"Utilizar las listas de espera para cuestionar el sistema sanitario p¨²blico es negativo"
Despu¨¦s de seis a?os al frente de Obras P¨²blicas, ahora le toca vigilar la salud de los andaluces. El consejero de Salud, Francisco Vallejo
(Alcaudete, Ja¨¦n, 1957) ha probado pronto las hieles del complejo mundo sanitario.
De momento, su obsesi¨®n es conseguir m¨¢s eficacia en los hospitales.
Precauci¨®n y prudencia fueron dos de las ideas con las que Francisco Vallejo lleg¨® a la Consejer¨ªa de Salud. Pero no tuvo tiempo de practicarlas; el chaparr¨®n de las listas de espera hospitalarias le ha dejado a la intemperie. El que fuera durante los ¨²ltimos seis a?os consejero de Obras P¨²blicas, -"ya me he dado cuenta de que esto es mucho m¨¢s complicado que hacer carreteras", afirma-, lanza sus primeros dardos y pide m¨¢s recursos econ¨®micos y flexibilidad laboral. Todo ello, "para ser m¨¢s eficaces", apunta.Pregunta. ?No cree usted que la transparencia informativa en las listas de espera es un derecho de los ciudadanos?
Respuesta. Creo que la ¨²nica limitaci¨®n que debe tener esa transparencia es la de la responsabilidad. Mi opini¨®n es que nuestra sociedad es suficientemente madura y democr¨¢tica como para entender lo que ocurre, aunque la verdad sea compleja y, como en el tema de las listas quir¨²rgicas, dura.
P. Quiz¨¢ usted, que acaba de llegar a la gesti¨®n sanitaria, pueda proponer alguna medida que permita ahondar en esa transparencia.
R. Creo que deber¨ªa de haber, cada dos a?os tal vez, en el Parlamento andaluz, un an¨¢lisis profundo y un debate a fondo sobre nuestro sistema sanitario.
P. Y a los ciudadanos, ?qu¨¦ papel le corresponde en la gesti¨®n democr¨¢tica de la sanidad?
R. El de la participaci¨®n, que, por supuesto, ha de ser permanente. No s¨®lo para controlar lo que se hace, sino, tambi¨¦n, para contribuir a generar aquellos elementos de tensi¨®n, muy necesarios, que hagan que el sistema sanitario p¨²blico funcione.
P. ?A qu¨¦ se refiere?
R. Las medidas que se toman, por ejemplo, en el control del gasto farmac¨¦utico, o los incentivos econ¨®micos a los profesionales, son elementos de tensi¨®n positivos. Pero, utilizar las listas de espera para tensionar al sistema, es negativo. No pueden utilizarse estas listas para cuestionar el sistema sanitario p¨²blico que, basa su eficacia, adem¨¢s de en la responsabilidad de cada uno, en esos elementos positivos de tensi¨®n que se incorporan a ¨¦l. Si se pretende conseguir la eficiencia acabando con las listas de espera, cabe decir, que, cuando ¨¦stas desaparezcan, disminuir¨¢ el rendimiento. Si acab¨¢semos con esas listas, mediante una pol¨ªtica de choque, volver¨ªan a surgir.
P. El usuario se desespera en las colas, se pierde en la burocracia; el recorrido desde el m¨¦dico de cabecera al especialista es eterno. ?No cree que hace falta poner orden?
R. S¨ª. En este sentido, el orden siempre da seguridad. Cuando cada d¨ªa te atiende alguien distinto, o var¨ªan los tiempos de espera de un centro de salud a otro... Todo eso, no cabe duda, crea malestar.
P. Algunos jefes de servicio de cirug¨ªa cardiovascular han puesto el dedo en la llaga. De pronto ha aparecido un rosario de denuncias por toda la geograf¨ªa nacional, ?qu¨¦ opina usted?
R. Que las listas de espera no pueden representar algo positivo para nadie. Si la existencia de ¨¦stas supone que hay gente que hace negocio con ellas... Mal vamos. Ha sido como si hubiese habido un incendio intencionado, con varios focos a la vez.
P. El dinero, al final, suele ser el que marca la pol¨ªtica sanitaria. ?C¨®mo cree usted que debe financiarse la sanidad?
R. Negociando sus recursos por separado. No estoy de acuerdo con los que pretenden incluir en una negociaci¨®n global con el Gobierno el dinero de este apartado. Los ciudadanos desean, en este tema, seguridad. ?Se trata de su salud! Mi opini¨®n es que s¨®lo se sentir¨¢n seguros si saben que hay un dinero espec¨ªfico que garantiza la asistencia sanitaria. Seria una contradicci¨®n globalizar la financiaci¨®n y pretender mejorar la asistencia; lo mismo que si se disminuyen los impuestos y luego pretenden darse m¨¢s prestaciones sociales.
P. Pero, habr¨¢ un tope en esa demanda de recursos.
R. En este momento el horizonte est¨¢ muy claro: tenemos que situarnos en la media europea, que, de momento, est¨¢ un punto por encima; es decir, hemos de pasar del 7% al 8% del PIB.
P. Cuando el Gobierno culmine las transferencias sanitarias del Estado a las comunidades aut¨®nomas, ?cual ser¨¢ el marco, en su opini¨®n, que debe acotar las relaciones?
P. Una ley. Una ley que nos ponga de acuerdo a todas las autonom¨ªas y que los principios b¨¢sicos del sistema (universidad, equidad, gratuidad) queden garantizados en ella para todo el territorio nacional. El Consejo Interterritorial, ahora consultivo, jugar¨¢ entonces un papel clave y pasar¨¢ a ser m¨¢s ejecutivo.
P. Con el aval del 18% de espa?oles que representa, ?qu¨¦ detecta en Sistema Nacional de Salud que no funciona?
R. Lo primero... Habr¨ªa que regular, de alguna forma, las nuevas prestaciones que, continuamente, debe asumir el sistema. Fijamos marcos financieros para un sistema sanitario que, s¨ª, est¨¢ funcionando, pero que en el d¨ªa a d¨ªa es superado por las demandas sociales. El Consejo Interterritorial de Salud deber¨ªa servir tambi¨¦n para salvaguardar la equidad, y que las nuevas prestaciones que el sistema va incorporando (nuevas tecnolog¨ªas, nuevos f¨¢rmacos) se redistribuyan de la forma m¨¢s justa posible. Que no ocurra que, por el hecho de tener un sistema de financiaci¨®n particular, como es el del Pa¨ªs Vasco, salgan m¨¢s favorecidos unos ciudadanos que otros. Hay dos temas en los que falta mucho por hacer: en el de la financiaci¨®n sanitaria, con la falta de acuerdos globales y m¨¢s justos para todos; y en el de la salud p¨²blica, con campa?as que deber¨ªan ser comunes a todo el territorio nacional. No podemos ir cada uno por nuestro lado.
P. El gasto farmac¨¦utico se ha convertido en una especie de espada de Damocles... Todos los partidos pol¨ªticos recogieron en su ¨²ltimo programa electoral, la necesidad de llegar acuerdos entre los distintos sectores implicados. Cada d¨ªa se habla m¨¢s de la necesidad de un Pacto de Estado en Sanidad, al estilo del Pacto de Toledo.
R. Un pacto as¨ª ser¨ªa bueno. Pero tan importante como eso es la gesti¨®n. Creo que es clave que los usuarios, prescriptores y gestores tomen conciencia de que el dinero que va a parar a la farmacia se sustrae de otros servicios. Aprender a hacer un uso racional de los medicamentos es fundamental.
P. ?En su opini¨®n, qu¨¦ modelo seguir¨¢ la sistema sanitario del futuro?
R. Siempre que respete el aseguramiento ¨²nico para todos, la financiaci¨®n ¨²nica v¨ªa impuestos y la igualdad de prestaciones... cualquier modelo es v¨¢lido. Tampoco debe haber en el que lo gestiona ¨¢nimo de lucro. Yo no estoy cerrado a ning¨²n modelo. Creo que un sistema ¨²nico, tipo SAS (Unidades Cl¨ªnicas) tiene claramente probada su eficacia. La clave estar¨¢ siempre en introducir elementos de flexibilidad... Y llegar a acuerdos con quienes est¨¢n en el sistema y lo gestionan.
"Deber¨ªa haber cada dos a?os un debate profundo en el Parlamento sobre nuestro sistema sanitario"
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