El IPC sube y sube
La subida de los precios en dos d¨¦cimas durante el mes de mayo ha llevado la tasa anual de inflaci¨®n al 3,1%, la m¨¢s elevada de la UEM despu¨¦s de Irlanda. Todos los signos del IPC de mayo son inquietantes. La inflaci¨®n subyacente (sin alimentos frescos y energ¨ªa) ha aumentado una d¨¦cima, lo que desautoriza cualquier intento de culpar en exclusiva al crudo, y los precios de los servicios siguen en el 3,4%, inasequibles a la declaraci¨®n de buenas intenciones del Gobierno.La inflaci¨®n espa?ola sigue descontrolada. Su continua escalada desmiente mes a mes las pobres excusas que el Gobierno y sus economistas afines esgrimen peri¨®dicamente para justificar las subidas. Ya no basta con invocar el encarecimiento del petr¨®leo y la depreciaci¨®n del euro, condiciones que afectan por igual a todos los pa¨ªses de la eurozona. Lo que importa son las posiciones relativas con los pa¨ªses competidores. Ser¨ªa deseable que no se siga encubriendo la ausencia de una aut¨¦ntica pol¨ªtica antiinflacionista en Espa?a con los acontecimientos que se producen en los mercados internacionales, sobre los que una pol¨ªtica nacional no puede actuar y cuyos efectos son iguales para todos los pa¨ªses del ¨¢rea.
La inflaci¨®n de mayo empieza a ser peligrosa porque introduce una excesiva tensi¨®n entre los precios y la evoluci¨®n de los salarios, cuya saludable moderaci¨®n puede romperse en el caso de que se pierda toda expectativa razonable de que pueda alcanzarse el objetivo fijado oficialmente: 2% para el conjunto del a?o. El Gobierno est¨¢ perdiendo credibilidad en sus propuestas antiinflacionistas, en medio de una bruma de filtraciones y globos sonda que no terminan de convertirse en decisiones. A partir de este fracaso puede empezar a deteriorarse el ciclo de crecimiento que tan buenos resultados est¨¢ dando en otros indicadores.
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