¢s potentes. Son s¨®lo algunos ejemplos de un proceso que, seg¨²n la OMS, amenaza con devolver al mundo a la era anterior al descubrimiento de la penicilina.La OMS recoge en su informe anual sobre las enfermedades infecciosas, titulado este a?o Contengamos la resistencia microbiana, la opini¨®n un¨¢nime de los expertos en microbiolog¨ªa cl¨ªnica de todo el mundo: la principal causa de este alarmante fen¨®meno es el uso negligente de los antibi¨®ticos, sea por exceso o por defecto. Por incre¨ªble que parezca, atajar la explosi¨®n de las resistencias bacterianas que cuestan millones de vidas cada a?o no requiere, al menos inicialmente, tecnolog¨ªas avanzadas ni inversiones billonarias. Lo prioritario es reeducar a los pacientes y a la mayor¨ªa de los m¨¦dicos.
Tal y como explic¨® ayer la directora del Programa de Control, Prevenci¨®n y Erradicaci¨®n de Enfermedades Infecciosas de la OMS, Mar¨ªa Neira, la negligencia en los pa¨ªses occidentales consiste en la utilizaci¨®n masiva de antibi¨®ticos en situaciones que no lo requieren. Por ejemplo, s¨®lo el 20% de las infecciones respiratorias requieren el uso de antibi¨®ticos, pero los m¨¦dicos tienden a prescribirlos tambi¨¦n en el otro 80% de los casos, a veces para tratar meras gripes o catarros, que son enfermedades de origen v¨ªrico y, por lo tanto, no responden en absoluto a los antibi¨®ticos (que s¨®lo matan a las bacterias). Otras fuentes de abuso son la automedicaci¨®n por parte de pacientes desinformados y el extendido uso de antibi¨®ticos para alimentar al ganado, una pr¨¢ctica que la OMS desaconseja desde 1998, pero que persiste en la mayor¨ªa de los pa¨ªses occidentales.
El problema es el contrario en los pa¨ªses pobres. Por falta de recursos, los pacientes suelen tomar una dosis inferior a la necesaria, o durante menos d¨ªas de los precisos. As¨ª, en el organismo s¨®lo mueren los microbios m¨¢s d¨¦biles y salen reforzados los m¨¢s resistentes.
El especialista de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud Marcos Espinal dio ayer este ejemplo: el tratamiento de la tuberculosis requiere la administraci¨®n de cuatro f¨¢rmacos durante seis meses. Si s¨®lo se usan dos o tres f¨¢rmacos durante dos o tres meses -una pr¨¢ctica habitual en el Tercer Mundo-, la aparici¨®n de bacterias resistentes est¨¢ garantizada.
?ste es un caso claro en que el remedio (mal aplicado) resulta infinitamente peor que la enfermedad, porque el tratamiento de seis meses, si se hace correctamente, s¨®lo cuesta unas 5.000 pesetas, pero, una vez que aparecen las resistencias, los f¨¢rmacos necesarios cuestan 2,8 millones de pesetas.
La OMS recuerda a los pa¨ªses en desarrollo que atajar las resistencias -reeducar a su poblaci¨®n, a sus m¨¦dicos y a sus responsables sanitarios- requiere voluntad pol¨ªtica. Pero tambi¨¦n conmina a los pa¨ªses desarrollados a apoyar financieramente al Tercer Mundo. Con el tr¨¢fago humano actual de turismo y migraciones, las bacterias pat¨®genas no respetan ninguna clase de frontera, y cualquier cepa microbiana se extiende por todo el mundo en cuesti¨®n de d¨ªas. La OMS tambi¨¦n llama a la industria farmac¨¦utica a invertir en el desarrollo de nuevas familas de antibi¨®ticos.
M¨¢s informaci¨®n y enlaces, en el portal de la OMS: www.who.int
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