Un destajo bien pagado

El Juli cobr¨® un destajo sin pegar un solo muletazo con arte u hondura, pero eso no fue ¨®bice para abrir la puerta grande de Castell¨®n. Lo dicho, El Juli tore¨® pensando m¨¢s en la cantidad que en la calidad. La locura fue con un casta?o bizco e inv¨¢lido que entre protestas banderille¨® sin alardes, luego tom¨® la muleta con la derecha y justific¨® su presencia con un destajo y trasteo incansable hasta confiarse tanto que fue volteado de forma dram¨¢tica, aunque sin consecuencias. Eso le valieron dos orejas. En su primero estuvo un poco m¨¢s entonado aunque tambi¨¦n dio derechazos insulsos sin ton ni son para demostrar que cuando quiere tambi¨¦n es uno m¨¢s.Alberto Ram¨ªrez hizo lo mismo con sus dos enemigos. El tercero fue aplaudido en el arrastre y aunque empez¨® con lances animosos se meti¨® en un vericueto que es el del tremendismo. Al natural forz¨® al animal pero no consigui¨® m¨¢s tampoco. Con el quinto repiti¨® la misma faena con ambas manos y con los mismos detalles pero los lances le sal¨ªan destemplados, las chicuelinas de tir¨®n y no hubo ni hondura ni empaque.

Pero quien peor tuvo la tarde fue quien se supon¨ªa ten¨ªa que ser el protagonista. Ram¨®n Bustamante tom¨® la alternativa de manos de El Juli en un emocionante acto que remat¨® con el brindis a su padre. Eso fue lo m¨¢s destacado. Bueno, eso y las probaturas y m¨¢s probaturas. Consigui¨® alg¨²n derechazo de bella factura en el toro de su doctorado pero le falt¨® ligaz¨®n y le sobraron precauciones. Con el que cerr¨® plaza s¨®lo quedan para el recuerdo un par de ver¨®nicas. Luego, con la muleta, probando probando se apag¨® el toro y el torero y tambi¨¦n las luces de la plaza y se hizo el silencio.