La gesti¨®n del ministro Piqu¨¦ en Exteriores dispara las alarmas entre los diplom¨¢ticos
La nueva estructura y nombramientos desencadenan el descontento en "la carrera"
La llegada de Josep Piqu¨¦ a Exteriores ha desencadenado una oleada de descontento en las filas del servicio diplom¨¢tico, donde se oyen expresiones como "bofetada", "estupor", "insulto", "nepotismo". No por haber sido designado por el presidente del Gobierno para desempe?ar esa cartera, sino por la pol¨ªtica de nombramientos y cambios introducidos en la estructura del departamento desde que se hizo cargo del puesto el pasado mes de mayo. Ninguna de las fuentes diplom¨¢ticas consultadas ha querido identificarse. Exteriores ha calificado las cr¨ªticas de "rabieta infantil".
El descontento se deriva de varios factores, y un primer atisbo p¨²blico lo ofrec¨ªa el diplom¨¢tico Ignacio Aguirre de C¨¢rcer en un reciente art¨ªculo en la prensa.La nueva estructura b¨¢sica org¨¢nica del Ministerio de Asuntos Exteriores, aprobada por real decreto el pasado 12 de mayo, ha levantado ronchas. Piqu¨¦ ha establecido tres secretar¨ªas de Estado, una m¨¢s que en el organigrama anterior -Asuntos Europeos, Asuntos Exteriores y Cooperaci¨®n Internacional y para Iberoam¨¦rica-, a cada una de las cuales se le adjudica direcciones generales que "antes depend¨ªan de una unidad pol¨ªtica superior ¨²nica", seg¨²n una fuente diplom¨¢tica (la Secretar¨ªa de Estado de Pol¨ªtica Exterior y para la UE), y con ello se ha roto la unidad en la gesti¨®n de la pol¨ªtica exterior bilateral. Por esto, hay quien no augura buenos resultados a la gesti¨®n de Piqu¨¦, pues "lo que ha hecho es crear tres ministerios dentro de uno".
Junto a la divisi¨®n de competencias, las quejas se extienden a los nombramientos en dos de las secretar¨ªas de Estado y en algunas direcciones generales, lo que se califica de "bofetada", porque los nuevos altos cargos llegan de fuera de la carrera. Aunque esto ya empez¨® a hacerlo el PP en 1996, "esta segunda etapa ofrece m¨¢s confusi¨®n", dice una fuente.
Al nombramiento de Miquel Nadal, de 36 a?os, para secretario de Estado de Asuntos Exteriores, un sector lo considera "un insulto, primero porque es un t¨¦cnico comercial, y segundo porque es muy joven para el cargo y no tiene experiencia diplom¨¢tica". Nadal es t¨¦cnico comercial y economista del Estado y antes de ir a Exteriores fue director del Gabinete de Piqu¨¦ en Industria y Energ¨ªa. Con Nadal ha entrado tambi¨¦n otro t¨¦cnico comercial como director general de Relaciones Econ¨®micas Internacionales, Antonio S¨¢nchez Bustamante. Una fuente diplom¨¢tica explica que esto es algo as¨ª como si para la Secretar¨ªa de Estado de Defensa nombraran a alguien procedente de Marina que tuviera el grado de teniente.
Tensiones "graves"
Hay que hacer la salvedad de que desde hace d¨¦cadas existen tensiones, que algunos califican de "graves", entre los diplom¨¢ticos de carrera y el cuerpo de t¨¦cnicos comerciales, y esos nombramientos "no es lo m¨¢s h¨¢bil que ha hecho Piqu¨¦ para atraerse a la carrera", indica una fuente.
Tampoco queda muy bien parado el secretario de Estado de Cooperaci¨®n Internacional y para Iberoam¨¦rica, Miguel ?ngel Cort¨¦s Mart¨ªn, de 42 a?os. Fue concejal popular en Valladolid, diputado regional y nacional del PP, hasta su nuevo destino secretario de Estado de Cultura. "Nos lo han encasquetado sin m¨¢s, y nada menos que para Iberoam¨¦rica", se queja una fuente. Iberoam¨¦rica ha sido tradicionalmente un feudo de "la carrera", puntualiza. Cort¨¦s controla ahora el presupuesto de cooperaci¨®n.
Al "agravio" de ese nombramiento se suma el de Alberto Carnero Fern¨¢ndez, de 38 a?os, con 12 en el servicio diplom¨¢tico, como director general de Pol¨ªtica Exterior para Iberoam¨¦rica, dependiente de la Secretar¨ªa de Cort¨¦s. Carnero llega a Exteriores desde La Moncloa, donde fue asesor de Aznar. Tampoco se libra de la cr¨ªtica el nombramiento para la direcci¨®n general de Relaciones Culturales y Cient¨ªficas, tambi¨¦n dependiente de Cort¨¦s, y a cuyo frente est¨¢ Rafael Rodr¨ªguez-Ponga, de 40 a?os, funcionario del cuerpo de administradores civiles del Estado, que procede asimismo de Cultura, donde estuvo al frente de Cooperaci¨®n y Comunicaci¨®n Cultural.
Exteriores quita importancia a todo esto. Jos¨¦ Luis Solano, de la OID, asegura que "siempre que hay cambios en el ministerio hay malestar", califica los cambios de "m¨ªnimos" y considera que hubo m¨¢s, y m¨¢s importantes, hace cuatro a?os. Los cambios realmente importantes se har¨¢n en el plazo de un a?o con el cambio de 60 a 80 embajadores. "Quiz¨¢ la gente est¨¦ un poco inquieta por esto", dice.
Pero respecto al malestar presente, el portavoz explica que "es l¨®gico que un nuevo ministro lleve a su departamento a gente af¨ªn, de su confianza, por relaciones de partido o de amistad". Respecto a la nueva estructura de Exteriores, Solano indica que "todo es opinable, y que cuando se quitaron direcciones generales, la reacci¨®n cr¨ªtica fue la misma que cuando se crearon nuevas". "Es verdad que quiz¨¢ se produzca alg¨²n problema de coordinaci¨®n", reconoce, "pero esto no va a ser un reino de taifas en el que cada cual vaya por su lado. Tampoco creo que el malestar se extienda a los 700 funcionarios y 110 embajadores". La cr¨ªtica a Miquel Nadal la califica el portavoz de "realmente infantil".
"Dimes y diretes"
En medio de la oposici¨®n socialista no se entra en lo que una fuente califica de "dimes y diretes" de la carrera diplom¨¢tica porque se considera que cada ministro responde de sus propios actos. Estas fuentes entienden que lo que hay que hacer es una Ley del Servicio Exterior moderna que permita el trasvase entre ministerios en beneficio de una mayor eficacia en la pol¨ªtica exterior espa?ola. Pero para colmo de males, la promoci¨®n en la carrera diplom¨¢tica est¨¢ bloqueada por la extensi¨®n de las jubilaciones a los 70 a?os, y ¨¦stas se hallan congeladas hasta 2002, lo que ha llevado consigo que quienes deb¨ªan haber ascendido de escalaf¨®n no lo han hecho, pero al mismo tiempo ha sido promocionada gente m¨¢s joven. No ascender en el escalaf¨®n significa que no se puede aspirar a puestos de mayor nivel profesional, como al de embajador.
El escalaf¨®n contiene las siguientes categor¨ªas, de abajo a arriba: secretario de embajada de tercera, de segunda, de primera; consejero de embajada; ministro de tercera, de segunda, de primera, y embajador, el mayor rango. El acceso a puestos superiores salt¨¢ndose estas categor¨ªas "ha producido conmoci¨®n, porque se est¨¢ rejuveneciendo la carrera en funci¨®n de la amistad, no de la capacidad, y se llega a los primeros cargos no por la carrera sino por la pol¨ªtica". En realidad, seg¨²n algunos diplom¨¢ticos, con ello se ha fosilizado el servicio exterior espa?ol.
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