El Pa¨ªs de las Maravillas FRANCESC DE CARRERAS
Desde hace ya algunos a?os, a partir del momento en que la Generalitat comenz¨® a estar contablemente en n¨²meros rojos, la principal queja de su presidente ha sido que la autonom¨ªa catalana est¨¢ mal financiada. Tenga o no raz¨®n, lo cierto es que el d¨¦ficit se acumula a?o tras a?o y la deuda p¨²blica de Catalu?a es m¨¢s elevada que la de cualquier otra comunidad aut¨®noma. Ante semejante situaci¨®n, lo sensato ser¨ªa contener el gasto p¨²blico, por lo menos en aquello m¨¢s superfluo y prescindible. Sin embargo, datos recientes sobre los gastos de la Generalitat ponen en duda que tal actitud sea la del actual Gobierno. En los ¨²ltimos d¨ªas, han aparecido en los peri¨®dicos noticias sorprendentes, algunas casi esperp¨¦nticas. Pasemos a comentarlas.Comencemos por plantear tres preguntas a tres distintas cuestiones. En un reciente viaje a Quebec el se?or Duran Lleida anunci¨® que la Generalitat abrir¨ªa en aquel pa¨ªs una representaci¨®n permanente: ?se justifica dicha sede desde el punto de los intereses generales o s¨®lo desde el punto de vista del inter¨¦s ideol¨®gico partidista?, ?cundir¨¢ el ejemplo y la Generalitat abrir¨¢ tambi¨¦n sedes en Escocia, Gales, Lombard¨ªa e, incluso, Transilvania y Rutenia, todas ellas, por lo visto, "naciones sin Estado", seg¨²n la terminolog¨ªa al uso? Tambi¨¦n hemos sabido por los peri¨®dicos que en el a?o 1999 la Generalitat gast¨® 1.724 millones de pesetas en campa?as de publicidad, es decir, casi cinco millones al d¨ªa. El a?o anterior, sin embargo, s¨®lo gast¨® 311 -m¨¢s de cinco veces menos-, lo cual parece tener su explicaci¨®n en que aquel a?o no se celebraba elecci¨®n alguna mientras el a?o pasado fue un gran a?o electoral. ?Seguro que este dispendio realizado con el dinero de todos los ciudadanos iba en beneficio de los intereses generales y no respond¨ªa a un puro inter¨¦s partidista? Un ¨²ltimo interrogante: de acuerdo con la antigua ley del Consejo del Audiovisual s¨®lo el presidente ten¨ªa dedicaci¨®n exclusiva al cargo y los dem¨¢s consejeros cobraban unas discretas dietas; con la nueva ley, el presidente y los nueve consejeros tienen dedicaci¨®n exclusiva y, por tanto, la partida de personal aumenta de forma exponencial. ?Seguro que ello se corresponder¨¢ con una mejora de la libertad de expresi¨®n en Catalu?a? Todas ellas son preguntas cuya respuesta se la dejo a ustedes, queridos lectores.
Otros aumentos de gasto llaman tambi¨¦n nuestra atenci¨®n. La noticia dice as¨ª: "El Departamento de Justicia gratifica con unas 11.000 pesetas al mes a los funcionarios judiciales que no falten al trabajo". Y sigue diciendo: "Si durante un semestre la ausencia es inferior o igual a cuatro d¨ªas se recompensar¨¢ al funcionario con 66.156 pesetas brutas al final del periodo. Si faltan cinco d¨ªas recibir¨¢n 57.630 pesetas y si la ausencia es de seis d¨ªas les pagar¨¢n 46.104 pesetas. Si la ausencia es superior a seis d¨ªas no se cobrar¨¢ ning¨²n complemento salarial. Estos funcionarios no deben presentar la baja laboral hasta el quinto d¨ªa de ausencia al trabajo, lo que dificulta el control del absentismo". ?No ser¨ªa mejor, me pregunto yo, establecer medidas para controlar el absentismo en lugar de estimular el "absentismo de baja intensidad"? ?No se trata, en realidad, de un aumento salarial encubierto en relaci¨®n a las horas trabajadas? En tal caso, ?no son tales medidas discriminatorias respecto a los dem¨¢s funcionarios?
Todo ello me resulta sorprendente e, incluso, un tanto surrealista. Como tambi¨¦n lo es la cantidad de 235 millones de pesetas destinados a la propaganda para "mejorar la imagen de Catalu?a" que la Generalitat ha emprendido en una campa?a que, seg¨²n el consejero Antoni Subir¨¤, "pretende acabar con algunos t¨®picos sobre los catalanes, como que son aburridos o cerrados". Yo me pregunto: ?es de inter¨¦s general acabar con los t¨®picos sobre los catalanes?; ?la Junta de Andaluc¨ªa tambi¨¦n har¨¢ una campa?a contra el t¨®pico de que el andaluz es poco trabajador, la Diputaci¨®n de Navarra sobre que el navarro es muy bruto y la Comunidad de Madrid sobre que el madrile?o es un chulo? ?Ser¨¢ efectiva y merece la pena una campa?a publicitaria que pretende acabar con los t¨®picos sobre el car¨¢cter nacional que s¨®lo convence a los propios nacionalistas, sean de donde sean?
El gran Forges, con su c¨¢ustico sentido del humor, ha empezado la campa?a de la Generalitat con un chiste estupendo: "?Qu¨¦ los catalanes son aburridos? No, hombre; son formales, que es distinto. Y si no, pregunt¨¢dselo a un griego. O a un romano. Les gust¨® tanto esto que se quedaron". Este texto de Forges me plantea algunos problemas personales, de aquellos que los nacionalistas dir¨ªan de identidad. Yo, muchas veces, algunos quiz¨¢ dir¨¢n que siempre, soy inmensamente aburrido y, adem¨¢s, muchas otras veces, soy tambi¨¦n muy informal; ?acaso, pues, no soy catal¨¢n? De acuerdo con la propaganda, desde luego no lo soy. Y, adem¨¢s, ?ya ¨¦ramos los catalanes divertidos y formales antes de que llegaran los griegos y los romanos? Forges lo ha dicho en tono de chiste pero no sabe que esta identidad catalana, pregriega y prerromana, inmutable a trav¨¦s de los tiempos, es lo que se ense?a en muchas escuelas a los ni?os de nuestro pa¨ªs.
Pero es m¨¢s: la tal campa?a no quiere s¨®lo desvanecer algunos t¨®picos sino, por lo visto, crear t¨®picos nuevos: los catalanes, dice Forges, "son, probablemente, los ¨²nicos iberos (sic) que poseen tanto sentido del humor como formalidad". Para ser consecuentes, propongo que el a?o pr¨®ximo se haga otra campa?a desmintiendo los nuevos t¨®picos de la actual y que el mismo Forges afirme que los catalanes no tenemos ni sentido del humor ni formalidad, ni tampoco lo contrario. Que diga, simplemente, que los ciudadanos de Catalu?a somos como nos da la real gana de ser, es decir, somos personas libres, distintos el uno del otro, como en todas partes, y que ning¨²n gobernante tiene derecho a decirnos cu¨¢l debe ser nuestro car¨¢cter ni nuestra identidad.
Eduardo Mendoza escribi¨® una gran novela sobre Barcelona: La ciudad de los prodigios. A la vista del panorama actual le propongo que escriba otra que lleve por t¨ªtulo El Pa¨ªs de las Maravillas. Materia no le va a faltar.
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