Absuelto tras 16 meses en la c¨¢rcel por una denuncia de violaci¨®n

La Audiencia de Barcelona absolvi¨® ayer a Emilio A. J., un vecino de Manresa de 40 a?os, que ha pasado 16 meses en prisi¨®n preventiva acusado de la violaci¨®n de una ni?a de nueve a?os. El tribunal considera que el delito nunca se produjo, ya que no se apreci¨® ninguna lesi¨®n o marca durante el reconocimiento de la menor.

La sentencia, dictada por la Secci¨®n Quinta de la Audiencia de Barcelona, recuerda que la supuesta v¨ªctima se encontraba en tratamiento psiqui¨¢trico porque presentaba "d¨¦ficit de atenci¨®n". Adem¨¢s, el tribunal se refiere a que los m¨¦dicos que la atendieron afirmaron en el juicio que les parec¨ªa imposible que la menor hubiera sido violada. A todo ello han de sumarse las declaraciones contradictorias, seg¨²n el tribunal, que efectu¨® la ni?a durante la instrucci¨®n de la causa y el hecho de que no acudiera a declarar en el juicio despu¨¦s de haber sido citada en dos ocasiones.El abogado de Emilio A. J. anunci¨® ayer que una vez que sea firme la sentencia reclamar¨¢ del Estado una indemnizaci¨®n por el anormal funcionamiento de la Administraci¨®n de Justicia. El fiscal, sin embargo, afirm¨® que recurrir¨¢ contra la sentencia absolutoria ante el Tribunal Supremo. En el juicio, celebrado en marzo, el ministerio p¨²blico solicit¨® penas que sumaban 15 a?os de c¨¢rcel para Emilio A. J., al que acusaba de un delito de agresi¨®n sexual y otro de detenci¨®n ilegal; asimismo solicitaba que se le condenase a pagar dos millones de pesetas de indemnizaci¨®n. El acusado ingres¨® en prisi¨®n el 10 de octubre de 1998 y fue puesto en libertad el pasado 22 de marzo, dos d¨ªas despu¨¦s de que finalizara el juicio. Esta decisi¨®n hac¨ªa prever que el tribunal dictar¨ªa una sentencia absolutoria.

Amistad y juego

Los hechos ocurrieron el 17 de octubre de 1998, cuando el acusado, que se alojaba en una pensi¨®n de Manresa, se dirigi¨® a un bar pr¨®ximo y, seg¨²n la sentencia, entabl¨® "amistad" con una ni?a de nueve a?os, con la que "jug¨® un rato". El tribunal da por hecho que la peque?a, que resid¨ªa en el inmueble en el que se encuentra la pensi¨®n, pidi¨® al procesado que le ense?ara su habitaci¨®n, a lo que ¨¦ste accedi¨®.

Seg¨²n la sentencia, ambos permanecieron en la estancia unos cinco minutos; luego el hombre sali¨® a tomar el aire porque estaba mareado debido al alcohol ingerido. Al cabo de 20 minutos, la menor acudi¨® al bar en el que se hab¨ªan conocido y, llorando, afirm¨® que el hombre se hab¨ªa bajado los pantalones y le hab¨ªa mostrado los genitales. En el juzgado, la ni?a acus¨® al hombre de haberla forzado.