Pacto antinuclear
Alemania se ha convertido en la mayor potencia econ¨®mica que renuncia a la energ¨ªa nuclear en un plazo de veinte a?os. El Gobierno de Schr?der ha pactado con las cuatro grandes empresas el¨¦ctricas el cierre, sin compensaciones econ¨®micas, de las 19 centrales nucleares que existen en el pa¨ªs, y que proporcionan una tercera parte de la electricidad que consume el pa¨ªs. Los Verdes, socios de los socialdem¨®cratas en el Gobierno, y en particular su ministro de Medio Ambiente, J?rgen Trittin, cumplen as¨ª la promesa que tambi¨¦n hizo suya Schr?der, aunque el plazo sea superior a lo que ped¨ªan. La primera central deber¨ªa desmantelarse en 2002, en la actual legislatura.La negociaci¨®n ha durado 18 meses -seis m¨¢s de lo que pretend¨ªa el Gobierno-, lo que da idea de las dificultades para llegar a un acuerdo. Pero el canciller se evita as¨ª tener que imponer su criterio por ley, y arriesgar que las el¨¦ctricas hubieran acudido a los tribunales en busca de compensaciones econ¨®micas. Las centrales cerrar¨¢n a los 32 a?os de explotaci¨®n, punto intermedio entre lo que ped¨ªa la industria y lo que reclamaban Los Verdes, aunque con un cierto margen de flexibilidad, que podr¨ªa llevar a desbordar la fecha fijada.
Sin embargo, la partida de los antinucleares no est¨¢ totalmente ganada. La oposici¨®n democristiana ha amenazado con bloquear el acuerdo con la mayor¨ªa que tiene en la c¨¢mara territorial, el Bundesrat. Critica los costes que la renuncia a la energ¨ªa nuclear puede tener para algunos Estados federados, como Baviera, que son accionistas directos de algunas centrales. Pero sobre todo, pone de manifiesto que el acuerdo se ha cerrado sin un plan para reemplazar la energ¨ªa nuclear por otra. Un sector de Los Verdes se?ala que si la sustituci¨®n se hace mediante un mayor consumo de combustibles s¨®lidos aumentar¨ªan las emisiones de CO2, sobre las que Alemania quiere imponer una ecotasa en la UE. En ¨²ltimo t¨¦rmino aumentar¨ªan las importaciones de energ¨ªa de Francia o del Este.
Suecia fue la pionera de la desnuclearizaci¨®n al aprobarla por refer¨¦ndum en 1980, aunque le resultar¨¢ dif¨ªcil cumplir con su fecha objetivo de 2010, al ir retrasado el plan de cierre de las centrales. S¨®lo en noviemebre pasado se clausur¨® una parte de una de las cuatro de que dispone. Holanda e Italia han seguido tambi¨¦n esta v¨ªa. Pero en la UE hay situaciones diversas. De hecho, el Gobierno de Aznar acaba de anunciar la pr¨®rroga por 10 a?os del permiso para la central de Almaraz.
Alemania, por su peso, puede marcar una pauta. Ahora bien, aunque cierre sus centrales, no estar¨¢ libre de los peligros que pueden conllevar algunos accidentes en las plantas nucleares. Es vecina de Francia, el pa¨ªs m¨¢s nuclearizado de la Uni¨®n Europea -nada contento con el anuncio de Berl¨ªn, pues, junto con el Reino Unido, recicla los residuos de las centrales alemanas-, y de varios Estados del Este que albergan centrales de dudosa fiabilidad. En este terreno, de nada valen las fronteras.
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