La curva

La Fiscal¨ªa de C¨¢diz acusa a dos de las personas que participaron en la manifestaci¨®n en Tarifa contra la instalaci¨®n del cable el¨¦ctrico destinado a unir Espa?a y Marruecos de un delito de des¨®rdenes p¨²blicos. Estima que los acusados indujeron directa o indirectamente a los manifestantes y causaron da?os en las obras de instalaci¨®n. Pretende que el juez les imponga una pena de dos a?os de prisi¨®n y que paguen tres millones de pesetas en concepto de indemnizaci¨®n.La posible comisi¨®n de un delito y la presencia del Ministerio Fiscal en labores de acusaci¨®n es lo normal en un Estado de derecho. Sin embargo, los hechos que se est¨¢n juzgando, el esfuerzo probatorio de la acusaci¨®n p¨²blica -23 testigos- y la presencia de una plataforma de ciudadanos en defensa de los acusados hacen que este juicio no sea uno m¨¢s.

Esta semana -la pasada unos jueces se emplearon en no considerar violaci¨®n la introducci¨®n violenta de dedos en la vagina-, la Audiencia Provincial de Madrid ha absuelto a un presunto narcotraficante. La sentencia reprocha al juez y al fiscal sus actuaciones durante la instrucci¨®n, ya que, al decir de la Audiencia, han sido determinantes para absolver al presunto. Tambi¨¦n se ha conocido que un juez ha mantenido en prisi¨®n, durante m¨¢s de 20 d¨ªas, a una deficiente mental.

Son resoluciones que no ayudan a mejorar la opini¨®n que la sociedad tiene de su Justicia, sin que pueda cambiar la curva de desprestigio si sus representantes p¨²blicos no se ponen de acuerdo en la forma de entender la defensa de la sociedad, como est¨¢ sucediendo en el juicio de Algeciras, en el que el Ministerio Fiscal, que es el encargado de velar por los derechos de los ciudadanos, acusa de un delito de des¨®rdenes, y el Defensor del Pueblo andaluz, que tiene el mismo encargo, apoya a los acusados.

Tal vez si el Pacto de Estado por la Justicia, adem¨¢s de dedicar su atenci¨®n a eliminar las causas de una dilaci¨®n eterna, buscara nuevas v¨ªas para exigir responsabilidad a jueces y fiscales sin que ¨¦sta se agote en meros reproches cuando sus actos puedan dar lugar a absoluciones de presuntos y a prisiones de deficientes, que son las que provocan alarma social, podr¨ªa empezar a cambiar el signo de la curva.

EUGENIO SU?REZ PALOMARES