Adi¨®s a tres metros de delantero
Un estudio de un centro alem¨¢n de alto rendimiento constat¨® hace unos a?os que Oliver Bierhoff era capaz de saltar 80 cent¨ªmetros, lo que sumados a sus 191 de altura le convert¨ªan en un delantero de 2,71 metros. Justo lo que necesitaba el f¨²tbol alem¨¢n, que adora a esos tipos que s¨®lo usan los pies para saltar y anidan en el ¨¢rea siempre con la vista en el cielo. Poderos¨ªsimo en el remate de cabeza, la lesi¨®n de Bierhoff ha aniquilado el primer recurso ofensivo de Alemania. En el entrenamiento del pasado mi¨¦rcoles, el tanque titular de la selecci¨®n alemana se produjo una rotura fibrilar masiva en su pierna derecha. Una lesi¨®n que le impedir¨¢ jugar lo que resta de campeonato, aunque permanecer¨¢ en la concentraci¨®n holandesa. Hasta este traspi¨¦, Bierhoff se hab¨ªa perdido por lesi¨®n diez d¨ªas de entrenamiento en las ¨²ltimas cinco temporadas. Desde lo futbol¨ªstico, para Alemania el contratiempo es menos grave de lo que parece. El seleccionador, Erich Ribbeck, tiene m¨¢s de lo mismo en el banquillo: Carsten Jancker, una estaca de 1,93 que sobresale en el Bayern M¨²nich por la rasura de su cabeza.Bierhoff siempre ha sido un jugador muy discutido, con una trayectoria muy bacheada. Sus primeros honores internacionales le llegaron de forma tard¨ªa, en1996, cuando ya superaba los 28 a?os. Berti Vogts le convoc¨® para la Eurocopa de Inglaterra, una decisi¨®n que desat¨® una tormenta medi¨¢tica contra el t¨¦cnico alem¨¢n. Poco convencidos de la solvencia de Bierhoff, los medios acentuaron sus especulaciones al descubrirse la ¨ªntima amistad que manten¨ªan Vogts y el padre de Oliver.
El seleccionador aguant¨® el chaparr¨®n y la ruleta le sonri¨® mucho m¨¢s de lo que hubiera so?ado. En la final del torneo ingl¨¦s entre Alemania y la Rep¨²blica Checa, Vogts le sac¨® desde el banquillo con 0-1 a favor de los checos. Oliver marc¨® el empate y meti¨® el partido en la pr¨®rroga, donde se gan¨® un hueco en la historia anecd¨®tica del f¨²tbol al convertirse en el autor del primer gol de oro en un torneo oficial: un remate blando con la zurda que se trag¨® escandalosamente el portero del Deportivo Peter Kouba. Desde aquella haza?a, Bierhoff, que hab¨ªa debutado como internacional s¨®lo cuatro meses antes del campeonato que le lanz¨® a la gloria, se convirti¨® en un fijo de Alemania y en uno de los sargentos del vestuario. Hoy acumula 50 partidos internacionales -en los que ha marcado 30 goles- y lleva cosida la cinta de capit¨¢n del equipo de Ribbeck, un gal¨®n que parec¨ªa destinado a jugadores de tanta alcurnia como Matthaeus y Haessler.
Nacido en Karlsruher hace 32 a?os, la carrera de Bierhoff ha sido tortuosa. Debut¨® con 18 a?os en el Bayer Uerdingen y entonces su progresi¨®n parec¨ªa astral. Se convirti¨® en la gran promesa del f¨²tbol germano y el Hamburgo, uno de los grandes de la Bundesliga, le ech¨® el lazo. Luego se enrol¨® en el Borussia de Moenchengladbach y comenz¨® un sorprendente declive que desemboc¨® en un extra?o traspaso a una liga menor, la austriaca, donde milit¨® en el Casino Salzburgo. La carrera de Oliver parec¨ªa enterrada. El siguiente tumbo fue el Ascoli, un modest¨ªsimo equipo italiano de la Serie B. Oliver ya ten¨ªa 27 a?os y nada hac¨ªa sospechar lo que iba a ocurrir un a?o despu¨¦s. En 1995, en las filas del Udinese, en la Seria A, Bierhoff cerr¨® la temporada como pichichi, por delante de todas las megaestrellas del calcio, con 27 goles. Su t¨¦cnico en Udine, Alberto Zaccheroni, fue reclamado por el Milan y su primera imposici¨®n fue el traslado de Oliver a San Siro, donde ha mantenido la titularidad, primero junto a Weah y este a?o con Shevchenko. Las cosas no le han salido bien la ¨²ltima temporada y con 32 a?os su carrera est¨¢ de nuevo amenazada. Esta vez, la Eurocopa no podr¨¢ ayudarle.
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