S¨®nar abre sus puertas convertido ya en un cl¨¢sico de la modernidad
La organizaci¨®n califica de "falsa" la pol¨¦mica por la imagen del festival
Con seis ediciones ya a sus espaldas, S¨®nar asume sin complejos su condici¨®n de cl¨¢sico de la modernidad. El p¨²blico, que se desparram¨® ayer por los espacios del festival y es ya un 15% m¨¢s numeroso que en 1999, presenta este a?o un aspecto bastante veterano, poco extravagante y -curiosamente, pues s¨®lo era el primer d¨ªa- algo baqueteado. La gente sabe muy bien ad¨®nde va, como prueban las indumentarias c¨®modas.
Algunos se han tomado lo del clasicismo al pie de la letra y lucen indumentaria de gladiador: calz¨®n corto, pecho al descubierto y gafas tan grandes que parecen cascos. Otros, cuando atron¨® The Majesty + Etant Donn¨¦s /Marc Cunningham con un sonido sensoround en el hall, quiz¨¢ recordaron aquel suplicio romano consistente en introducir a las v¨ªctimas en una barrica con clavos. Ayer se ve¨ªa a mucha gente descalza, lo cual era pertinente sobre la hierba artificial del S¨®nar Village, pero quedaba m¨¢s bien raro en el bar, en la sala de conferencias o en el cine. El S¨®nar Village, del que se ha retirado este a?o la feria discogr¨¢fica para colocarla en la calle, es una gran, estupenda pradera de mentira en la que el p¨²blico se sienta o estira con gozo componiendo im¨¢genes propias de un Woodstock cibern¨¦tico. Por all¨ª discurren, d¨¢ndole al asunto un aspecto digno de un cuadro de Magritte, empleadas de limpieza del Centro de Cultura Contempor¨¢nea (CCCB) con escobas. Desgraciadamente, el tapete verde presenta arrugas y con las gafas oscuras, la emoci¨®n y el coloc¨®n de la m¨²sica a pleno sol era f¨¢cil peg¨¢rsela: un tipo con una camiseta de Matrix tropez¨® y cay¨® en su propio vaso de cerveza. Una joven se ondulaba ayer con el techno onomatop¨¦yico de Substuff mientras a sus pies, en un corrillo, media docena de individuos segu¨ªan sus movimientos agitando las cabezas desma?adamente como coribantes ebrios.En la zona de SonarM¨¤tica varias parejas aprovechaban la oscuridad con fines obvios. Dos adolescentes se besaban sin miedo junto a un CD interactivo berlin¨¦s con el t¨ªtulo Hard: edged.datatrack.mode(03) 00. Aqu¨ª el feedback es total: junto al r¨®tulo de los trabajos de la agencia de dise?o Die Gestalten, un espont¨¢neo hab¨ªa enganchado un cartelito advirtiendo de que entre lo exhibido figuraban portadas de discos del grupo de culto de los skins neonazis alemanes B?hse Onkelz. Muchos visitantes se retrataron ayer con las inquietantes gemelas que constituyen la imagen del festival de este a?o, las cuales tienen un aire de susto a lo El resplandor de Kubrick.
Otras im¨¢genes del S¨®nar, las de dos mujeres con las cabezas enterradas, han provocado pol¨¦mica. En el Ayuntamiento de Barcelona los concejales de CiU han denunciado que esa imagen hace apolog¨ªa de la violencia contra la mujer. El Instituto Catal¨¢n de la Mujer tambi¨¦n ha pedido la retirada de la campa?a publicitaria. Los organizadores consideraron ayer que se trata de una "falsa" pol¨¦mica. "Cada a?o elegimos un tema y ¨¦ste versa sobre los gemelos y los poderes paranormales. A una pareja de gemelas le otorgamos el poder de telequinesia y a la otra la hicimos catal¨¦ptica, lo que les permite respirar bajo tierra largo tiempo. No hay otra intenci¨®n, ni af¨¢n provocador, sencillamente se buscaron im¨¢genes impactantes".
Un Babel sonoro
Primera jornada diurna y una nueva paleta en la que pudieron escucharse las propuestas m¨¢s dispares. Todo bajo un sol nada digital que hizo imprescindible la b¨²squeda de una sombra bajo la que prestar o¨ªdos a esos artistas que, electr¨®nica en ristre, saquean con soltura y descaro todo tipo de referencias sonoras. El S¨®nar sigue siendo una torre de Babel con cambios radicales entre planta y planta.La tarde comenz¨® a ritmo seco y entrecortado, lo m¨¢s propio del hip-hop. Lo sirvi¨® DJ Tillo, quien seguramente jam¨¢s hab¨ªa pinchado bajo un sol m¨¢s aplastante que la verborrea de los recitadores. Poco despu¨¦s la palabra recitada tom¨® el escenario del Village por medio de la garganta de El Disop. El de L'Hospitalet se marc¨® un concierto que bastante bien estuvo considerando que a aquella hora el p¨²blico casi no se hab¨ªa dado por enterado de que algo pasaba en el escenario.
Por el contrario, el poderoso aire acondicionado del hall del CCCB s¨ª permit¨ªa una atenta observaci¨®n de su escenario. Lo ocup¨® Vicki Bennett, que art¨ªsticamente se hace llamar People Like Us. Perfecto nombre para presentar una propuesta art¨ªstica que se fundamenta en el collage. Con un fondo visual de im¨¢genes que mostraban a una vaca a la que estaban orde?ando, un campesino afilando una guada?a, un ni?o inhalando descongestionante nasal y un sinf¨ªn de im¨¢genes cotidianas montadas en bucle, Vicki puso una banda sonora que funcion¨® por evocaci¨®n. Regusto hippy palpitando bajo tecnolog¨ªa de fin de siglo.
M¨¢s tarde el mismo hall fue de Logro?o, ciudad de la que lleg¨® Rey Front System. Una maqueta por ¨¦l enviada al S¨®nar le puso en el escenario, donde apabull¨® con una sesi¨®n de techno perfumado en Detroit abiertamente nocturna. M¨¢s juguet¨®n result¨® Stephan, un pincha alem¨¢n del sello Ladomat que hizo posible hermanar a New Order con la bossa nova, una de las piruetas de este S¨®nar que para la noche ten¨ªa preparada una velada rosa con Marc Almond y Fangoria como invitados de lujo.
Babelia
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